Consideraciones

1. Considérese el asombro y la espectacularidad ante lo majestuoso. Alzaron el vuelo de la imaginación los hombres y hubo espectáculos. Y hubo pan. Hubo circo. Y a cada desilusión, siempre corresponde una nueva esperanza. Ese es el destino de los hombres. Considérese asimismo la utopía. 

2. Considérese el espantapájaros, solitario ante el campo árido, abandonado. Los campesinos se han marchado a la ciudad. Están pasando lista vinculando nombres con el hambre. No hay ninguno qué falta. "Yo traje los huesos de mi padre", dijo un hombre. "Aquí no tenemos dentista", dijeron a los desdentados. Los mariachis callaron.

3. Considérese que ha nacido una niña. "Queríamos niño, sea por Dios", dijo un hombre resignado a no dejarse morir de hambre. Es padre de ocho mujeres. La mayor tiene 12 años. Cada una de ellas guerrera. Fundadora de una nueva estirpe. A cada batalla han vencido con poemas y sonrisas. 

4. Considerar la piedra. Que no siente ni piensa, pero es la que sostiene el universo, como ese punto de apoyo pedido por Copérnico. Y significa lo mismo en eso de tratar de evitar de nuevo el tropiezo con la misma. O lanzarla al monolito de la verdad y mirar si esta´hueco o sale de ella un rayo de luz divino. Una nuez siempre quiebra a otra.

5. Considerar la justicia. Casquivana en tacones altos viste de oro en lo posible. Y si no, se enorgullece por el honor de no tomar cerveza en barriales. Yo la miro desde lejos. Y parece tan tranquila. Es como poesía en equilibrio. Mientras tanto duerman todos en el sueño de los justos.

6. Y hablando de poesía, guardar silencio. Cada verso sea una espina al entendimiento. O un rayo de luz que enceguezca. Sí, deje ciegos a los mirones de ocasión. Los bobos tratan de lucirse con versillos huecos y solo son nueces vacías. Vociferan , ruidosos que son. Y la poesía se les niega porque muestran evidentes deseos de encontrarla. 

7. Considerar el amor. No es lobo ni oveja. Solo es cruce de destinos, coincidencias en el laberinto. Hace el milagro de que el plástico se convierta en flor. Y todo lo que tiene valor no tenga precio. Por ser el amor de tanto aprecio, ay, compadezco a quienes lo buscan a fuerza del destino. Como una llama que se sostenga sin viento, el amor es a la vez fuego y el viento mismo que lo aviva. Arrebatos de tantos elementos. Fasto de la carne y las miradas.

8. Considerar el agua clara, transparente. Su memoria es tal que te recuerda en esos abrazos y besos. Y es tan fuerte que se deja venir aún en la nostalgia.  Recuerdos de la piel y el entendimiento. Razones no se necesitan cuando natura es la del discurso. Lo demás es lo de menos. No se requieren aclaraciones para tal bueno y noble sentimiento.

9. Considerar el final. Si todo lo que empieza termina. Y todo lo que termina anticipa un nuevo comienzo. Sea navidad para el año nuevo. Fruto para semilla y nueva planta. Volar el cometa aunque se rompa el hilo. Volvamos a despertar a la esperanza que siempre hay nuevos tiempos. Aunque las generaciones amorosas sean ya pasado, una nueva pareja ha de sentarse esperanzadora en las mismas bancas del parque.

10. Considerar el viaje. Irse es lo mismo que regresar. Siempre hay nuevo lugar a donde dirigirse. Y siempre hay puntos de partida. La naturaleza es tan preventiva que prepara inicios para cada final, sin duda alguna. Siempre andamos de viaje. Y nuevas estaciones están en el horizonte. Para eso sirven las miradas y las sonrisas.

Comentarios

Entradas populares de este blog

lecturas 20. Poemas de Carlos Pellicer Cámara

Rigo Tovar y Chico Ché

Max in memoriam