Llueve

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Como si todo se detuviera cuando llueve. Menos el movimiento incesante del agua. Y el nivel en las partes bajas, que va subiendo de poco en poco. Más allá del pesar de quienes viven en esos lugares. Más allá de la indiferencia de quienes viven en partes altas. Y más allá también de las culpas que siempre se tiran de un bando a otro:  al gobierno estatal, al municipal, al ciudadano que tira basura de manera inmisericorde. Bandos hacia un lado, hacia otro. Mientras tanto todo está detenido. Y muchas colonias inundadas con encharcamientos superados por la magnitud en profundidad y en extensión.

 

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Los lugares bajos se inundarán hoy y siempre. Porque el agua tiene memoria y se ubica por gravedad precisamente en esos lugares. No hay vuelta de hoja. Precisamente en la parte legal de uso de suelo, se especifican las áreas que son propicias para desarrollar programas de vivienda y donde no. Y por razones que no es este espacio para discutir, se extendieron muchas autorizaciones para lugares bajos, previo acuerdo entre particular y funcionarios de gobiernos responsables de esos tipos de autorizaciones. Ya se ha dicho, se ha reiterado, se volverá a decir cada vez que sea necesario. 

 

3.

Vaso regulador es un concepto que de manera popular se entiende como extensión de terreno de nivel bajo, a donde escurren las aguas de lluvia y se forman lagunas provisionales, evitando que los lugares de nivel medio y menos los lugares altos se inunden. Es fácil de decir y de comprender. Tabasco tenía muchos lugares de este tipo. Aún tiene. Solo que poco a poco vimos que los fueron rellenando con miles y miles de toneladas de tierra para erigir centros habitacionales y centros comerciales muy reconocidos, a donde llegamos a comprar. Nada nos parece extraño en tiempos de seca. Solo que cuando llueve y más cuando llueve mucho, nos damos cuenta que se inundan los lugares conocidos que se inundaban, pero cada vez más se inundan otros lugares más. Precisamente porque muchas áreas conocidas como los “vasos reguladores” fueron ocupadas por la inteligencia humana (es la especie más inteligente, dicen) y entonces el agua, que es vital, que no es inteligente, pero que tiene memoria, busca otros espacios para acomodarse. 

 

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También, ni duda cabe, es que se tira mucha basura. Se genera mucha basura. Y por todas partes vemos bolsas de basura que fueron sacadas mucho antes que pasa el camión dedicado a ese servicio. “Nomás poquita”, nos justificamos. O se tira una bolsa o un envase. “No es mucho”, decimos. Pero la suma de todos esos poquitos hace que se amontonen en todas partes, lleguen a las alcantarillas, se acomode, se formen tapones, e impidan el paso del agua de manera normal.  

 

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Permítanme algo de mis memorias sobre el tema. Llegué a una escuela telesecundaria de municipio cercano a Villahermosa. Desde el primer día que llegaba a una escuela recorría todo y observaba. Si tenía jardines o no. Canchas. Condiciones de los salones. Etc. Dicha escuela tenía un pozo de agua, pero este estaba rebozado de basura. Me le quedé viendo acompañado de los alumnos de mi grupo, que eran los más grandes. “Si alguien conoce a alguna persona de las que limpian pozos dígale que venga este sábado”. “Nosotros lo hacemos”, dijo uno de ellos. Y los demás lo secundaron. “Noooo, les dije, no vaya pasar un accidente y pierda mi plaza”, les respondí. “Nada de eso, profe. A eso nos dedicamos también. Es más, le vamos a traer firma de autorización de nuestros padres”. Y así le hicimos el sábado. Me convencieron. Sacaron mochilas, libros, llantas, pedazos de pupitres. Pero a las dos horas (yo estaba muy pendiente) ya tenían la basura afuera y el agua limpia dentro del pozo. Les pedí que sacaran una cubeta con agua. Y de manera teatral alcé la cubeta y tiré un poco, para que se destacara lo transparente de la misma. “Y eso se ha logrado gracias a ustedes”, les dije, impresionado por ver cómo se logran cosas con la suma de voluntades. 

 

4.

Escucho la radio. Siempre me gusta escucharla. Y más aún en situaciones como las de hoy de lluvia interminable. O en mi infancia cuando mi padre escuchava la KGVT ( si no me equivoco) de Harlingen Texas, que cuando los días y noches angustiadas de emergencia por huracanes, tenía siempre los datos actuales y precisos, con profesionales de la meteorología.  Así que tomábamos precauciones, y el momento exacto de salir a refugios para protegernos. Lo mismo aquí en Tabasco, aunque nos informamos con el internet, sobretodo si tenemos el cuidado de que las fuentes sean fiables, también la radio hace su parte comunicando en vía directa a Protección civil, y los reportes de las familias de diversas colonias que reportan sus condiciones de “hasta la rodilla”, “hasta la cintura”, “cerradas las carreteras tales por vados”.   

 

5

Sigue lloviendo. Miro fotos de calles de Villahermosa inundadas, así como el agua dentro de casas y comercios. Tristeza e impotencia. Familias que pierden sus pertenencias una vez más, luego del esfuerzo de adquirirlas. Y miro una fotografía de la casa de una amiga que dice que en la madrugada de este viernes el agua llegó casi al techo, y que está en un refugio.  En la foto se ve que aunque bajó pronto el nivel, quedó la huella arriba de la ventana, casi en el techo. El ejército hizo su labor emergente de evacuarlos para salvar las vidas. En una abrir y cerrar de ojos perdieron sus pertenencias. Esto en la comunidad Las Nieves, en Teapa.

 

6 Llegarán al gobierno en el futuro personas visionarias que tomen las medidas correspondientes para que no vuelva a suceder esto en Villahermosa y municipios bajos. Decisiones que para su implementación requieren obras que cuestan mucho dinero.  A esperar para entonces, mientras tanto a cuidarnos muchos. Nada hay más importante que la vida con salud. En Colombia tienen una expresión para decir algo que nunca sucederá aunque se quiera y necesite que suceda. ¿Cuándo? “Cuando los pericos mamen”

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