El café de la infancia

 Cuando niños, nos lo servían con leche. Nos mandaban a comprarlo. El café era marca K Cero. Lo vendían en sobre. Era para hervir y ya para entonces el olor estaba impregnado en toda la casa. Ni nunca o por equivocación el soluble. Era de grano molido, cordobés. Y nos lo iban sirviendo con una pieza de pan dulce a cada uno. Era de mañanita. Y en tiempo de invierno, alrededor del 0 grado centígrados ambiente, era una delicia, lograba que sintiéramos tibio todo nuestro cuerpo. Bien abrigados, eso sí. Pasó el tiempo. Y el café negro ha sido mi aliciente en las mañanas y tardes. Lo anterior recuerdo bien, como ahora que tomo café. Que hace frío. Y que una vecina escucha música romántica a todo volumen. Yo empiezo a escribir mi texto diario. Buen día a tí, a todos.

Comentarios

Entradas populares de este blog

lecturas 20. Poemas de Carlos Pellicer Cámara

Rigo Tovar y Chico Ché

Mi mascota, la cabra (11/s)