Ánimo

Ánimo

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Se requiere mucho ánimo para estos días. Por las tantas noticias que se acumulan, relacionadas a contagios y muertes. Vemos una cifra que cada día aumenta. Y somos testigos mudos de avance de la muerte. Más de 164 mil al día de hoy en México. Y ni para dónde hacerse. Rumiamos la impotencia. Magullamos palabras entre dientes. A veces es alguien desconocido o  lejanamente conocido. Pero poco a poco el nombre del fallecido es más sconocido. Luego muere un amigo Y sin más la muerte entra a la familia. Y en no pocas ocasiones se lleva a dos o más integrantes del núcleo. Y a varios de la familia extendida.

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164 mil historias personales. 164 mil pensamientos. 164 mil familias en duelo. 164 mil círculos de amigos afectados. Y más por las previsiones legales para evitar mayor número de contagios. Cremaciones. Sin rito funerario. Y duelos que inician abruptos sin las despedidas de los cuerpos sin rezos, cantos, ni palabras de adiós. 

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164 mil el dato oficial dado a conocer por el Sector Salud. Es decir, quienes fallecieron en hospitales o con seguimiento médico. Mas las decenas de miles que fallecieron en casa, cifra negra que aunque tarde, conoceremos, sin duda alguna.

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Este texto no es un reclamo, para no prestarnos a maniqueas opiniones. Es un sentir personal, que quizá coincida con muchos. Solo que nada detiene la pandemia. Y nuestra esperanza mayor es la vacuna que por cierto ya estoy felizmente registrado y a la espera.

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Me inscribí hace tres días a la lista de espera para la vacuna anticovid. Me motivó leer que un amigo publicó que ya lo había logrado, y que fue relativamente fácil. Así que busqué la página Mivacuna- SSA. Y se abre un formato sencillo donde solo te pide la CURP. Te pregunte si eres robot. Y luego una selección en 9 cuadros sobre los que te pida: marques donde hay palmeras, bicicletas, semáforos, gatos, etc. Eso para verificar que no eres robot, esos maliciosos que distraen a las plataformas. Y luego de 10 intentos con la Curp, finalmente me reconoce y se despliega la hoja para datos personales como teléfono, correo y código postal. Y listo. Ya listo, con la esperanza de la vacuna, sea china, americana o rusa.

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Ya estamos en el mes 11 de la pandemia en México. Inició desde el 20 o 21 de marzo a la fecha. Ya mero cumplimos un año. Y han sido meses de mucha enseñanza y preocupaciones mas incertidumbre. Con medidas de gobierno que buscan encontrar el vacilante punto medio entre la economía y la salud, poco se puede hacer si un porcentaje muy alto está en el comercio informal y tienen que salir a buscarse el sustento.

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¿Qué hace dentro de su casa el padre de familia que vive al día de lo que vende en el comercio informal? ¿Qué hace el músico, el cantante, el mesero, el cocinero de eventos y tantos otros trabajadores cuya actividad es considerada no esencial, cuando todo por salud está suspendido, reiterando si es considerado no esencial? Esa es la mayor dificultad que tiene el gobierno, y no es asunto fácil. Ya no digamos la falta de hábitos de higiene, o el valemadrismo de muchos, o la incredulidad a estas horas del partido que sea cierto la existencia del virus que ha matado más de dos millones de personas en el mundo. De ese tamaño es la situación por la que estamos pasando.

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Pero en fin la vida sigue. Y más allá de que estamos inundados de información de todo tipo relacionada a la pandemia entre contagios, muertes, estadísticas, fake news, necesitamos motivaciones y mucho ánimo. Bastante ánimo, realizar actividades, de tal manera que con los cuidados de higiene, cubrebocas, gel, sana distancia, evitar conglomeraciones, evitar fiestas, lavarse las manos constantemente, atacar los síntomas, pero sobre tener el ánimo alto. Este ánimo con mucho optimismo por supuesto que genera un bienestar interior que permite que las defensas, o sistema inmunológico se mantenga alto, y lista la defensa para evitar el "gol" del contagio. En fin.

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Como tema para guion de ciencia ficción está bueno. "Mucho deterioro del planeta, deforestación y contaminación, inundados con vehículos que emiten gases contaminantes, muchos deshechos incluyendo la basura que se genera por millones de toneladas. Reunión urgente del Club de los verdaderamente poderosos, Bilderberg. *Tenemos que hacer algo para detener a la humanidad. No solo bajarle a la población, sino evitar que la gente se siga moviendo en función de sus trabajos que contaminan. Tenemos que detener las fábricas*. Se levantan varias manos para hacer propuestas. Uno de ellos dice: necesitamos crear un virus que logre que la gente permanezca en sus casas, las fábricas se cierren, y de paso le bajamos el número de población. Todos se miran entre sí, confusos. Poco a poco permea la idea. Y es aprobada por unanimidad".  

Fotos tomadas de internet

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