1
Sábado de paz. Todos los días deben serlo. Una hoguera sea para entibiar solamente. Y que haya historias alrededor. No puede concebirse al hombre sin contar sus historias. Que van desde la cuita perentoria, anónima, sin datos de identidad del que cuenta, hasta los extensos tratados de filosofía donde se explican los planos del universo.
2
Me gusta la palabra floresta y hojarasca. Suenan a vida. Dan idea exacta de la transmutación de una etapa otra. Flores esplendorosas. Conjunto de flores. Floresta. Y hojas secas, hojarasca. Como alfombra vegetal. Puedo buscar más palabras que me gustan por como suenan, por lo que representan. Gusano, oruga y mariposa. Pero me quedo con floresta y hojarasca.
3
Siempre refiero que cuando a Jorge Luis Borges, escritor argentino, a quien yo le llamo el perfecto escritor, le preguntaban sobre qué es poesía, tenía ya su respuesta para no ofender al entrevistador, y decir que la pregunta era por lo menos tonta: "si me lo preguntas, no lo sé; si no me lo preguntas, sí lo sé". Digo, a lo mejor Borges no Saba este tipo de respuestas. Pero se le atribuye.
4
Un buen día me encontré lector. Yo era niño. Y me daba risa por alegría ir leyendo poemas o cuentos. Me acuerdo de varios de ellos. Pero lector, ya, en la secundaria. Me parecía maravilloso que hubiera otro mundo muy distinto a las condiciones que uno vivía. Nada de pobrecito. Yo leía y si tenía hambre conseguía un pan, y seguía leyendo. Creo que eso fue lo que me salvó. ¿De qué? Del vacío.
5
La primaria, sin duda, por el aprender a leer y escribir. Pero fue la secundaria el gran espacio de mi despertar. Yo era un animalito humano. Y lo seguí siendo, lo soy, pero ya con elementos que me permiten apreciar la belleza, reconocer lo grato y guiñar un ojo, reír con motivos y razón.
6
En la escuela Normal me presentaron formalmente a Rulfo. En libro, claro. Los cuentos de El llano en llamas. Era un maestro nuevo, recién llegado de la ciudad de México. "Lean los cuentos de Juan Rulfo, ustedes que son de ciudad, pero van a trabajar con niños del medio rural". De allí pasé a Pedro Páramo, la novela de novelas. Todavía ando en ella, como uno de sus personajes.
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