Arde Nicaragua (detienen a Cristiana Chamorro)

 

 

 

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Ayer la policía allanó la casa de Cristiana Chamorro, en Managua, Nicaragua. Ella, además de ser la hija de la ex presidente Violeta Barrios, es quien había estado logrando consensos de los distintos grupos de oposición para ser candidata de unidad y enfrentar, en las elecciones de noviembre próximo, al ex guerrillero convertido en dictador nicaragüense, Daniel Ortega Saavedra.

 

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Yo escuché por primera vez el nombre de Nicaragua, por la canción que cantábamos de chicos que dice “Managua, Nicaragua, donde yo te conocí”. Y junto a eso, la avenida más importante de mi colonia en Matamoros, Tamaulipas, llevaba el nombre del héroe nacional nicaragüense, César Augusto Sandino, general de los hombres libres. Y digo llevaba, porque, en los años 80 del siglo pasado, le cambiaron de nombre a Roberto Guerra. 

 

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Ya estando yo en la Normal, me asomaba a algunos ejemplares de la revista Proceso, en la casa de Óscar Eligio, y me fui enterando de la lucha revolucionaria del Ejército Sandinista de Liberación Nacional (ESLN) para deponer al dictador Anastacio Somoza Debayle, de quien el embajador plenipotenciario de Estados Unidos, Henry Kissinger decía, en inglés, por supuesto: “Somoza es un hijo de perra pero es nuestro hijo de perra”.  Pero Kissinger no era original. La frase es de Franklin Delano Roosvelt, y se refería a Anastacio Somoza García, padre de Tachito.

 

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El caso es que en 1979 triunfa la revolución sandinista, y forman gobierno lo más destacado de la élite sandinista, sus comandantes, como un gobierno colectivo de dichos  comandantes, entre ellos el propio Daniel Ortega, el escritor Sergio Ramírez, Tomás Borge, entre otros, y los hermanos Cardenal, poetas y sacerdotes,  ocuparon cargos relacionados con la educación y la cultura. Luego en 1985 se disuelve el gobierno colectivo, se organizan elecciones y el primer presidente post revolución es Daniel Ortega. Pero esa archi conocida  política exterior de Estados Unidos de apoyar a sus dictadores en cualquier país con el nombre de “defensa de la democracia”, soltó todo el apoyo posible para, con dinero y armas, fortalecer la contrarevolución, liderada por Edén Pastora, el mítico Comandante Cero.

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Pero no es mi intención de hacer un recuento histórico de esos hechos de Nicaragua. En las elecciones de 1990, con la candidatura de Doña Violeta Barrios, viuda de Chamorro, Ortega, del FSLN es derrotado; las causas son varias, una de ellas es que había miles de familias que habían perdido un familiar en la cruenta -por lo sangrante- guerra civil entre sandinistas y contras;  así que el voto de la mayoría fue para la señora Chamorro, en virtud que los estrategas electorales de la oposición al FSLN plantearon al electorado Guerra o Paz. 

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Se dice que previa a la entrega del poder el gobierno de Ortega realizó una rápida “política piñata”, que consistía que a los principales liderazgos nacionales y regionales en el gobierno se les escrituraran propiedades que ya estaban ocupando (casas y haciendas), pero que legalmente pertenecían a empresarios y políticos somocistas. 

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El caso es que en 1997 hubo otras elecciones en las que Daniel Ortega regresa al poder, pero con la firme idea de no dejarlo más, y así fue separando a sus antiguos amigos y aliados comandantes sandinistas que se retiraron a vivir una vida ciudadana o se fueron a otro país.

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En el ejercicio del poder Daniel Ortega se alejó diametralmente de esa imagen del político guerrillero, bonachón, que lucha contra una tiranía, para forjarse para sí la figura de dictador que él mismo antes combatió. A la fecha ha cambiado las leyes de tal manera que todas le favorecen para que en la siguiente elección se presente él de candidato y por supuesto gane. Pertrechado en una élite militar que lo defiende a capa y espada, como a todos los dictadores, enfrenta las protestas ciudadanas con gases lacrimógenos y balas, con lo cual ha ido dejando una cantidad impresionante de civiles muertos y heridos en los años que tienen en el poder.

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Hago esta breve introducción porque he seguido las noticias actuales sobre Nicaragua. Y como consecuencia de las reiteradas relecciones de Daniel Ortega, y a que alas manifestaciones se les enfrenta desde el gobierno con balas, los principales liderazgos de oposición han estado trabajando todos estos meses para lograr llegar con un candidato único que enfrente al poder omnímoda del dictador ex guerrillero transformado en candidato oficial. Y la figura que ha estado destacando y al parecer ha ido logrando consenso es la hija de la ex presidente Violeta Barrios, de nombre Cristiana Chamorro. ¿Pero qué creen?

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Ayer miércoles la policía del gobierno allanó la casa de Cristiana y la pusieron en arresto domiciliario, con el fin de que al estar en proceso judicial, no pueda registrarse como candidata, dejando el paso libre a Ortega y quizá con un candidato a modo. Los analistas plantean que quizá la estrategia del presidente y de su esposa la vicepresidenta, Rosario Murillo,  sea: Orteguismo con o sin Ortega.