Otra de libros

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Quienes practicaron la alquimia en la antigüedad trataron de transmutar las piedras y todo metal en oro, e intentaron también encontrar la fórmula de la eterna juventud. De acuerdo a los datos que poseo desde la clase de física y química de mi secundaria, no lo lograron.  por más que los cirujanos plásticos con el uso de silicona hagan creer los contrario. 

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¿Se puede vivir sin libros, se puede vivir sin poesía, y se puede vivir sin filosofía? Lo más seguro es que sí. La naturaleza es tan sabia que todo lo tiene fríamente calculado. Y si usted es creyente, entonces es Dios, el que está en todas partes, quien lo tiene calculado.

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Para quienes somos neófitos en el tema de la programación, todo lo que tiene que ver con el funcionamiento del internet, las redes sociales, las aplicaciones (app) la robótica, ya no digamos en su funcionamiento, sino en su creación o invención, nos parece asunto de magia por su complejidad. Y esto empezando por lo aparentemente simple de cómo el control de la televisión vía inalámbrica al apretarle botones hacemos cambios de canales, volumen y más oscuro o claro, o gama de colores, hasta los viajes espaciales. Es sorprendente,¿no? También se nos hace complejo el funcionamiento del cerebro y la especialidad médica que los cura mediante químicos u operaciones

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Muy sorprendente todo, reitero, principalmente para los neófitos, como yo, que traigo tache desde la primaria en matemáticas, química y física. Pues entonces si eso es sorprendente, imaginemos la complejidad del funcionamiento de los seres vivos, de todo tipo. Cómo entra la luz a través de los ojos, cómo pasa por el nervio óptico, y llega al área del cerebro donde decodifica y nos da los datos para conformar las imágenes y el movimiento. O cuando un gato salta de un edificio a otro, de qué manera hace el cálculo automático para caer donde quiere. O de qué manera en el cerebro del bhúo se hacen las conexiones entre sus neuronas para captar la poca luz y mirar de noche, lo que otros seres vivos no podemos.

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Aún más, que los cuerpos celestes (así se les llama) giren de manera perfecta dentro de una órbita y se sostengan en el espacio a causa de fuerzas de gravedad que se equilibran. O la misma fuerza de gravedad que nos mantiene en el suelo, y muy a penas podamossaltar algunos centímetros (los atletas mucho más, por supuesto).

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Pero volviendo al cuerpo humano, la serie de mecanismos que se efectúan en la digestión para separar los nutrientes de lo que no lo son, y cómo el sistema circulatorio es tan perfecto que lleva oxígeno por todo el cuerpo para mantener la vida. O que los riñones y el hígado sirvan de filtros. Todo tan complejo que solo una inteligencia mucho muy superior y poderosa, tanto que no podemos imaginarla, pudo ser capaz de caer todo en la perfección. Se resume para muchos en una palabra: Dios. Para otros: gran arquitecto.

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Casi no reflexionamos en todo ello, porque percibimos que así es y así debe ser. Y punto. No tenemos que pensar más. Y además pensar da flojera. A muchos, aclaro. Así es como cuando tenemos la luz electricen la casa, y luego no la tenemos. Cuando entramos a una habitación, movemos ene interruptor, y caemos en cuentaque no hay luz. Todo eso lo hacemos de manera automática.

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Ante todo esto de incomprensible, yo me permito recomendar dos libros de Eduardo Del Río, mejor conocido como Rius: El yerberito ilustrado y La panza es primero. En el segundo te dice de manera muy didáctica lo que debes de comer y lo que no, para una vida saludable. Y el otro, te da cuenta de cientos de plantas medicinales que te previenen casi de todas las enfermedades y otras que te curan si ya estás enfermo. Todo esto no es nuevo. Ya lo hemos escuchado por diversas fuentes. Pero hacemos caso omiso, hasta que nos sentimos mal de algo. Preguntamos a la abuela o abuelo. Y nos recetan un té de esto, o de lo otro, de acuerdo al mal que nos aqueja. Y ellos saben. 

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Y no olvidemos que es más barato prevenir enfermedades, que curarlas (la industria farmacéutica está conformada por mega corporaciones trasnacionales cuyo afán es la mega ganancia). Por eso asomarnos a la medicina natural es muy benéfico para la salud y los bolsillos. Aunque muy pocos lo crean.

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