Tomo café
Tomo café y es día 9 de marzo. Ayer hubieron muchas manifestaciones legítimas. Empezaron a circular fotos desde la mañana. Una de ellas con los nombres de mujeres asesinadas con violencia y desaparecidas. Y las que más tarde circularon donde se ven, dependiendo del lugar, cientos y miles de valientes mujeres marchando. Y también fotos de personas encapuchadas realizando actos de vandalismo. Vidrios rotos. Monumentos pintados. Pero hemos visto notas a diario de atentados y asesinatos con saña perpetrados contra mujeres. Hemos visto y escuchado abusos reiterados contra ellas. Y eso es solo la punta del iceberg sobre la condición femenina. Discriminación criminal contra ellas, que inicia desde la familia, cuando en muchos casos, específicamente en el área rural y en las colonias de la periferia, se le da preferencia al varón para estudiar, y en la casa les dividen las tareas, las que son para niños y las que son para niñas. Dichos paradigmas y estereotipos se refuerzan en la escuela y fuertemente en los medios de comunicación.
Y volviendo al día de ayer, también vimos fotos solidarias donde mujeres en marcha se abrazan a mujeres policías, y otras fotos donde comparten agua con ellas. Con claridad muestran las fotos las dos caras de la moneda. Y son los medios de comunicación que para su mejor venta destacan en primera plana, y como foto principal lo que quieren proyectar, lo que quieren editorializar: lucha mayoritariamente pacífica con islas de vandalismo o feminismo violento y vandálico.
Y en las redes subieron varios textos de opinión. Y es de suponer que coincidimos con algunos y con otro no. Hay unos con muy mala intención. Y otros con muy buenos razonamientos. Incluyendo algunos con datos, en los que evidentemente violaciones es en mayoría a mujeres; y el sentir miedo a que les pase algo fuera de casa, es mayor en las mujeres que a los hombres.
Yo coincido con casi todas las opiniones en contra del vandalismo, y estoy en contra de de la pinta a monumentos y daños a comercios. Pero deslindo a los vándalos de la lucha feminista. Y a la vez me pongo los zapatos de los padres que han perdido hijas o sobrinas o nietas a manos de un feminicida, y claramente mi prioridad es el dolor de las familias víctimas, y en segundo lugar el daño a monumentos históricos. Aclaro, no estoy de acuerdo con ese tipo de actos. Lo reitero.
Para recordar, comparto algunos datos, tomados de internet, sobre esta conmemoración:
Y volviendo al día de ayer, también vimos fotos solidarias donde mujeres en marcha se abrazan a mujeres policías, y otras fotos donde comparten agua con ellas. Con claridad muestran las fotos las dos caras de la moneda. Y son los medios de comunicación que para su mejor venta destacan en primera plana, y como foto principal lo que quieren proyectar, lo que quieren editorializar: lucha mayoritariamente pacífica con islas de vandalismo o feminismo violento y vandálico.
Y en las redes subieron varios textos de opinión. Y es de suponer que coincidimos con algunos y con otro no. Hay unos con muy mala intención. Y otros con muy buenos razonamientos. Incluyendo algunos con datos, en los que evidentemente violaciones es en mayoría a mujeres; y el sentir miedo a que les pase algo fuera de casa, es mayor en las mujeres que a los hombres.
Yo coincido con casi todas las opiniones en contra del vandalismo, y estoy en contra de de la pinta a monumentos y daños a comercios. Pero deslindo a los vándalos de la lucha feminista. Y a la vez me pongo los zapatos de los padres que han perdido hijas o sobrinas o nietas a manos de un feminicida, y claramente mi prioridad es el dolor de las familias víctimas, y en segundo lugar el daño a monumentos históricos. Aclaro, no estoy de acuerdo con ese tipo de actos. Lo reitero.
Para recordar, comparto algunos datos, tomados de internet, sobre esta conmemoración:
"El 8 de marzo de 1857, miles de trabajadoras textiles decidieron salir a las calles de Nueva York con el lema 'Pan y rosas' para protestar por las míseras condiciones laborales y reivindicar un recorte del horario y el fin del trabajo infantil.
Fue una de las primeras manifestaciones para luchar por sus derechos. Distintos movimientos, sucesos y movilizaciones (como la huelga de las camiseras de 1909) se sucedieron a partir de ese episodio, que sirvió de referencia para fijar la fecha del Día Internacional de la Mujer en el 8 de marzo.
El capítulo más cruento de la lucha por los derechos de la mujer se produjo, sin embargo, el 25 de marzo de 1911, cuando se incendió la fábrica de camisas Triangle Shirtwaist de Nueva York. Un total de 123 mujeres y 23 hombres murieron. La mayoría eran jóvenes inmigrantes de entre 14 y 23 años".
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