Yovanka sobre Carrington y Remedios

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La mayoría de quienes neófitos nos asomamos a los cuadros de pintura nos confundimos entre autores. A excepción creo de los personajes de Botero. Pero mucho más aún con la obra de Remedios Varo la española, y la de la inglesa Leonora Carrington, mexicanas por su decisión. 

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Ah, pero luego de la charla de ayer en el Centro Cultural de Villahermosa, impartida por la artista plástica, Leonella Yovanka, no nos queda duda:  Carrington es la de los difuminados; la Varos es la de los trazos claros, bien definidos.

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Con claridad suave, con acentuación precisa sobre la vida de cada una de las pintoras, la artista Yovanka, fue llevando de la mano a los asistentes, con definidos y precisos brochazos, parte mínima de ambas mujeres que destacaron por su pensamiento creativo plasmado en una obra fulgurante dentro de lo que se conoce como surrealismo, algo así como la realidad movida hacia lo sobrenatural e irracional.

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Fueron amigas íntimas sin lo prejuiciado del término. Eran hermanas por elección. Y recorrieron en sus orígenes destinos semejantes, paralelos un tiempo, con sus diferencias, por supuesto, para llegar a los puntos de encuentro por ser pensamientos de avanzada en ideas, aficiones y coincidencias en la conceptualización del arte. La vida y el arte. La mujer, la vida y el arte.

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Apoyada en diapositivas propias y necesarias para estos temas, en los que se resalta la obra con sus grises matizados y sus colores vivos, a semejanza de la vida, Leonella Yovanka hizo gala de alegría, seguridad y conocimiento del tema. Resaltó detalles, anécdotas, vicisitudes de ambas, matrimonios amistosos, que no es decir poco, y detalles específicos que nos permiten asomarnos por las rendijas del tiempo a dos grandes pintoras, a una época y a las sociedades cerradas que tratan a sus genios como en la edad media. 

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Leonora Carrington y  Remedios Varo eligieron a México como su tierra madre, país de contrastes, desigualdades y oportunidades. Y siempre estuvieron agradecidas por ese trato del país que las vio vivir y morir. 

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Felicito al director del Centro cultural, artista Misael Samano, quien está realizando un trabajo de promoción cultural, con limitaciones presupuestarias, pero con entusiasmo, creatividad, y poder de convocatoria para que participen artistas de todas las edades.

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Algo de lo surrealista es la escasez de público, pero a eso ya estamos acostumbrados en Tabasco, en el sureste y en diversas partes del país.