Cortejo

Así es en sueños. Hemos llegado a Itaca. El viaje estuvo bueno. De mucho aprendizaje. Días y noches a veces tranquilas o de borrasca. De arribar en ciudades porteñas. Entrar a sus mercados. Escuchar idiomas de Babel. Dejé mi dirección para cartas. Mi número telefónico. Y la esperanza de volver, mi negra. Pero todo ha quedado atrás. Se ha perdido mi cuaderno de apuntes. Ahora sueño que voy en el cortejo. En mi cortejo. Y miro todo alrededor. En el sueño sé que es un sueño. Que me puedo despertar en el momento que  quiera. No me han de enterrar. Tengo el arma, que es el despertar. Miro a la gente alrededor. Las flores. Los rostros.

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