Normalistas rinden homenaje póstumo a Fernando Diaz Pèrez "El Pinder"


Con música, globos, aplausos y sentidas palabras, hoy lunes 21 de febrero en la mañana, el Maestro Fernando Díaz Pérez Pinder, fue homenajeado de manera póstuma por parte del personal docente, directivo, de apoyo y estudiantes de la Normal Rosario María Gutiérrez Esquildsen, en la cancha central de esa institución, su segunda casa, contando con la asistencia de su esposa María Tila Camacho, y sus hijos Anahili, Fernando y Amanda. 

Las palabras iniciales fueron del director de la escuela, Doctor José Manuel Hernández Franco, quien leyó una breve semblanza del maestro Fernando, donde destacó su nacimiento en Chiapas de padre cubano y madre veracruzana, en el año de 1959, siendo en esa entidad donde realizó sus primeros estudios y se destacó en atletismo y en futbol, llegando a formar parte de la selección del estado y nacional olímpica. 

Antes del inicio del evento, y para destacar su ascendencia caribeña, se ambientó con música cubana, específicamente la de grupo Buena vista Social club, que era parte de sus canciones favoritas. "De Alto Cedro, voy para Marcané, llegó a Cueto, voy para Mayarí...", canta Compay Segundo.

Se notaba pesar en cada uno de los participantes del evento que fue magníficamente conducido por el profesor Manases Sánches Pérez. Y fue transmitido por las redes sociales, para llegar a diversas partes del estado y del país, a donde lo siguieron gran cantidad de personas, por ser un personaje muy conocido por su participación tanto en la enseñanza como en el deporte en sus vertientes como deportista y entrenador.

Muy emotivas las palabras de uno de sus compañeros, decano del personal docente, el profr Ramón Selván,  quien visiblemente consternado y triste, destacó parte del perfil laboral y personal de El Pinder, el negro Fernando:  "En lo personal era alegre, muy enamorado, bailador y cantador, prudente, amable, discreto, respetuoso de todas las personas, optimista al cien por ciento. ¿Café? "sí, negro, para reafirmar color". Incansable, espontáneo. Fue maestro de primaria en Emiliano zapata, de secundaria y de normal. Era muy puntual, tan responsable, llegaba a su primera clase a las 6 30 de la mañana. Y a las 8 se iba a su trabajo en la Secretaría de Educación. Puntual como pocos". Y agregó:  "Para terminar les voy a contar tres anécdotas: Cuando lo visité en su casa para pedirle el voto, me aconsejó: si vas a participar es para ganar, piénsalo así, siempre. Cuenta con mi voto. La segunda: cuando hubo una asamblea electoral sindical para elegir delegado al congreso, el Negro escuchó que los dos candidatos se dijeron palabras altisonantes. Cuando Fernando pasó por su papeleta, subió al estrado y dijo "me da pena que en esta institución que es formadora de docentes, se den este tipo de incidentes. Acto seguido rompió el voto y tiró el resto al cesto de la basura. Y la tercera: al término de un evento, un muchachito muy valientito, de los perdedores, se le enfrentó al maestro diciéndole que hubo trampa, etc.. Y Fernando solo le dijo: "joven, ¡contrólese!. El próximo evento usted va a coordinar el evento y será el jefe de todas las actividades". Lo hizo para que el joven viera "como masca la iguana".

Posteriormente, luego de cantar el himno normalista por parte de todos los asistentes, los estudiantes Kevin Eduardo Ventura García, María Elisa Fernández Torres, del octavo semestre,  tomaron la palabra para expresar el pesar de todos los alumnos, y expresar el enorme cariño y respeto que le tenáin todos los alumnos. Recordaron una expresión siempre expresada por el docente homenajeado: "Bienvenidos al maravilloso mundo de la educación", esas eran sus primeras palabras de entrada a los grupos. Dichas palabras quedaron grabadas en las mentes de los normalistas de las distintas generaciones.

A nombre de la familia dirigió unas palabras de agradecimiento por el homenaje, el joven Fernando Díaz Camacho, hijo de El Pinder, que asistió con una camisa floreada, del tipo de las de uso de su padre, así como una muleta, al parecer, en alusión asimismo para dar la imagen última de la movilidad de su señor padre. Con dolor, pero completamente con dominio de sí mismo, de manera clara comentó sobre la alegría de su padre, de su acompañamiento de niño a las instalaciones de dicha institución, desayunando con él en la tiendita y sentado en las gradas viendo trabajar a su padre.

Por parte de la Secretaría de Educación asistió la maestra Nohemí Narváez Ávila, coordinadora de educación Normal,UPN y IESMA. Y el evento fue dirigido por el maestro Manases Sánchez Pérez.

El emotivo evento de homenaje terminó con el tradicional soltar globos blancos y azules por parte de los estudiantes, y con un minuto de aplausos por parte de todos los asistentes. Descanse en paz Fernando Díaz Pérez, El Pinder.


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