Extrañar todo

De pronto uno empieza a extrañar todo. Es cuando te das cuenta al fin que la vida es un ritmo ausente por las tardes. Ya está sonando la última campana en el ring de la vida. Y caes en cuenta que el pez de la existencia nunca fue atrapado. O bien casi escapa por un agujero de la red. El juez de arriba por la casa nunca empezó, de dar las explicaciones para comprender el secreto, los secretos. Y nos va dejando de soplar. De poco en poco. Uno empieza a extrañar la primaveras aquella de los primeros pasos. La canción Amor de verano de Roberto Jordán se vuelve un himno. Casa de infancia, escuela, trabajo, te reiteran el adiós. Y uno se aferra a la memoria como clavo ardiente. Extrañar todo sirva para darle sentido al caramelo del presente. Al pan dulce del presente. Sin importar la caries de la existencia que se hace cada vez y cada mes más grande.

Comentarios

Entradas populares de este blog

lecturas 20. Poemas de Carlos Pellicer Cámara

De cartas

¿Por qué así, señor periodista?