Un café, y otro

Si quieres acercarte al cielo, toma un café. Si quieres salir del infierno o casi, un café. Esta bebida te hace viajar a los mejores recuerdos, soñarte de nuevo en el paraíso, alucinar las risas cantarinas de las musas. Y entrar en trance como hechizo. Dirán que exagero. Yo argumento que solo contemplo la belleza en las cosas. Y el café las multiplica. Sin duda alguna. Si hay tormentas o martirio, no es que desaparezcan, sí que la vida se mira distinta,  con esperanza que lo mal termine, que vuelva de la alegría el alucine. Vamos mientras por otro café. Ya vendrán los días de paseos, de las lecturas,  grandes charlas e ir la cine.

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