De banqueros

Cuando hoy viernes 13 los banqueros despertaron AMLO estaba allí frente ellos, exponiendo sus ideas en un discurso.  Era la Convención 84 de la Asociación de Bancos de México AMB. Los del biyuyo, diría el niño. Fue en Acapulco. Y previo al discurso del presidente de México, habló el Secretario de Hacienda y el presidente de los convencionistas. El lema que escogieron fue La prosperidad para todos en la era digital. El discurso del paisano tabasqueño es siempre directo. Pero sabe también el terreno que pisa. Niño del Rivero, dio datos sobre el servicio social que prestan, expuso respecto al crecimiento de sus plataformas digitales, con un inicio de discurso que se fue muy atrás en el tiempo, desde que la parte de la tierra hace 145 millones de años, en el período cretácico,  eran solo dos grandes continentes. Hace 145 millones de meses se crearon las capas de la tierra de Chiapas,  Reforma y Akal que albergan los yacimientos petrolíferos... hace 145 millones de días algunos investigadores señalan que empezó a desarrollarse el lenguaje humano; hace 145 millones de transacciones bancarias fue ayer.. y esto no fuera posible sin la implementación de herramientas digitales... Al final de su discurso expresó con claridad: los dueños del dinero invierten solo donde hay estabilidad y seguridad, donde hay certidumbre, donde hay confianza. Lo que no dijo es que si no se dan esas condiciones, el capital se lo llevan a otra geografía. El capital no tiene la noción de patria. El discurso de AMLO fue largo, y muy seguro de sí mismo. No conmovió al áureo auditorio con sus datos de inversión en becas, apoyo a las personas con discapacidad y a las de la tercera edad. No aplaudieron cuando dijo sobre primero los pobres. Ni los motivó a aplausos con las cantidades de millones aplicas a la inversión social. Ellos conocen de esas cifras y más. Ni tampoco aplaudieron cuando les dijo que la inseguridad la está controlando y que va hacia la disminución. Ellos, los banqueros, callados, sombríos. El presidente no dijo "me canso ganso", ni era el momento, ni se lo iban a aplaudir.
Fue solo en cinco momentos que le aplaudieron:
1, Cuando se refirió a que respeta la independencia del Banco de México.
2.- Cuando les dijo que sobre el coronavirus él no habla, sino que hablan los científicos, los que saben.
3.- Cuando les dijo que el nuevo esquema en salud es para que todos tengan atención y medicinas.
4 y 5. Cuando les aclaró que no va haber reforma económica que venga del ejecutivo. Vamos a mantener el mismo marco legal. Si hay algún cambio, vendrá de ustedes. Los bancos se regulan con los bancos. El mercado se regula con el mercado.
Al final les dió un tengan para que aprendan. "El grupo Banorte es el que se portó bien al bajarle el costo de las comisiones en el envío de remesas. Ojalá que el próximo año sean otros".  Recordó cuando (el poeta Álvaro) Mutis le dijo al Gabo al entregarle el libro de Juan Rulfo, Pedro Páramo: tenga para que aprenda. "Así les diría yo, tengan para que aprendan".
A lo último se pidió entonar el Himno nacional mexicano. No se escucharon las voces de los banqueros. Estaban serios. Circunspectos. No están acostumbrados a cantarlo. Y tampoco aplaudieron cuando se anunció que se retiraba el presidente.