Los muros

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"Lo subo a mi muro", es una expresión muy común en estos tiempos de pandemia, refiriéndose a que se sube y publica en la página personal. Y queda allí como testimonio de lo que pensamos. Y a alguien más le gusta, y lo comparte en el propio. Y si es muy popular, se proyecta como muy compartido o popular. Esos son los muros.

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De los muros más conocidos que hace referencia la historia es El muro de Berlín. EL que dividía a las dos Alemanias como producto de los acuerdos de los triunfadores de la segunda guerra mundial, quedando Alemania del Este, dentro de la órbita de la URSS y Alemania Occidental, dentro de la de Estados Unidos.  Según la propaganda de un lado o de otro, se decía que vivían en el paraíso. Un buen día de 1972 cayó el muro de Berlín, y sus piedras quedaron como recuerdo de lo que significó.

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La muralla china, siendo muro, tiene otra connotación, y otro fue su objetivo de construcción.

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Los graffitis son mensajes en muros, principalmente en las ciudades, sean del centro o de la periferia. La mayoría son breves, bien hechos, con mensajes de todo tipo, destacando los de política y poética. No confundirlos con los de publicidad. Y también los hay filosóficos. Ser o no ser. Algo así. Hay unos sencillos, simples, como un Te amo (mas un nombre), digamos Cleta. O con un verso conocido o inédito.

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Ahora con la proliferación de las redes sociales es común hablar del muro personal. Y por lo que se escriba o publique en dicho muro, los conoceréis.

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Es muy común que cuando alguien nos solicita amistad (ser contacto en Facebook), uno se asome a lo que publica en su muro, para ver por dónde anda su pensamiento, interés y corazón.

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Es casi seguro que cuando alguien solicita empleo, una de las estrategias para determinar si es aceptado o no, es precisamente revisar su muro, para ver lo que publica. Allí se sabe si es estudioso, romántico, lector, respetuoso, de valores, religioso, etc. 

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Hace como cuarenta años, en el centro de Villahermosa un comerciante tenía una pizarra escolar, y en ella escribía algunas citas de libros, o un resumen muy sintetizado de una noticia nacional o internacional importante.  Me daba gusto pasar por allí y leer el mensaje en ese muro antiguo.

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Cuando yo estaba en secundaria (1972-1975) usábamos el pizarrón para escribir mensajes. Por lo regular era un corazón con dos iniciales dentro. O en el costado de la suela del zapato  tennis escribíamos un nombre. Y lo andábamos luciendo por todos lados. Y allí escribíamos cartas de amor, recados y todo tipo de escritos.

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Y no es lo mismo poner un me gusta, me encanta, me importa, me enoja, o escribir un comentario. Allí se sabe también si se tiene buena, regular o mala ortografía. Imagine leer allí algo así como: "ola, ke ace", "vamos hirviendo dónde vamos a senar", "y porqué no meas llamado", " Vine haberte".

Ah y las tablet de antes eran realmente tabletas. Un rectángulo de cartón endurecido. Con un broche grande arriba que sujetaban las hojas donde se escribía.  

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Pero decíamos de los muros. Ahora mismo coinciden los tantos tiempos: El moderno en los muros de las redes sociales. Allí compartimos fotos, memes, citas, textos, noticias, ofertas, etc.  Y el antiguo, donde se escriben versos o se pintan consignas de amor y guerra política.

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Mientras tanto, este texto va a mi muro.