Línea dorada

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Con el perdón del lector, escribiré sobre el desplome de trabes en la linea 12 del metro de la Ciudad de México, en estación Olivos. No podemos quedar callados ante la tragedia. Y más cuando te vas enterando de situaciones particulares de los pasajeros: las hermanas que viajaban, lo mismo el padre y el hijo; o la pareja que iba en el auto luego de ir al dentista; y luego no deja dudas la hora del siniestro 10: 30 de la noche, que dicho metro lo abordan trabajadores, que salieron desde la mañana a buscarse el pan y que regresan de noche a descansar del ajetreado día. Veinticuatro familias enlutadas. Y decenas de heridos, para quienes la vida ya no será lo mismo nunca más.

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La novia quedó sin novio o viceversa; la familia quedó sin padre; la esposa sin esposo. Y tantos destinos que coincidieron a esa hora del derrumbe, y que en la mañana habían salido de su casa, y la ruta los llevó al descanso eterno y a otros al hospital, y sin deberla. Solo que ya había indicios de la falla en ese preciso lugar. Y muchos decían, "más temprano que tarde, en algún momento va a suceder", y sucedió. Pero también se dice que niño ahogado pozo tapado; y en muchos otros lugares de las lineas del Metro se miran evidente deterioro, que permite prever para corregir y evitar otra tragedia. 

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No nos sea ajeno ni indiferente a lo que le sucede a otras personas. Hagamos empatía por los que ahora sufren. Bien pudo ser mi hermana o hermano, mi novia, mi esposa, mi padre o madre, mi hija o hija, mi amigo o amiga, mi maestro, mi vecino, mi compañero o compañera del trabajo. Nos puede tocar a nosotros mismo como les tocó a ellos. Yo también viajo en Metro, yo también cruzo en auto particular o transporte público un puente que tiene fallas en la estructura. Todos estamos expuestos a que una concatenación y coincidencia de hechos fortuitos, además de la  negligencia aparte o junto, termine con nuestra vida.

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Aún más: nosotros también pasamos en carretera junto a trailers de doble remolque o "madrinas" que llevan varios autos, o llevan material pesado, grandes tubos, etc, y puede caerse sobre nuestro auto. También pasamos junto a vehículos que transportan gas, gasolina, diesel u otro material peligroso, combustible, que con fallas, puede terminar con nuestra vida. También pasamos a veces en medio de una balacera y puede suceder lo mismo. Todos estamos expuestos.

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También estamos en un estadio del que pueden derrumbarse las gradas, estamos en la superficie donde puede derrumbarse caer un avión o un helicóptero, o cruzamos calles donde puede cruzar un vehículo sin frenos. Todos estamos expuestos. Solo que hay evidencias que el punto donde fue el accidente del metro "Dorado" ya tenía fallas denunciadas por vecinos y publicadas las fotografías tanto en Facebook como en medios periodísticos.

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Imagino a las personas humildes que viajan todos los días en el Metro. Pero más imagino a las personas que utilizaban esa ruta 12  de ida y vuelta todos los días. Que la tragedia pudo haber sucedido en cualquier día antes, y en cualquier horario. La falla estructural estaba y cada día que pasara se acercaba a su punto de quiebre. Hasta que sucedió con las consecuencias lamentables ya conocidas de muertos y heridos.

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La línea fue construida desde 208 e inaugurada con fanfarrias en 2012. En todos estos años a la fecha se han descubierto fallas graves en su construcción, agravadas por el sismo de 2017 y se ha tratado de hacerle correcciones. Y se ha pagado millonadas por mantenimiento. El sindicato del Metro tiene localizados los puntos débiles de todas las líneas, incluida la llamada Dorada. Dichos datos son entregados a la administración correspondiente. No solo en este sexenio, sino en los anteriores. Cierto hay que esperar las conclusiones de las investigaciones que podrían tardar tiempo suficiente para cuando ya estuviera parte en el olvido. Meses o años. Pero dicen que la cuerda se rompe por lo más delgado. 

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Un padre en el hospital, su hijo de 11 años, muerto. Una muchacha en el hospital, quebrada su cadera y otras partes, su hermana muerta; una pareja de novios él de 19 años, ella de 22, heridos ambos en hospital. Y así cada uno de quienes perdieron la vida, o están heridos, con una historia personal, con sueños y anhelos, truncados o aplazados, en el caso de los heridos. Y una señora que se bajaba la estación antes de ese punto, y prefería caminar un tramo, y así le hizo y se salvó. 

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Yo recuerdo cuando el terremoto de 1985, que se descubrieron varillas de menor grosor en edificios derrumbados, se descubrieron trabajadoras costureras que trabajaban como esclavas, y se anunciaron por las autoridades (pasmadas) de ese momento que se harían las investigaciones correspondientes, "se castigarán a los culpables", "caiga quien caiga". Y nunca se supo nada, bien porque no se hizo nada de investigación, o porque se ocultó para no tocar intereses de grandes corporaciones y consorcios que se dedican al negocio de la obra pública en contubernio con gobernantes.

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Mal que alguien lucre con la tragedia. Mal que se busque sacar raja política de la tragedia. Mal quienes fueron negligentes. Mal que nos quedemos callados. Mal que los culpables no reciban castigo. Mal que se quejen que salga en la prensa. Mal que no salga en la prensa. Mal que haya sucedido. Mal que no se haya hecho caso a la denuncia que estaba mal ese punto. Mal que no corrijan otros puntos que están mal en su estructura en otras y esa misma línea. Mal que se privilegie la ganancia y el lucro. Mal que se reduzcan costos y se amplíe la inseguridad.