Jovial, risueño

Quizá por la revisión de fotos viejas. O encontrar juguetes que jugamos. Cito a mi padre en León. O San Felipe. Y lo veo venir. Que alegría. Es alto. Bien parecido. Sus ojos verdes. Y la sonrisa más los brazos abiertos de júbilo. Y nos abrazamos de película. El como estas. El me da gusto. Y las dos sonrisas. Sentir esa seguridad. Mi padre en la infancia me abotonaba la camisa. Me peinaba. Ahora nos encontramos previa cita en uno de esos lugares muy suyos recorridos por él tantas veces. Vamos, te invito el desayuno me dice adivinando mi hambre de madrugada. Y caminamos en trancos rítmicos y grandes. Como si flotáramos. Entrando al mercado veo a mis dos hermanos. También jovial es. Y los abrazo. Que bueno que vinieron. Y más alegría, también mi hermana chica. Con sus hijas, muchachas encantadoras. Nos abrazamos. Y empezamos a comer, tacos de mixiote.

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