Mona(lisa) 6

 1. Te platiqué que soñé, Mona, de aquella vez. Yo caminaba con Román por una ciudad como cualquiera, grande, con sus colonias en la periferia. pero estaba el mar. Subimos a un autobús de ruta y en alguna parte se bajó Román. Y tío no me di cuenta. ya estábamos por llegar a la playa. Y qué terror caminar en las colonias, al bajarme más adelante y regresar caminando para encontrarme con Román. Y busqué mi teléfono y busquaba el número de él para que me esperara donde estuviera, pero no encontraba su número. Y pasaban los minutos. Miré como otro autobús atropellaba a un niño. Se amontonaba la gente. Y yo seguía caminando hacia la estación anterior para encontrarlo. Y luego me resigné a que ya no, entonces caminé por orilla de la paya. Y en algún momento dejé el pantalón a un lado para mojarme los pies. Y el pantalón quedó allí con mi cartera y alguna dirección en papelito.

2. Despierta, me dice Mona. Y yo la veo a ella enmediode la gente haciendo acrobacias y cantando un poema rapsoda, donde cuenta de su vida cambiada con base a las palabras y esos poemas que se han ido acumulando. Despierta vuelve a decir. Y me despierto abrupto, extrañando en el sueño la playa primorosa con su agua salada y fresca, solo que busqué con rapidez mi cartera con los documentos de identificación y algunos papelitos con nombres, números telefónicos y direcciones. "Estabas gritando desesperado que habías perdido tu cartera. Y como que convulsionabas  me dice Mona. Y nos abrazamos.

3. Eres cuadrado en pensar que lo nuestro debe seguir y nunca terminar, como si fuéramos árboles que no cambian de lugar, me dice, sonriente, alegre. Y se recuerda como Marisa, me he cambiado el nombre muchas veces, y todo porque no quiero que me reconozcan como sorpresa en lo que ando, y vayan con el chisme con mamá: "Mona anda de bailarina". Así que he sido Marisa, Rocío, Gironda, Lucía, y así me anuncian con énfasis, con ustedes Marisa. E imagino que te miro sentado entre la bruma del ambiente, las luces que se encienden y apagan, y las tantas caras de trabajadores, oficinistas y obreros que se arremolinan en los centros nocturnos, y creo verte una vez, y otra más orquesta nunca te olvidé.

4. ¿Y por qué bailas? ¿Y por qué escribes?. Y me suelto con detalles sobre la importancia de leer y escribir, el pensamiento se desarrolla, además me da una justificación en el día a día, y quizá escriba alguna novela, pero qué queda luego de todo eso si al final vamos a morirnos y eso es ego y vanidad. ¿Y bailar?  ah pues bailar me da contacto directo con la gente, además que me da salud, porque hago ejercicio con ritmo y alegría, además me pagan por eso, alegro los corazones de jóvenes y viejos y junto mi dinero para comprarle casa a mis padres, ni te he contado. Y Mona sigue con su discurso. Está densuda. Tenemos una jarra de limonada. Y sonríe como ella sabe hacerlo.

5. Peor la noto cansada y me pide que le cuente un cuento. Y con los ojos entrecerrados, como queriendo dormirse, me poen atención a lo que le voy diciendo. Y es cuando invento el cuento de la vaca Lulú con su vaca. Lulú dibuja una vaca. Seencuentra bajo la copa de un árbol frondoso, con fresca sombra, y se acomoda y empieza a dibujar una vaca oronda y tierna, y ya terminada se queda dormida, Lulú, no la vaca. Y se da cuenta en el sueño que la vaca empieza a caminar y se adentra en el bosque, y ella la espera, porque es su vaca y la empieza a buscar, pero no la encuentra y está desesperada por su preciosa vaca...

6. Y se recrimina por no haberle dibujado su cencerro que al caminar hiciera ruido y fuera muy fácil encontrarla. para este momento Mona ya se ha dormido, parece como si no rompiera un palto, yo sigo con mi cuento, Lulú está llorando por su vaca atigrada que le costó bastante hacer las lineas para que fuera real, pero olvidó dibujarle un cencerro, que la hiciera notoria para encontrarla en caso de que se perdiera, como ahora, pero no lo hizo, y se desespera y es en ese preciso momento que despierta. Esta bajo el árbol y mira que a lo lejos se acerca la vaca que había dibujado cuando estaba despierta y la perdió soñando, y la ve que viene en el sueño mismo de la realidad.

7. Y cuáles son tus sueños. Tenía siete años Mona, me cuenta, cuando jugaba con sus amigas y amigos vecinos. Y jugaban de todo, entre ello a las escondidas, a la clínica con pacientes doctores y enfermeras, hacían papalotes y los echaban a volar, lotería donde siempre perdía y lloraba y la consolaban sus padres, y jugaban palabras que empiezan con una letra y con otra, hasta que se encontraban con la h muda o con al w, esto ya cuando ueríana acabar el juego. Y jugaban a la comidilla con comida real que les daba la mamá para eso. Era linda esa etapa. Y cuáles son tus sueños, le recuerdo la repugna. Ah sí, ser doctora o escritora. 

8. Y de alguna manera se me cumplió. Yo me quedo absorto con lo que dice, y em aclara, mira, como doctora de la mente, los clientes me platicaban de los problemas ue tenían con sus parejas, hijos o trabajo, se vuelve una como sicóloga, y como escritora estoy guardando esas vivencias para plasmarlas en un libro que s llama L Mona lisa baila hoy. O cosas por el estilo.  ala gente le gusta eso, y además de que se le cuentan aventuras, se sienten bien porque son historias de vida y se sienten lectores, como que eso es lo más importante del mundo mundial.

9. Y cuál era tu sueño de niño, me pregunta ella. Ya nos habíamos tomado algunos vasos de limonada, nos revela que ella nunca se aficionó a eso, dice, que las tentaciones eran muchas, un día te contaré lo que pasa tras bambalinas, cuando no está una bailando, pero eso será otro día, otro capítulo, como si fueran otros personajes, y ríe mientras le da otro sorbo a la limonada. Recordemos que está desnuda, con toda su majestuosidad y poder, con toda su ingenuidad y seguridad de sobrevivencia. Pero vienen los años, dice, y se vuelve una distinta, el miedo a envejecer, y que te digan, ya no hay mucha clientela, vamos a prescindir de algunas de ustedes. Y una logra quedarse otro tiempo, pero ya está la espada de Damocles sobre nosotros. Y quién fue Damocles, sepa, me dice, yo lo he escuchado, nomás.

10. Le conté el cuento de Lulú con su vaca perdida, y sigue dormida. Yo mientras tanto recupero la memoria. He olvidado casi todo. No sé si lo he soñado, no sé si lo he vivido. Solo sé que la encontraron muerta. No me digas. Era mi hermana querida. No me digas. Ella me criticaba por mi vida y la forma de ganarme mi sustento. No me digas. Yo le regalaba cosas  en su cumpleaños y ella las aceptaba pero luego me daba cuenta que no las usaba. Y traté siempre de que me quisiera, yo, como su hermana menor, ya mi hermano no se diga, siempre me quiso mucho aún sabiendo sin que yo supiera que sabía, de en lo que yo trabajaba. Y sí, recuerdo cuando mis quince años, cómo no.  

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