La vida sigue

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La vida sigue en este enramado de destinos coincidentes en un tiempo a pesar de las vicisitudes, desatinos, errores, desavenencias,  malas noticias, caídas, muerte, etcétera. Así ha sido y así será. Porque existe también lo contrario: los amores, los besos, los abrazos, las cartas, los buenos deseos, los amaneceres de prodigio, las coincidencias, los anhelos cumplidos, los sueños alcanzados, la vida, mi vida. Y sigue porque todo ello se mezcla y cada día nos muestra la belleza y más cuando no la buscamos afuera sino dentro de nosotros mismos.

2

Sigue porque hay continuidad. Porque está escrito en la palma de alguna mano como tatuaje divino, cada uno de los detalles que suceden. Un amanecer distinto cada día. Como cada una de las imágenes se nos presentan en los viajes, recordando que la vida misma es el viaje único hasta donde se sabe, múltiple hasta donde también se sabe.

3

La felicidad no es un tiempo específico ni un estado o lugar determinado. Es un conjunto de situaciones que convergen en un lugar determinado, siendo distinto para todos de acuerdo a nuestra cultura, visión de futuro, conciencia de lo que somos y el para qué. A veces es un beso en los labios, en la frente, un abrazo, ver un amanecer, mojarse en la lluvia, un intercambio de miradas, un soñar, soñarte, soñado. Sin que sepas alguien piensa en ti de buena manera deseando que estés bien.

4

A veces sí, a veces no. Un deshojar de margarita que nada asegura ni confirma. Un doblar en una esquina y un encuentro imprevisto. Un nacimiento en un lugar para la muerte de alguien en otro lugar. Como un renovarse de hojas que caen en otoño y en invierno nacen las nuevas hojas. Un rompimiento de cartas previa lectura una vez más. Un escribir carta y lanzarla al mar como un símbolo de la esperanza.

5

Una vieja canción te traerá recuerdos. Una película la mirarás una vez más. Negarás tres veces en una ida y vuelta del destino. Jurarás lo mismo en distintos momentos. El presente se impone porque no hay otro tiempo. Cada nuevo día es la oportunidad nueva del ser de manifestarse y buscar la felicidad en esa quimera dorada de que no hay nada perfecto ni felicidad permanente. 

6

Tendrás una copa de vino una tarde de otoño o invierno para recordar tardes de primavera y verano. Y brindarás en la incertidumbre sin saber lo que sigue. Y reirás con estrépito. Y no habrá más humo en los ojos. Ni dolores. Ni preocupaciones. Y esa es la felicidad que anhelabas. Solo que la viviste son la conciencia de lo que era. Y luego en la nostalgia la recuerdas. Y reflexionas que la felicidad no es un cubo vacío ni lleno. Sino que es la existencia misma.

7

Por eso y mil razones más, agradecido. Lo de ayer no existió. Fue un sueño. Lo de mañana es una construcción sin materia, de lo que será. Y agradecido por tener la capacidad de soñar dormido o despierto. Y celebrar el día a día sin regateo. Sin reclamos. Ni flagelaciones. Agradecido por el tanto recuerdo y el tanto olvido.

8

Comprarás un boleto para viajar sin destino específico. Y miraras nuevas imágenes como ilustraciones del libro de tu vida. Y no tendrás el mismo nombre, ni tendrás nombre. Y el navegar será a modo. Un fluir constante. Una ola que se lanza contra el arrecife y se repliega. Una ola besará a la playa y se regresa para acometer de nuevo otro y otro beso, como una reiteración del amor constante.

9

Hagas plan o no. Beses o no. Abraces o no. Escribas cartas o no. Sueñes o anheles. Te arriesgues o no. Viajes o no. Vivas o no. La vida sigue imperturbable, frenética, gozosa. Contigo o sin ti. De eso se trata. De descubrirlo ates de que sea mañana o tarde. Sobretodo demasiado tarde

10

Sí, un café viene bien. Un suspiro lo mismo. Caminar y a seguir adelante. Buenos días a ti, a todos. De eso trata el vivir. El morir no lo sé. Y aún muerto, no sé si lo sabré. No lo olvides, nunca: la vida es bella, maravillosa.