A fin de cuentas

A fin de cuentas

1

A fin de cuentas ya estamos aquí, fisicamente desde que nacimos, e intelectualmente desde que tuvimos conciencia. Allá por aquellos años en que salimos de casa y fuimos a una iglesia o templo y a una escuela. Cuando escuchamos de otras cosas muy distintas a lo que se dice en familia. Y aún estamos.

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Pronto nos dimos cuenta que hay mucho más que la calle y el barrio. Y que hay mucho más que nuestra religión y otros muchos pueblos. Y que hay otras religiones con otros dioses. Y que hay quienes hablan otros idiomas, como si fuera una real Torre de Babel.  

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Para ello la escuela fue muy importante. Sea la pública o privada. Allí, en esos espacios de convivencia supimos que tenemos antepasados más allá de abuelos y bisabuelos. Y que hay otras explicaciones referentes al inicio de la vida, origen de la materia. Y aprendimos que hay mitos muy variados. Y que hay paredes donde hombres de hace miles de años también pintaron escenas de la vida diaria. Y un mucho de imaginación,

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Nos dimos cuenta de que hay conceptos que nos sirven para orientarnos como arriba, abajo, al lado. Que otros nos sirven para definir perfiles, como altos, bajos, alegres, tristes, melancólicos. Y que hay lo que se puede tocar y lo que no. 

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También de que la tierra no es cuadrada ni triangular. Pero que hubo otras explicaciones antes de que era cuadrada, que estaba sostenida por un gran elefante o tortugas. Y que a pesar de todo ello la vda sigue su curso en una especie de indiferencia a lo que el ser humano piense o no.

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Nos dimos cuenta que hay un tiempo que no lo define el reloj. Y que era muy cierto aquello que aprendimos en la primaria de que los seres vivos nacen, crecen, se reproducen y morimos. Y que no hay vuelta de hoja en esa ruta.

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Ahora bien: ¿Qué hemos hecho con todo ese conocimiento? A veces nos hemos enfocado de que tenemos a la verdad agarrada por los pelos y de que los demás están equivocados, completa y rotundamente. Entonces discutimos con todos aquellos que no piensan como nosotros. Y peor: queremos imponerle a que piensen como nosotros. Y de allí vienen los conflictos.

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Y la vida pareciera que está basada esencialmente en el conflicto. Que todo tiene que ver con desencuentros. Que hay amargura en muchos semblantes o desencanto. Que hay quienes todo lo ven gris y tienen razón. Y hay quiénes lo ven luminoso y tienen razón también. Se afirma, se dice, se asegura que el hombre nace bueno pero que la sociedad lo hace malo. Igualmente se afirma y asegura que nace malo, pero que la sociedad tiene la capacidad de hacerlo bueno. 

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Que el hombre mata por las diferencias de opinión y de enfoque sobre lo que hubo, hay y habrá. Y que esto pareciera no tener final. O que el final ya está prescrito como la muerte del individuo. Pero que también habrá un fin del mundo entre lenguas de fuego,  ritos de dolor, temblores, terremotos, tifones y maremotos. Y que habrá un juicio final. O que no, que no hay juicio final, que eso es solo parte de los inventos del poder.

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Que somos grandes. Pero a la vez somos muy pequeños. Y esto de acuerdo a las comparaciones físicas. Que el país es muy grande. Que el planeta tierra es mucho más grande. Y que formamos parte del grandísimo  sistema solar. Que hay otros sistemas muy grandes que forman la galaxia. Pero que hay otras muchas galaxias más. Y que no alcanzamos a comprender cabalmente lo que significa eterno ni infinito. Y entonces el problema personal es muy chico comparativamente. ¿Qué es la indiferencia de alguien? El si te vi no me acuerdo. Pero yo no la conozco. Absolutamente nada.

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Y que en las relaciones humanas la amistad y el amor es algo grande y maravilloso. Que hay otro tipo de relaciones entre los seres humanos, como de complicidad, de negocios, de comercio, pero que ninguna de ellas se comparan al amor y la amistad, con todas sus variantes que puedan darse y que a veces es un solo sentimiento mezclado.

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No me haga caso. Hoy desperté luego de recordar que mi sueño fue con serpientes. Que no encontré a la encantadora con flauta para quitarlas de mi camino. Que entraron en mis sueños personas que ya murieron. Y otras a quienes extraño mucho. Que en los sueños me quitaban a las fieras y amenazantes serpientes de mi paso. Y al despertar me quedé pensando si eso significaba algo. Y además que en el sueño no estaba para nada desesperado y menos con miedo.

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No me haga caso. Solo que es septiembre acercándose a octubre. Que me pongo nostálgico. Que entonces me preparo un café con mi nueva máquina, la cafetera italiana, que lo elabora con base a la vaporización y condensación. Que sale un rico café con aroma intenso, y con sabor fuerte pero muy rico. Que te despierta a la realidad. Pero no a las prisas, y menos a las preocupaciones.

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A fin de cuentas el día está ante nosotros. Somos agradecidos de estar con la vida. Tener cierta conciencia. Y procurar que el día no se nos vaya "liso", y que no basta con pensar en hacer algo sino hacerlo. Así de simple. Si hay que llamar  llamar. Si hay que pedir perdón, pedirlo. Qué el día no se vaya en desesperanza. Muy al contrario, con ánimo  alegría y esperanza. Así las cosas.

*Foto tomada de internet

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