La nostalgia ha de ser eso

La nostalgia ha de ser eso ("Tócala de nuevo, Sam") 

Primera parte

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La nostalgia ha de ser eso. Remontarnos al pasado y recorrer ese disparidad de situaciones que se nos iban presentando y que nosotros las dejamos pasar por ir al encuentro de otras que de igual manera pasaban. El cine fue un motor que cimentó dicha situación. Porque veíamos en la pantalla situaciones que nos trasladaban al pasado, equiparando lo que veíamos con situaciones vividas, pero también a un futuro en lo que considerábamos que queríamos vivir, com sinónimo o algo parecido a la felicidad.

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Seguramente estos días de pandemia (meses debo decir) hemos probado hacer de muchas cosas, desde arreglos de casa y jardín, dibujar, hacer pan o recetas de comidas, germinar algunas semillas y hasta hacer trabajos de carpintería, amén de muchas cosas más. Pero algo que también hemos hecho algunos, transformar una área de la casa en sala de cine, con las respectivas palomitas y refresco. Y digo algunos porque no a todos les gusta el cine.

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¿Y qué tipos de películas nos gustan? pues cada quien tendrá los temas de su preferencia. Desde temas psiquiátricos, pasando por depredadores humanos y asesinos seriales, hasta los tiernos modos de llegar al beso, por no decir películas románticas, con todo y rompimiento o "vivieron para siempre" al final de la película.

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Precisamente anoche recordaba antes de dormir algunas películas que volvería a ver una vez más como si no las hubiera visto nunca. Entre ellas Cinema Paradiso, Diario de una pasión, Casablanca, Puentes de Madison, El cartero de Neruda, La vida es bella y El tigre y la nieve. ¿Qué tienen en común?, que son dramas románticos, que hacen llorar a los sentimentales, y que da gusto escuchar los diálogos; en mi caso, estoy imaginando el momento en que los escritores  del guión buscan las palabras precisas para motivar al espectador a que recuerde, añore o anhele pasar por situaciones como esas.

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Seguro.  Los que son verdaderos cinéfilos han de tener una lista de películas más grande. Pero por algunas debemos de empezar. Y si el lector tiene alguna otra sobre este mismo tema de los flirteos amorosos o amatorios, favor de anotarla en los comentarios.

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Cursi, sí, pero contento con lo que he visto en películas. En cinema Paradiso (1988), con música de fondo del genio Ennio Morricone, un niño Salvatore, se aficiona al cine en un pueblo de la vieja Italia, y el que mueve el proyector es Alfredo, hombre generoso, analfabeto, que por deseos de la madre del niño, trata de alejarlo de ese ambiente. Finalmente el niño se hace ayudante de Alfredo y crece amando el cine y todo lo que sucede con las proyecciones, hasta el grado de comprarse una cámara y anda tomando escenas por todos lados, desde un rostro de muchacha bonita con su caminar suave y rítmico, hasta la matanza de una vaca. Pero la película empieza cuando el niño ha crecido, vive en Roma, es un director de cine famoso, y le avisan que su mentor Alfredo ha fallecido. Y vuelve con nostalgia al pueblo, y casi el total de la película transcurre donde se cuenta su vida de niño, la censura a las películas que ejerce el cura del pueblo, ordenando corte en todas las escenas de beso y cachondeo, pedacitos de cinta que Alfredo va guardando  con un fin que en ese momento no sabemos para qué. Toto, adolescente se enamora de una de su edad, es correspondido, pero los padres de ella, banquero el padre, para separarlos la mandan a estudiar a una ciudad lejana, pero se quiere despedir de Toto, lo cual no sucede por designios del destino, y cada uno siente que el otro lo abandonó. Estamos entonces que Toto ya director afamado de cine acude al pueblo participa en el funeral de su amigo Alfredo, y luego recorre parte del pueblo y le llama por teléfono a la que fue su novia de adolescencia y que estaba casada con un ex compañerito que era flojo en la escuela, pero que de adulto era diputado o senador. Y ya no cuento lo demás. Uff, se mueve mi corazón al recordar la película.

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El contexto de la película Casablanca (1944), uno de los filmes clásicos de todos los tiempos, es la Segunda Guerra Mundial. Rick Blaine (Humprey Bogart) tiene un restaurant cabaret en Marruecos donde reside ya alejado y tratando de olvidar su gran amor de toda la vida, una mujer casada Ilsa Lud (Ingrid Bergman), cuyo marido es perseguido político. Rick es muy estimado entre toda la población. El pianista Sam del restaurant cabaret fue testigo de ese idilio, y tiene prohibido tocar la melodía que identifica el romance: As time goes by, algo así en español: Cómo pasa el tiempo (el tiempo no pasa en vano jamás). Una mañana, antes de abrir el local, Ilsa entra y saluda al pianista. Se sienta junto a él, y le pide que siga tocando. Sam toca cualquier melodía, y ella espera que toque esa gran melodía, como si dijera "si el tiempo pudiera volver". Él se niega, ella insiste: play it, one more time. Y él cede. Y se escuchan las notas en todo el local, y en ese momento entra Rick, y va a reclamarle a Sam, este señala a la culpable a su lado, a Ilse. Él la ve y regresa en su pensamiento todo el tormento que ha vivido desde que no se volvieron a ver. 

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Sucede en Casablanca lo mismo que en Cinema Paradiso. Por diversas circunstancias las parejas no se vieron sin que alguno tenga culpa, pero creyendo que el otro es el culpable. En Casablanca, Ilse no llegó a la estación de tren donde la esperaba Rick para huir juntos y ser felices. Lo mismo en Paradiso: la adolescente Elena (Agnese Nano) llega hasta la cabina del cine para ponerse de acuerdo con su amado Salvatore,  y la vaya a buscar a la ciudad donde su padre la va a llevar a estudiar. El viejo Alfredo, que prevee y quiere asegurar un futuro prometedor en el cine para Salvatore, no le entrega el recado a este, quedando la confusión de que no fue a buscar a Elena, y él, de que ella se fue sin dejar rastro. Así es el destino en el cruce de señales, equívocos. ¿Alguien ha vivido eso en la vida real?

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A muchos no les gusta que les cuenten los finales de las películas. Pero por si no las ven. En la escena final de Casablanca Rick tiene "dos" pasaportes como salvoconductos para lograr salir de Casablanca sin problemas con las autoridades. Ilse cree que uno es para ella y la otra para el mismo Rick, su amado, y huir y ser felices. En cambio Rick, para sorpresa de Ilse, le entrega uno a su esposo, Lazlo, y el otro a ella. Abordan el avión justo cuando llega la policía para detener al fugitivo Lazlo, pero ellos ya van en el avión que ha despegado. Rick se queda solo, para seguir su vida en Casablanca, Marruecos.

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Paradiso termina cuando el famoso director, Salvatore, Toto, regresa a Roma, entra a su estudio. Pide que le dejen solo, y se dispone a ver la película integrada por los cachitos de besos y "fajes", escenas censuradas, que fue guardando Alfredo en un cajón y al morir dejó dicho que era para Salvatore, también el banquito donde él de niño se subía para alcanzar el visor del proyector. Al ver esta película, solo en el estudio, a Salvatore, Toto,  se le escapan unas lágrimas. Y a mí también al ver esa escena final.

Fotos tomadas de internet.

Pd. mañana el tema va ser el borrón y cuenta nueva con la CFE. Y pasado mañana sigo con las otras películas.