Palabras y expresiones llave: amor mío, tu rostro querido

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A diferencia de las palabras denominadas "clave", que son las que centran el tema o lo resumen, las palabras "llave" son, como se puede inferir por su nombre, las que abren. ¿Que abren? Ese es el punto sobre el que pretendo reflexionar en este texto.

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Porque hay asimismo actitudes que son llave en las relaciones, como por ejemplo la disponibilidad de contribuir, la solidaridad con los que requieren nuestra presencia o ayuda; y ya no digamos las más conocidas como la lealtad y honradez, considerados valores universales en la sociedad.

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Pero volvamos a las palabras denominadas llaves. Son aquellas que dan imagen de buenos gustos, de cordialidad, de buena educación y de valores. Vaya, como que son confiables las personas que las utilizan. El llegar a un lugar y decir "buenos días". La palabra "Hola", acompañada de una sonrisa. El levantarse en un restaurant para salir y decir "provecho" a quienes están alrededor. Esto yo nunca lo había visto en otros lugares, y lo escuché al estar en un restaurant en Tabasco. 

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Cuando uno cruza por un lugar donde hay personas, dice "con permiso". El recibir algo y decir "gracias". Y bueno, el no olvidar un favor que nos hicieron, y hacerlo saber con un "no olvido..." pero al contrario, olvidar el que hicimos. Que lo que una mano da no lo sepa la otra, dice el dicho popular.

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Llevar serenata es el conjunto de palabras clave que van en una canción y son expresadas afuera de una ventana o bajo un balcón de la persona amada. A veces es para pedir "perdón, vida de mi vida". Y buscar una reconciliación. Y en ocasiones es para simplemente dar a entender que "usted es la culpable de todas mis angustias..." El tema de serenatas es un tema amplio, y por tanto aparte.

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Y en efecto, la palabra perdón es palabra llave, porque se ha cometido un error, y se reconoce y como la otra parte está ofendida, escucha la palabra perdón, y puede ser que se compongan las cosas. Salvo que responda "Te perdono, pero no olvido", lo cual es muy común.

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Hay personas que son muy herméticas, en términos del tema del que trato, son poco expresivas, y menos con desconocidos. Suele suceder que en un elevador o sala de espera se encuentren cuatro o seis personas, y una de ellas por lo regular tiene habilidad para entablar conversación rápido. Esta, lo que tiene es conocimiento al respecto y lo ha desarrollado en la práctica, es el uso de palabras o expresiones llave. Y sabe que funcionan y lo perfecciona cada vez que tiene oportunidad.

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"Hola, qué tal". "Me da gusto saludarte". "A ver cuándo nos tomamos un café". "Te lo agradezco mucho". "No olvido el favor que me hiciste". "Gracias a tu participación salimos adelante". "Lo hemos logrado". "Contigo mi vida es mucho más feliz". Etc.

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Por cierto, hay personas, sobretodo amigos, que utilizan la palabra "mi amor" y "mi Reyna", ante cualquier circunstancia, aunque se aclara en específico con las mujeres. Solo que cuando se casan (cazan) las quieren seguir utilizando y se les genera pleito con la esposa. Porque en un restaurant se lo dicen igualmente a ella como a la mesera. "Gracias , mi amor" "¡¿Cómo que tu amor?!". Y se arma la trifulca.

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Como toda puerta cerrada requiere llave, y a veces doble llave, asimismo las relaciones humanas. En ocasiones por más que lo intentamos no funcionan dichas palabras. Pero nos queda la satisfacción que hicimos la parte que nos corresponde. 

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Y claro que hay personas que son especialistas de las relaciones públicas. La mayoría somos aprendices. Los expertos tienen palabras y expresiones llave para todo y en cualquier circunstancia. Los aprendices permanentes andamos probando de una y otra. A veces tratamos de utilizar la misma palabra o expresión para todos y en toda circunstancia. Y nos damos cuenta que no. 

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Y hay quienes se creen tan, pero tan expertos en ese tipo de palabras y expresiones llave, que las utilizan de una manera tan exagerada que se nota la falsedad de su trato para con los demás. Así que “ni tanto que queme al santo, ni tanto que no lo alumbre”, diría mi abuelita Francisca, mamá Pancha. "Bueno mis hermanos y hermanas, salud y gracias".