Guitarra rota
Un accidente, y cayó la adorada y curvilínea guitarra. Se le rompió la cabeza del mástil. Como ya estaba pegada de allí, creí que era el mismo lugar. Y no. Otro. El caso es que estaba decapitada. Lastimada y lastimera. Imposibilitada para acompañar. Y las cuerdas sueltas. Parecía que me miraba preguntándome Quien ahora te acompañará a dar serenata por la Voz de la frontera. Busqué tutoriales en YouTube. Vi dos o tres, donde reparan la misma parte. Y me dispuse antier a repararla. Ya tenía a la mano el pegamento, la prensa y lija. Puse suficiente pegamento al hueso roto. Digo, a la madera. Uno las partes. Espero unos minutos. Luego pongo la prensa para presionar a las partes que se unen. Y a esperar. El instructivo del pegamento dice que en 24 horas alcanza su máximo de adherencia. Ah, para eso antes se desarma la maquinaría. Esperé 48 horas para pintarle de negro mate su parte unida. Y ya hace unas horas la armé como nueva. Puse sus cuerdas mezcla metal con de acero. Por no tener todas de metal a la mano. Y la afine bajito. Así algunos días. Hasta que en una semana la afine normal. De nuevo tengo mi guitarra Ibañez negra, lista para acompañar de serenata, a donde sea.
Comentarios
Publicar un comentario