Siéntate en la acera y verás pasar el cadáver de tu enemigo

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Hay prioridades. Y una de ellas es la salud. Uno le agrega más para completar el cuadro: salud física y emocional. Y le agregamos todavía más: salud en el pensamiento. Pero sin duda la prioridad de tener salud física se lleva a las otras tanto en la certeza como en el imaginario popular. Sin embargo coincidimos que la salud es integral. 

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No sé si fue el escritor lusitano José Saramago quien señalaba que los doctores recetan medicamentos para solucionar una enfermedad física, pero ninguno receta leer un libro a la semana por diez años. O la otra vertiente de no se qué autor: miramos los gimnasios llenos y las bibliotecas vacías. Que en algunos años dará como resultado cuerpos esculturales pero que no sepan pensar con lógica para la toma de decisiones. Es decir, personas fuertes, inestables y algo o mucho retraídos.

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Los griegos lo dijeron de manera simple: mente sana en cuerpo sano. Y nosotros interpretamos la parte cómoda, de que en automático al tener cuerpo sano detendría una mente igual de saludable. Y quizá un poco de ello tenga razón. Pero refiere a que procuremos la salud física pero también la salud mental, o de poco sirve una sin la otra.

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No hay modelos perfectos. Y hay sus excepciones. La educación ha fallado en que el individuo sepa pensar para prevenirse de enfermedades mediante una alimentación saludable y ejercicio de manera frecuente. Agregando que tampoco se inculca el hábito de la lectura libre. Tan ese así en el extremo que ni a respirar bien se aprende (lo hacemos de manera superficial, pocas veces lo hacemos de manera profunda inflando bien los pulmones varias veces al día). "Es que no tengo tiempo de hacer ejercicio", "tampoco tengo tiempo de leer", justifica y aduce el que a todo pone peros, y escucha solo para contestar.

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Sé que no es fácil. Que no estamos acostumbrados. Alguien me dijo que hay conocimientos muertos. ¿Y cuáles son esos? Los que sabemos que se debe de hacer pero sencillamente no lo hacemos. Y en este campo cabe todo lo que comemos y sabemos nos hace daño. "Pero qué sabroso está". Y "de algo me tengo que morir". Y así vamos por la vida.

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Lo cierto es que la medicina preventiva es económica, y la medicina curativa es cara sobretodo para las clases populares, que tenemos que acudir a los eficientes doctores similares. Al menos con lo que yo he acudido han sido muy eficientes, profesionales y atentos. La medicina preventiva contempla hacer ejercicio a diario por 30 minutos o mas. No tomar refrescos embotellados. Tampoco harinas que incluye tortillas y pan. Y no exagerar en el cloruro de sodio (sal) que le ponemos a la comida. De veras, conozco personas que les sirven la comida y antes de probarla cogen el salero y le ponen unos puños de sal. Y cuando toman el café lo piden con dos cucharas sopeteadas de azúcar. Y si se toman unas cervezas, antes de cada trago le ponen pizca de sal. 

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¿Y qué contempla la salud emocional? Ante todo no guardar rencores, no odiar a nadie, no alimentar deseos de venganza. Con ello se avanza mucho. La clave es perdonar. Muy difícil es cierto, por el daño que nos hayan infringido. Aún así. Para estar mejor no hay de otra que perdonar.

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Omito el nombre de una ex amiga que de niña sufrió mucho, tanto en la familia como en la escuela. Luego lo mismo en su trabajo. La escuché varias veces. Que tenía la esperanza de poder vengarse de todos los que le hicieron daño. Cuando obtuvo un cargo por mérito de examen en una dependencia federal, humillaba a los que antes la humillaron. Es solo un ejemplo. Entonces esas vidas se van conformando con ideas negativas que por supuesto logran que a la misma persona le vaya mal y sus pocos amigos se le van retirando por esa actitud de vengarse a toda costa.

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Y tuve un compañero de trabajo "religioso", a todo invocaba a Dios, soñaba ser pastor de iglesia para tener mucho dinero, lo decía abiertamente. Y gozaba en humillar a las personas, y su afán era quedarse con dinero en las oportunidades de trámites que tenía, y donde podía meter uña.

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Dicen: "siéntate en la acera de tu casa y verás el cadáver de tu amigo pasar". Que no es otra cosa que la vida misma cobra y con creces a quienes hacen mal.

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Y sobre la lectura libre, ya lo he dicho y lo reitero: el pensamiento se hace más hábil si adoptamos el hábito de leer por gusto, sobretodo de temas que nos gusten. Esta actividad se debe promover desde niños, sea en casa o en la escuela. Solo que para promover la lectura con eficacia y resultados el padre y el maestro deben ser lectores habituales. Y aquí es otro tema a desarrollar.

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No os angustiéis. En resumen la medicina preventiva es gratis. La medicina curativa es muy cara. Quien no tiene pensamientos negativos de odio y venganza vive una viva con más tranquilidad, que también se refleja en su salud. Y la lectura desarrolla habilidades del pensamiento, necesarias para un vida con mejor toma de decisiones.