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Mostrando entradas de mayo, 2021

Tercera edad y muerte (1a parte)

1 Rara vez pensamos en la vejez y mucho menos en la muerte. Y cuando lo hacemos, tratamos de salirnos del tema, porque es algo desconocido, y porque pensar para preocuparnos, al menos no es lo mío. Hay un chiste que repito mucho al respecto: le dice una persona a otra: “esa estación de radio antes ponía canciones aburridas; ahora ya no”. Y bueno, aunque los chistes no necesitan explicación, este se refiere a que la estación sigue poniendo las mismas canciones para personas de la tercera edad, algo así como “azul” o “recordar es volver a vivir” y dicha persona ya llegó a esa edad.  2 Emilio, un amigo, ex compañero de trabajo nos decía: “cuando yo estaba niño morían los abuelos de mis amigos; de adolescente, los padres; y ahora están muriendo personas de mi edad”.  Y lo decía en referencia al paso del tiempo, y al avance de nuestra edad. Y yo sacaba una frase dominguera: “el tiempo es una máquina de destrucción masiva, y lo hace lento, pero implacable”. 3 Yo juego mucho con mis hijas. Un

Sábado de carne asada

  1 Ayer improvisamos asador, pusimos carbón y asamos carne, en la casa de mis papás, y como si ellos estuvieran. O mas bien como cuando ellos estaban. Vinieron dos hermanas de Brownsville. Convivimos y platicamos, que de eso el corazón y el alma se nutren mucho, y nos tomamos algunas fotos del recuerdo.    2 De antes de la pandemia que no nos reuníamos. Y en el transcurso de ese tiempo solo llamadas telefónicas. Y para variar en febrero pasado falleció Mariano, mi hermano mayor, entonces, como no pude venir esos días, acordamos que viajaría yo luego de la segunda dosis de vacuna anti covid, para realizar rezos y que yo pudiera estar presente. Así que decidí estar varios días en esta ocasión, y precisamente quedarme en la casa donde crecí, para sentirme acompañado por quienes ya no están, y nutrirme al recorrer cada centímetro de la casa y el patio. 3 Y fuimos recordando en grupo cada una de las plantas que había cuando éramos niños. Y cada quien contaba algo al respecto. Así pasó en l

La culpa es del olvido

El olvido llega en el mejor momento Y es su culpa que no haya nombres específicos Una nueva vida comienza cuando hay un final Y a la flor seca sigue un botón que se abre. No tengo el registro de varios nombres Y a veces llaman o llegan mensajes con miel de números que desconozco. La culpa es del olvido y de los nuevos teléfonos  que no tienen el directorio viejo.

¡Hágase la luz!

1 Nada hay peor una noche calurosa, que cuando se va la luz. Ha de haber otras cosas peores, lo sé, pero esta de pronto nos deja perplejos y a oscuras. Y más si no tenemos unas velitas o veladoras que permitan vernos. Y entonces esperamos un milagro burocrático de atención a la población, y en automático los trabajadores de la CFE hagan volver la luz, y de plano decimos “hágase la luz” (fiat lux) para ver si así, pero nada.  lo peor que no tienes internet y casi nada de carga en la batería del teléfono. 2 Si es de día, no es tanto el problema. Porque tenemos la luz natural, que es una maravilla. Pero entramos a las habitaciones y de manera automática le hacemos click en el “off” “on” y nos damos cuenta que no ¡hay luz!  3 Esto nos sucedió en un área de Matamoros precisamente la noche de la esperanza cruz azulina en el partido de ida. Al minuto 50 se fue la luz. Y ya no regresó hasta bien entrada la mañana del día siguiente. Fue por internet que me enteré a través de una pantallita de a

No hay cura

Para combatir al amor no hay cómo Para curarlo no hay cuándo Tampoco enfermo que se quiera curar Ese dolor permanente es dulce tormento del que nadie quiere salir Se atiza al fuego Se afila el cuchillo Se dirige bien la flecha Y esa pandemia vital a veces suele matar  pero  de ella nadie quiere huir.

Interrupción

1 Casi no veo televisión. Sólo ayer me animé a ver el partido de ida de la final del fútbol mexicano entre Cruz Azul y el Santos Laguna. Y menos veo fútbol, solo que hay un interés especial por ver el desempeño del equipo cementero. La razón es que en semifinales del torneo de liguilla del año pasado, en el partido de vuelta echó por la borda una cómoda ventaja de 4 goles contra el Pumas obtenida en el de ida. 2 Curioso y raro. Para el 2o partido los Pumas necesitaban 5 goles para ganar y los obtuvieron. El quinto gol en tiempo de compensación. Y la especulación áun no termina que algunos jugadores cruzazulinos sencillamente se vendieron. Al respecto vi decenas de veces la repetición de los goles y efectivamente los defensas  se quedaban impávidos ante la entrada de los delanteros Pumas.  3 Escribiré algo para que se rían mis amigos de la Normal que son verdaderos futbolistas y por lo tanto conocedores: yo les hubiera estorbando más a los delanteros Pumas y mínimo hubiera evitado un go

El abismo del amor

Cuando al abismo del amor me asomo echo de antemano a volar las palomas del olvido por si  andan detrás de mi las decepciones todo fluya de manera normal  y se abra el paracaídas del retorno. He corrido con suerte en la quimera de olvidar los nombres antes de marcharse De un ventajoso Alzheimer echo mano y mi triunfo en la derrota es el recuerdo. 

Amo a la mosca

1 Amo en la mosca su persistencia en proyectar una imagen que todos aborrecen. Menos yo 2 Aletea frecuente en mi oreja Se posa en mis brazos y piernas De pronto ya está en mi nariz Juega 3 Tantos halagos y caricias empalagan. Poca sabe bien Tanta miel mata moscas 

Anoche, nostálgico, escuchaba a la Rondalla de Saltillo

1 Formé parte de la Rondalla de mi escuela Normal, que tocaba canciones éxitos de la de Saltillo. Y cada canción decía mucho de lo que sentíamos. Amistad, noviazgo,  rompimiento,  y todas esas circunstancias que se le presentan al hombre y mujer que aman. 2 Eran esos años de 1975-1979. En ese lapso tuvimos dos directores del grupo musical: Alberto Ortega y Cristóbal Maldonado Villarreal. Ambos geniales, en sus distintos modos de dirigir. 3 Y estuve los cuatro años de mi Normal como integrante. Una tarde, cuando estába yo en primer grado, entró al grupo Alberto Ortega, para hacer una invitación general en todos los grupos de primero, y casualmente era la clase de Juan Pablo Fuente, mi maestro de música en la secundaria y lo seguía siendo en el Normal. Entonces Juan Pablo dijo:"Aquí tienes ya uno, a Solís",  porque me conocía de la secundaria. Y así ya estaba yo en la rondalla de la escuela. 4  Los ensayos eran a la salida del horarioescolar, que era de 3 a 9 de la noche. Así q

Entre irse y venirse

Entre ires y venires transcurre mi vida Giros a la noria y tardes de ensueños que al final a nada conducen Se escribe lenta  la historia personal mientras como loros  repetimos ser o no ser. Y todo al fin termina como esas plantas que al morir ya tienen descendencia Y todo empieza de nuevo.

Impermeabilizando casa y alma

  1 De vez en cuando impermeabiliza el techo de tu casa y tu alma. Y hago referencia a las dos cosas, porque una ilustra a la otra. En el caso de la casa, la humedad que queda luego de las lluvias poco a poco va trasminando y horada lentamente el concreto hasta llegar a la varilla que se oxida, infla y hace presión a la capa interior del techo de las casas y se empieza a desquebrajar lento, pero persistente. 2 Lo mismo sucede con tu alma (es un decir literario) que al estar expuesta de manera cotidiana a las iras, envidias y chismes, o a comentarios de mala fe, entonces todo ello igual trasmina y va dejando rescoldos de resentimientos que logran hacer cambios en nuestra forma de ser, es entonces que andamos de mal humor, se nos ve serios o distantes, y a veces respondemos de manera no apropiada. Así que de vez en cuando una impermeabilizada que sea de las de mayor durabilidad para que esa humedad malsana de sentimientos y decires contra uno no penetre a nuestra alma y se mantenga siemp

Colibrí

Miro y admiro al colibrí De flor en flor, por la miel Me mira, quizá una lección me quiere decir.

Necesidades

Para vivir se necesita poco: aire, agua, luz,  algunos versos, abrazos palabras y besos. Para morir solo basta estar vivo

Tomo un café

  1 Tomo café. Ya cuando es muchas veces en el día, entonces siento algún malestar, principalmente en el oído o en un ojo. Y cambio a té. O a leche sola. Para eso ya he utilizado el café descafeinado. Y aunque no sabe igual que el americano normal, sustituye ese sabor que algunos sentimos como inspirador. Invitar a tomar café es un pretexto para charlar y componer el mundo. Nunca termina uno de componerlo y menos si es solo de palabras, pero nos queda la satisfacción de poner sobre el plano de las ideas posibles soluciones al cambio climático, por ejemplo, o a la corrupción. Claro, entra el tema de la lobita Sarita Sosa y sus caperucitas medios hermanos. 2 El café no me quita el sueño, tampoco las preocupaciones, que son pocas e insignificantes. Puedo tomar café a las 10 de la noche. Y si de dormir se trata, a las 11 de la noche ya estoy roncando como un angelito. Y así sigo hasta despertar religiosamente a las 6 de la mañana, incluyendo los domingos. Y a seguirle con las rutinas diari

Hacia la nueva normalidad educativa (colaboración para revista)

  Hacia la nueva “normalidad” educativa Antonio Solís Calvillo   El mejor tiempo siempre será el presente. Aún con sus problemas y contradicciones. Este presente continuo nos tiene desde marzo del 2020 en zozobra por la pandemia del Covid, y con la esperanza de la vacuna que es ya una realidad en gran parte de la población, sobretodo en las personas de edad más vulnerable.  A partir de ahora deberán de irse acomodando de nuevo las cosas a una “nomalidad” que deberá ser distinta a la anterior: con mejor sentido humano, tanto en lo personal y social,  y con responsabilidad para con el planeta, nuestra única casa. Por ejemplo en el plano educativo, se tuvo que improvisar un modo de enseñanza aprendizaje en la modalidad de virtual. Hay que valorarlo porque simplemente no había de otra, aún con sus evidentes limitaciones, y que un sector amplio de la población no cuenta con la facilidad técnica del internet y de la telefonía. Y entonces los maestros heroicos tuvieron que hacer uso de su cre

Amor eterno

Dura en lo eterno el amor mucho menos que la vida. A pesar de promesas y juramentos. A pesar de lealtades reales y menos en las ficticias. Un rayo es breve y estremece  Un cerillo se enciende y consume La flor se marchita La belleza juvenil no perdura por más que se haga ejercicio o se use silicona rejuvenecedora ¿Qué esperanzas que el amor dure tienen los amantes? Más lo bailado en brevedad ¿Quién lo quita?

Somos instantes

Saltes o no en el tiempo solo somos instantes Fugacidad  en el todo de la nada Te des cuenta de ello o no Brevedad somos, como suspiro Solo eso y nada más: vino, vivió y se fue. Así, ese polvo que ves trata de decirnos algo. "Fui, serás, fuiste".

La casa de los abuelos

  1 Pasa el tiempo y llega un momento que la casa de los abuelos se cierra. Y todo lo que había, los retratos y la risas infantiles, las largas charlas con taza de café en la mano, se junta con el polvo, las telarañas, llegan las termitas, los ratones merodean y solo quedan en la memoria los días del pasado cuando llegábamos allí y los abuelos nos esperaban con la mejor sonrisa y un regalito guardado en la espera de nuestra llegada. Y ese regalito era simbólico aún guardamos como distintivo de nuestros mejores años. 2 La casa de los abuelos es a la vez la de ellos, la de nuestros padres, y será en algún momento la casa de nosotros, en esos ires del tiempo (iba a escribir vaivén, pero no le corresponde porque no hay regreso). La cocina guarda los olores de la pimienta y los ajos, la pared de la cocina algo negra por el humo de tantos años donde se cocinaron las mejores viandas, se hizo el mejor café, que tenía sobretodo el ingrediente infaltable de las historias de nuestros viejos y sus

Pedro García, El Malo y Leonel De la Cruz Osorio

1 A Pedro García y a Leonel De la Cruz los conocí en el PRD. Aunque formamos parte de grupos diferentes,  siempre hubo aprecio y reconocimiento al trabajo de cada quien. Lo que nos permitía platicar largo rato en un café, en las oficinas del partido o en la calle cuando los mítines, las manifestaciones y las protestas. 2 Era grato platicar con ambos, porque no había ni fanatismos, no aferramientos. Simplemente exponía cada quien su punto de vista. Y bien se coincidía o se agregaban puntos de vista. 3 "¿Tú eres Pedro el bueno o el malo?", era mi manera de jugar en el saludo. Y él, reconociendo el juego respondía sin dudar que era el malo. Pedro el malo, él se autono braba, y así le decíamos. 4 Me entero apenas que murió. Y no reciente, sino en junio del 2015. Ese año yo entré a una actividad profesional que ocupó mi tiempo sobremanera, y me quité de las actividades del partido. Así que no me enteré de su muerte, la cual lamento, porque era una persona leal a sus principios y a

Más allá del recuerdo

Más allá del recuerdo que habitamos Y la memoria, cajita de Pandora El tiempo se hizo cargo de todo Mezcló olvidos e indiferencia  con cartas no escritas, o sin respuesta. Y cada vez ganó más terreno la distancia  Más allá del recuerdo está una rosa seca un café frío, cuencas vacías Y hay cenizas tercas  que quieren volver al fuego

Sí, que vivan los estudiantes

1 La sola expresión ¡que vivan los estudiantes!, da sentido al día de hoy, que está dedicado a ellos. Son la verdadera, real y única esperanza de la humanidad, que en ese proceso de adquirir conocimientos sepan que representan lo mejor de la sociedad en su conjunto y lo mejor en la etapa del individuo. 2 Y no son expresiones demagógicas, sino entonces ¿qué es el individuo sin la actitud de aprender más del conocimiento humano creado por generaciones? ¿qué sociedad es la que se niega al desarrollo del conocimiento? Y hasta dónde vamos a parar, diría El Buki, en una actitud de adorar la ignorancia y el primitivismo? 3 ¡Que vivan los estudiantes!, es una canción de Violeta Parra, cantautora chilena, que en sus versos entre juego de expresiones, refleja la admiración por esa edad y esa etapa de los sueños rosa, que regenera las ansias de saber, de conocer, de componer el mundo. He aquí algunos versos:  "Me gustan los estudiantes/ Porque son la levadura/ Del pan que saldrá del horno/Co

En el jardín de mi madre

 En el jardín de mi madre un colibrí nos visita.  "Es ella", me dicen   en forma de ave.

Se vale soñar

    1 A cambio de no haber sido lo que he querido, he sido un poco de todo. Me ha faltado disciplina para llegar un poco más en cada rama que quiero, pero he probado aquí y allá, y eso me ha dado una modesta visión panorámica. Un poco de fotografía y redacción de textos. Un poco de periodismo y otro tanto de literatura. Y asimismo redactor de cartas de amor para quienes no saben leer y escribir. A veces creo que me engaño a mí mismo y me descubro desenmascarándome. Es cuando me miro al espejo y me digo a mí mismo: échale ganas en algo que sí puedes llegar a ser: peatón consumado. 2 Y es cierto. Me encuentro cómodo siendo peatón. Camino una cuadra y quiero caminar otra. Y así poco a poco, distrayéndome en lo que veo, llego a mi destino. Reviso la aplicación de “Atletas” del teléfono y me doy cuenta que ¡he caminado nueve o diez kilómetros¡. Y es entonces me digo: sí, soy un peatón. Y me regreso feliz a mi casa y hago otro tanto de vuelta. Cansado, feliz, contento, luego de 18, 19 o 20 k

Divagaciones de viernes (o el cuerpo ya no lo sabe)

Divagaciones de viernes (y el cuerpo no lo sabe) 1 ¡Ay de aquel que no crea sus sueños! ¡Y ay de aquel que crea que la vida es real! Yo cuando despierto me doy cuenta que es a otro sueño que abro los ojos y me mentalizo para creer que es la realidad. Yo he buscado en todos los rincones de la casa a mi madre y padre, y nada. -¡Siempre sacas el tema de ellos- -Sí, siempre, porque es la única referencia que tengo de mis ancestros responsables de este sueño que es mi vida, lo mismo que las de mis hermanos, que uno de ellos ahora, por cierto, ya no está. 2 Entonces me despedí de ellos, de mis padres y hermanos, y salí a recorrer el mundo (apenas algo más allá de mi barrio). Y ubicando mi mirada entre el camino y el cielo pude darme cuenta de varias cosas: que la vida individual es prescindible para el mundo. Que la naturaleza es benigna e indiferente. Que un pez o una hormiga tienen la misma importancia que el ser humano para la vida natural. Y que la arrogancia y vanidad de este le han lle