El espejo de los actos

 El espejo de los actos/ o la conducta ante el espejo

 

Cómo aplicar los conocimientos aprendidos en la clase de ética en los centros escolares

 

Introducción

Vivimos en una sociedad que se nos presenta confusa y con muchos desatinos. Otras sociedades son distintas, sean mejores o peores; pero yo me referiré a la que pertenezco. En la nuestra, la mexicana, pareciera que hay un enfrentamiento permanente entre los grupos que la integran, este enfrentamiento a veces es abierto con los conocidos resultados, y en otras es soterrado, a la espera de salir a la luz ante el menor pretexto. Es una sociedad cada vez con menos armonía, imperante en antivalores, contradictoria entre lo que se dice y lo que se hace, y pareciera que se va acercando inexorablemente a una sociedad fallida, que por ningún motivo es deseable. 

Para protegernos invertimos en la instalación de rejas, candados y cerraduras más poderosas y en lo posible pagamos una cuota para tener el servicio de seguridad privada. Y no nos basta, porque el temor y miedo sigue en nosotros, provocando desajustes en nuestra salud emocional que arrastra a la salud física.

Abundando en ello, cuando salimos nos cuidamos de todos, y cuando salen nuestros hijos, sea a la escuela, al trabajo o a divertirse, tenemos la sensación de que algo malo puede pasarles. Y más aún -aunque entendemos que las noticias que más venden en los medios de comunicación son las de asaltos, asesinatos, secuestros, etc.- cada vez vemos que va aumentando la inseguridad, los problemas de salud y en buena medida se destacan los actos de corrupción de los grupos en el poder.

Pero también resentimos la inflación que va galopante por sobre el salario real, sin que se llegue a un equilibrio que permita que el ahorro -en caso de poder hacerlo- se mantenga en su poder adquisitivo. Y se genera desánimo, se desmotiva a la población, lo cual genera y manifiesta una conducta de poca empatía y en los extremos intolerantes.

¿Y que tiene que ver el ámbito escolar en todo ello?

Y ante el desolador panorama, casi apocalíptico, en donde no podemos ni resignarnos, ni cruzarnos de brazos, se requiere, acotado el problema al ámbito en que realmente se pueda influir,  

Mire si no: todo ello lo reflejan tanto los estudiantes en sus distintos niveles escolares, como el personal docente y administrativo que labora en esos planteles. Entonces allí (que la escuela es como un pequeño universo, como un espejo que refleja las condiciones de la sociedad) se presenta el conjunto de conductas que manifiestan las personas, tanto alumnos como maestros y administrativos, y convergen en el ambiente diario de la escuela, generándose conflictos constantes, sea en el personal y en la conducta de los alumnos que bien pelean entre ellos, bien que no se sienten motivados a poner atención a las clases que imparten sus maestros.

 

Si los problemas que se presentan en las escuelas solo fueran asunto de maestros y alumnos, todo fuera sencillo en sus soluciones; bastaría con una plática aquí, otra allá, ciertos acuerdos entre padres, alumnos y maestros. Y listo. Pero sabemos que no es así.

 

Solo que como todo está interrelacionado, lo que decíamos de lo externo e interno en la sociedad hacia la escuela, entonces se tiene que pensar de una manera distinta a lo tradicional, actuando en lo interno del plantel, e interrelacionándolo con los programas del exterior, con los que se pueden vincular.

Y es precisamente de lo que trata el presente trabajo: vincular los conocimientos adquiridos en la materia de Ética, y que pudiera servirnos para diseñar estrategias internas dentro del plantel, pero también buscar vincularlas a iniciativas generales de la Secretaría de educación, así como aprovechar las actividades de otras instituciones que realizan actividades que bien pueden integrarse dentro de una vinculación estratégica escuela- sociedad.

 

 

Ahora bien, si es cierto que podemos afirmar que todo lo que hacemos tanto en lo individual como en lo colectivo, (nuestra conducta y la suma de todos) son un reflejo de lo que hemos aprendido en nuestro trayecto de vida, también es cierto que somos naturaleza que nos impele a la búsqueda de satisfacer nuestros deseos y expresar nuestros instintos y necesidades. Y en ese sentido no se puede hablar de mediación entre ambas -lo cultural y la naturaleza, sino que se requiere un análisis de ambas, con el fin de sacar mejor provecho para una mejor manera de convivir dentro del área profesional en que nos desempeñamos y alcanzar los objetivos inherentes al mismo. 

 

En la clase de Ética hemos hecho un recorrido sobre la historia de la Ética, y hemos reflexionado al respecto de ellos, vinculándolos con nuestro presente. De eso se trata. Por tanto requerimos echar un tanto atrás la vista sobre el camino recorrido, con el fin específico de preguntarnos ¿cómo aplicar lo aprendido en el ámbito profesional?

 

Este trabajo final en el género de ensayo a eso se refiere en la materia de Ética.

 

 

Desarrollo

En las escuelas quisiéramos un mundo feliz, pero no el que planteó en su novela Aldous Huxley, en el que todo está programado para que no haya problemas, sino uno casi utópico, donde no hubiera conflictos, o estos fueran menores, y donde el trabajo dentro del aula fuera interesante, creativo, de interés para los alumnos. Es en esencia una especie de ideal de todos quienes participan en las comunidades escolares. Solo que esto no es posible y tampoco lo será en el mediano plazo.

La escuela es, en una imagen un poco exagerada, un amalgamiento de conductas manifiestas de todos los que en ella intervienen, lo que pudiéramos llamar identidad moral. Y como los objetivos son los mismos dentro del Plan y Programas, pero los alumnos ni los maestros son iguales por dicha identidad, entonces se está en permanente conflicto. Aquí podríamos considerar la razón principal por la que se llega a una escuela. Que bien podría sintetizarse dentro de la definición de escuela como el lugar para aprender conocimientos que les permitan entre otras cosas, comprender el lugar que ocupamos como especie en el cosmos, desarrollar habilidades para poder trabajar en la sociedad, conformar un individuo de valores y que desarrolle habilidades para vivir en armonía y coadyuve a la paz, entre otras cosas.

Además siendo la educación básica, constitucionalmente obligatoria, entonces ya tenemos un lugar a donde asisten los niños y adolescentes, y a un personal docente para trabajar con ellos en un horario preestablecido.  He aquí donde se manifiestan las conductas que hemos referido anteriormente y que serán motivo de análisis desde la perspectiva de la Ética.

 

Pero vayamos por partes. Antes hablemos un tanto de tres conceptos fundamentales: la ética, la moral y la conducta, y en ella lo permitido y lo no permitido, y esto en función de qué o por qué. Antes 

 

¿Qué es la ética y la moral?

Son dos conceptos que regularmente se confunden en el uso cotidiano. La razón de ello es que provienen del mismo término griego: el “ethos”. Este al ser traducido al latín pasó como “mora”, la tradición y costumbres donde mora el individuo. Y que originalmente el término griego precisamente significa “tradiciones y costumbres”.

 

Conductas en escuelas

Me estaba platicando una maestra de 4º de primaria sobre un alumno que justifica el no cumplimento de tareas en función que su madre no le había entendido al tema, y en otro momento que su mamá le había dicho que no iba a llevar los tres dulces de coco acordados porque no tenía dónde comprarlos, y que ya era muy tarde para…etc. Solo que así, me dice la maestra que ha sucedido varias veces durante estos meses del nuevo ciclo escolar.

 

Y hace como tres años, en el último ciclo escolar me sucedió de  un alumna que constantemente estaba en pleito a causa de chismes y quería que yo castigara a todas las alumnas con las que se peleaba, bien fuera porque se decían de cosas entre ellas, o porque a la alumna a la que me refiero, le decían que otra alumna había “hablado mal” de ella. Y además la alumna al hablar conmigo me hacía ver que si no le hacía caso de castigar o mínimo llamar la atención a las compañeras que según ella hablaban mal, le diría a su mamá, como advertencia para mí, porque “ella -su mamá- había logrado sacar a una maestra de la primaria que no “le había hecho caso en sus quejas”.

 

Y más se ha visto en distintos videos sobre alumnos que se pelean y se graban en video y este es difundido donde se observa que el que graba lo hace por divertirse y los demás compañeros que apoyan a uno u otro de los contendientes, en lugar de separarlos, más gritan para alentar a los contendientes, a manera de espectáculo, a manera de morbo, a manera de escape.

 

Y dentro de mi experiencia, en 2020 se me asignó el grupo de 2º grado grupo “D” de telesecundaria, que fue conformado con los diez alumnos de los grupos “A”, “B” y “C” que mostraban conducta de indisciplinados, “flojos”, y que venían desde la primaria y en consecuencia en el grado anterior, con bajas y muy bajas calificaciones. Y si bien lo he reflexionado desde otro punto de vista, ahora lo vinculo con lo ético tanto de la dirección de escuela que permitió esta discriminación hacia ellos (son acuerdos, me dijo la directora cuando se lo hice notar), como confinarlos en un lugar apartado, fuera de los grupos considerados como ·normales”. Y abundaré más adelante sobre este hecho.

 

Junto a los casos anteriores, vale asumir también las manifestaciones de conducta de algunos docentes. De estos se ha sabido públicamente de quienes piden dinero o mercancía a cambio de calificación, incluyendo en este intercambio las exigencias de lo sexual o fotografías de su cuerpo desnudo a alumnas y acaso también a alumnos.

 

Y hay casos, quizá pocos, y quizá menos graves que los anteriores,  pero también notorios, de quienes faltan constantemente, o llegan tarde consuetudinarios. Aquí refiero de casos que me han tocado vivirlo, por decirlo de manera popular, “nadie me lo ha contado”:

1.     “A esa escuela ya no la quieren”, fue la información que me dio una señora de tienda a donde pasé a comprar un refresco, y en la plática me preguntó a qué iba a la escuela sobre la que le preguntaba su ubicación. “Es que los maestros faltan mucho y no le ponen interés a las clases”. Ya dentro de la escuela me platicaron que en una ocasión en asamblea de padres de familia, acordaron sobre la puntualidad, que a las 8 am, en punto, se pondría el candado de la entrada y ya no se les permitiría entrar a los alumnos que habían llegado tarde. Y al lunes siguiente, puesto el candado a las 8 am, a como habían quedado, los alumnos ya estaban adentro, realizando el homenajes, solos, sin los maestros, y a eso de las 8: 15 sonaban el claxon para que les fueran abrir. Y eso a pesar del acuerdo. O pensaban quizá que el acuerdo solo era para los alumnos. Y los padres y alumnos pensaban que el acuerdo era para todos.

 

2.     En alguna ocasión estaba yo de director de una escuela telesecundaria. Y dentro de la gestoría que uno hace por las tantas necesidades de la escuela, me avisaron que pasara a recoger cien pupitres, una máquina de escribir de carro grande para los documentos y tres escritorios. Eso lo comenté con la plantilla de maestros (eran dos mas) y una de ellas me dijo: “y cuántos pupitres me puedo llevar a la casa”. Yo creía que era broma. “¿cómo? no escuché”. Y con ese aplomo que no cualquiera tiene me lo repitió: “Sí, cuantos pupitres me voy a poder llevar a mi casa”. Y yo haciéndome el sordo porque no lo podía creer. “Ninguna, cómo crees”, le dije mirándole fijamente. Y aún en esa situación incómoda para mí, me informa: “si así le hacíamos en la otra escuela de donde me vine para acá”.

 

A reserva de irme refiriendo a otros casos de los que supe porque me contaron o los viví en experiencia, a manera de ejemplificar conductas que van en contra de la buena marcha de una escuela, y contradicen lo que se enseña en valores como responsabilidad y cumplimiento, además algunas de esas conductas son delitos penados por al Ley, en el caso de el hostigamiento sexual hacia los adolescentes,  es necesario hacer un alto y reflexionar sobre la importancia de la ética para que la conducta de todos sea acorde a lo que la sociedad espera en el cumplimiento del deber, en lo que conocemos como deber ser. Lo que debe hacerse para el cumplimiento de los fines.

 

Y en el caso del presente trabajo, al final se plantean algunas propuestas para realizar, algunas que contemplan lo interior y otras que comprenden el exterior del plantel. Sabemos que no es tarea fácil implementar medidas, que poco a poco vayan despertando conciencia en el personal de un colectivo escolar. Para el buen cumplimiento de los distintos roles que justifican su presencia en dicho centro educativo.

 

Solo que también es preciso anteponer que la escuela no es un ente aislado, sino que forma parte de una estructura social, y quienes participan en el trabajo cotidiano tienen una formación distinta, incluyendo en ella la educación de los padres, la cercanía con un tipo de religión, y se recibe influencia sea del contexto del lugar donde se vive, así como de la mucha información que llega a través de los medios de comunicación y el internet. Y todo ese conjunto de ideas, con las que cada uno llega al plantel convergen en un mismo lugar y la convivencia cotidiana es el resultado de todo ello.

 

Balaceras en Estados Unidos y nuestro país

Y cuando escuchamos en la clase sobre la Ética y parte de su historia, seguimos pensando en lo que sucede en nuestra sociedad, y en específico en educación: la matanza de alumnos y maestros en centros escolares de Estados Unidos. Menciono solo tres casos: 

1.     El 24 de mayo de 2012, en Uvalde, Texas, el joven Salvador Ramos ingresó a la escuela promaria Robb y acribilló dando muerte a 19 niños de 4º grado y a dos maestras.

2.      El 16 de abril de 2007, en Blacksburg, Virignia, el estudiante Seung Hui Cho,  mató a 32 estudiantes y 5 maestros, hiriendo a otro numero considerable de personas.

3.     El 14 de diciembre de 2012, en Newtown, Connecticut, Adam lanza de 20 años acabó con la vida de 28, siendo ellos 20 niños de primer grad, seis adultos, y la directora y sicóloga de la escuela.

Es un horror lo que sucede. Y lamentablemente -de hecho terrible suceda donde suceda- también se han dado, aunque en muy menor proporción, este tipo de tragedias en nuestro país.  Uno de los más reciente es el que se suscitó en el colegio americano de Monterrey, nuevo León, en 2017, cuando el niño Federico Guevara Elizondo disparócontra compañeros, hiriéndolos, y a su maestra, matándola, y luego se disparó él mismo, falleciendo en el hospital.

 

Y otro el viernes 10 de enero de 2020, cuando José ángel, estudiante de secundaria, mató a su maestra e hirió a cinco de sus compañeros.

Y en el municipio de Cárdenas, en 2023, un estudiante da de martillazos, hiriéndolo gravemente a uno de sus profesores. Esto luego de que escuchó la calificación reprobatoria. 

 

Los hechos de violencia que menciono, menos en nuestro país, y mucho más en estados Unidos, reflejan, ante todo, una situación anómala de convivencia que cada vez parece que va creciendo, y mostrando a la vez, que los planes y estrategias para disminuir dichas tragedias no ha funcionado. Se debe en todo caso hacer una reflexión mucho más amplia, y poner atención no solo a los hechos concretos que giran en torno al ambiente de los centros escolares y en específico al entorno familiar de los estudiantes proclives a manifestarse con esos trágicos hechos.

 

Es necesario anticipar que no son hechos aislados, es decir, que no se generan por generación espontánea, sino que cada hecho tiene una o un conjunto de factoress que se conectan, aunque no precisamente formen parte de un plan premeditado (¿o si?), sino que son hechos unidos por circunstancias fortuitas. Y más aún, sean parte tan solo de un tejido de circunstancias que precisamente se van presentando debido a la ausencia de un plan con sus estrategias a largo plazo, en el que contemple la misión personal y de grupo, y una visión de cómo nos queremos ver como sociedad dentro de unos veinte años. Y aquí es donde hay que revisar algunos conocimientos adquiridos en la clase de Ética.

 

Sería bueno analizar:  ¿Qué nos dice la teoría? ¿Cómo podemos dar los primeros pasos para revertir esta dinámica? ¿Cómo podemos acordar programas concretos con resultados a corto, mediano y largo plazo? 

De entrada, y partiendo que los problemas tienen su origen en varios factores, debemos partir de que aún en el extremo de que no se tomen medidas extraescolares, el plantel educativo debe de realizar su plan. Es decir. Tener el plan articulado a un plan general exterior, y de acuerdo a la responsabilidad de cada uno de los actores en el plantel cumplir la parte que corresponde.

 

 

 

 

 

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