Para jubilados y quienes se van a jubilar

Para jubilados y por jubilarse

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¿Han escuchado casos de conocidos que no se quieren jubilar porque dicen: si me quito de trabajar me voy a morir más rápido? Y asimismo nos llega la noticia que Fulanito se murió a los pocos meses o pocos años de jubilarse, porque no tenía actividades que le motivaran. Solo se la pasaba viendo televisión en la sala de su casa y allí quedó. Es un tema de análisis que hay que pensarlo bien. Los jubilados merecen una vida plena y "jubilosa" los últimos años de su vida.

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Si volaste por Viva Airbus, ejemplo a Monterrey, y sigues en carretera a tu destino, ejemplo a Matamoros, el boleto del autobús antes era gratis; luego te descontaban el 70% y ahora el nada despreciable 50 %. Para ello basta mostrar copia de la hoja del vuelo mas la del INE. Así le hice esta vez que fui. La guapa chica de la empresa de Autobuses del Noreste vio mis datos de la credencial INE, y me dijo: "el descuento va por la edad. Usted ya no necesita estas copias. Solo si sube un inspector de la impresa basta conque le muestre la credencial del INE".

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Casi lo mismo fue de regreso apenas hace una semana. No tengo cómo imprimir en casa la hoja del vuelo. Así que tendría que ir a un Ciber. Pero me animé a pasar primero a comprar mi boleto de autobús Matamoros-Monterrey. Le expliqué al muchacho la falta de mis copias para justificar el descuento del 50% por volar en Viva Airbus, pero que ya tenía los 60 años. Y sonrió y me dijo lo mismo: "usted con la edad tienen el descuento".

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Por cierto el viaje de vuelto de regreso a Villahermosa, lo compré para las 7: 40 pm, pero yo estaba creído que era a las 7:40 am. Así que mi boleto Matamoros Monterrey lo tenía para las 11 de la noche y llegar a las 3 am para irme con tiempo al aeropuerto y estar a la hora para abordar. Y me di cuenta a las 5 de la tarde de ese día. Y fui a tratar de cambiar mi boleto para las 12 del mediodía, para no estar todo el día a la espera del vuelo. Y sí, el muchacho me vio, sonrió, y me hizo el cambio sin mayor aspaviento. Interpreté la sonrisa como que ya sabe que eso les pasa muy común a las personas de la 3a edad.

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En mis cuarenta años de trabajador activo nunca pensé en la jubilación. Yo sabía que iba a llegar algún día. Y tal cual así sucedió. De pronto me vi en la vorágine de los trámites. Que falta un papel. Que este lo entregan en tres meses. Que faltan varios talones de cheque. Etc. Sin prisa, aunque con algo de desesperación logré reunir mi expediente completo precisamente cuando cerraron las oficinas en marzo 2020 por restricciones de pandemia. Y a esperar hasta que las abrieran. Me dije: quizá unos dos meses más Y nada. Ya sin dinero andaba seis meses después tratando de entregar mi expediente, y las oficinas estaban cerradas. Hasta que por vía pública y con apoyo de un amigo ahora diputado federal, se logró que me recibieran los documentos vía digital. Para que empezaran a correr los trámites de espera para el pago que eran y fueron cuatro meses más.  Gracias, Marcos Rosendo Medina Filigrana.

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Me dije: "cómo es la vida, me pasa lo mismo que al principio: casi un año para recibir mi salario". El caso es que finalmente quedé registrado como jubilado activo. Y allí sí a empezar a realizar otras cosas, sobretodo sorprendido de no tener ya una liga de horario que me sujetara a prisas por llegar puntual a mi trabajo. Solo que ese es la primera dificultad a la que enfrentan los compañeros jubilados.

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Yo lo explico de la siguiente manera: los planetas giran en su órbita y no se salen de allí. Si se salieran sería entonces una catástrofe y desgracia. Asimismo los trabajadores activos giran en la órbita laboral con horarios estrictos. En la mayoría de los casos durante entre 30 y 35 años. En mi caso 40 años de horarios estrictos. Con rutinas ya miles de veces hechas. Nuestro cerebro está acostumbrado a eso. Esa es nuestra órbita. Y cuando salimos de esa órbita, sucede una tragedia si no tenemos planes B y C para ocupar nuestro nuevo y sorprendente tiempo libre. Si hay proyectos de trabajo, hobby u otro tipo de entretenimiento a qué dedicarnos, todo es felicidad. Pero si no, entonces se produce un colapso en nuestra mente, en lo que cada día somos como fantasmas en casa, molestando a los integrantes de la familia, criticando todo, amargando el ambiente, y si nos gusta la cerveza, entonces preferimos escaparnos de esa manera por cualquier motivo.

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Aún yo teniendo algunos proyectos como leer y escribir, aparte de caminar y viajar, a mi en lo personal me sucedió esto como por seis meses, mientras acoplaba mis actividades nuevas a la libertad de organizarlas a como yo quisiera. En mi caso fue peor porque tan pronto salí a la jubilación, a los tres meses ya estaban las restricciones de pandemia. Ahora creo ya haberlo logrado. Esto me permitió estar sin límite de tiempo un mes diez días en casa de mi hermano en Matamoros. Pero cumpliendo las rutinas de escribir y caminar a diario.

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Por eso hay que elaborar un plan de jubilación, para ocupar nuestros días de manera placentera. Disponernos a hacer lo que pospusimos para cuando tuviéramos tiempo: aprender un idioma, a pintar, un oficio, aprender a tocar un instrumento, etc. 

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De pronto ha de amanecer y he de ir a la central de autobuses dejando a la suerte el destino. Ver los lugares en la pantalla y en ese momento decidir si ir a Guanajuato, Querétaro, Tijuana, Puebla, Hidalgo o Oaxaca. Por decirlo de esa manera. O comprar para Chihuahua para abordar el famoso Chepe, tren que recorre lomas y montañas de esa región. Y luego de estar en algún lugar de esos por unos cinco días, acudir de nuevo a la central de autobuses y seleccionar otro lugar rumbo al Pacífico y tan pronto llegar pedir una cerveza del mismo nombre, con una sopa de mariscos o algo semejante. Es de ensueño.

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Yo he tenido la intención de comprar un boleto de autobús para Oaxaca. Y con dos o tres días en cada lugar, comprar boleto hacia la siguiente ciudad o pueblo siguiendo la ruta del Pacífico, así hasta llegar a Tijuana, Baja California. Y de allí seguir la misma estrategia de estancia de dos o tres días en ciudades de la frontera norte. Y en esa parte cruzar a las ciudades estadounidenses y regresar a la de nuestro país. Claro, todo ello con las precauciones del caso y con mi botiquín listo por si las dudas. Ah y buscar una farmacia y doctor cercanos al hotel para cualquier emergencia. 

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Un día podría estar en La Estrella, Colombia, con mi hermano siderense Iván Graciano Morelo Ruiz, otro en la Dominicana. A La Habana ya tuve oportunidad de ir dos veces. Venecia, París, Brujas y Roma, me interesa, pero México tiene muchas ciudades, pueblos mágicos, lugares maravillosos, que apenas dará tiempo de conocer algunos otros lugares. Me da gusto ver las fotografías de muchas amigas y amigos que andan de una lado a otro, viajando, maravillados, y le agradezco a Tere me mande fotos de por donde anda en estos días.

Fotos de internet, de Tere Segura Azueta y de Antonella Rodriguez.