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Mostrando entradas de enero, 2022

Rendija

1 El ojo mira a través de la rendija No hay nada prohibido por ver Nada se esconde La vida sigue su curso Tan campante Como el fluir del agua El colibrí a la flor Y la lluvia al caer El amor ha sido un cuento bello Y la rendija siempre será fuente de luz 2El ojo no sabe el lado en que está Si adentro o afuera  Solo mira Y en el registro El tiempo es solo referencia El espacio   circunstancia Afectos   coincidencias Y la rendija permanece Y a su través pasan rayos de luz 

Cachorro

1 Naila desapareció hace como año y medio. La vi cachorra y crecer. Me veía los domingos al llegar  a un terreno que tengo. Como estaba chica Le llevaba comida suficiente para tres porciones del día. Y me hacía compañía. Pelo blanco con manchas café en una cruza lejana con bóxer, pero salió con esa pinta. Sus patas delanteras grandes, como de basquetbolista. Y sobretodo juguetona. Su dueño, un niño de unos siete años, le puso de nombre Laila, y por su parecido fonético le puse Laila, sobretodo para poder jugar en eso de "Dí por qué me abandonas, tonta, si tú sabes que te quiero”, etc. 2 Y así los domingos consecutivos por meses. La vi ya grande, desarrollada en su primera juventud. Hasta que un día no llegó más. Yo me asomaba al terreno vecino, la casa distante unos cien metros. Y nada. Hasta que me atreví a preguntarle a la mamá del niño, y me dijo: "Laila desapareció. Se la han de 'ber' robado". Y ni modo, me fui acostumbrando a llegar y que no estuviera, porqu

Algún día

Algún día, bien lo sé Te darás cuenta que  nunca te fuiste aunque ya no estabas Y no será temprano ni tarde Será solo un día más en la histórica sucesión del tiempo

Tiempo de café

1 Vamos a tomarnos un café, solo uno, hoy muy de mañanita, que sea nuestro mañanero, caliente, fuerte y espumoso. Si le acompañamos de pan, solo es para desafiar la dieta. Nos viene bien, aun si café no fuera, y lo sea un té de frutas tropicales o de manzanilla cuando menos, según ya la edad y necesidades que uno tenga. 2 Tomar café solo es una delicia, porque se mete uno en sus cosas, elucubraciones y demás. Pero tomarlo acompañado es otra manera de conocer el paraíso, bien porque sea un amigo, bien y mejor porque sea una amiga, y se le echa vuelo a la hilacha de la palabra. Y se deslizan ideas, sueños, aspiraciones, motivaciones, apuntes para un texto, sea relato, cuento o novela. O se guarda en el tintero de la memoria un verso salido sin esfuerzo. Y la risa domina el ambiente, de tal manera que los vecinos de mesa, se sorprendan y reconozcan la felicidad a unos metros de distancia, o unos metros más ahora por lo de la pandemia. 3 Así que todo tiempo es de café. Sea domingo como hoy

Textos, café y pan

1 Hace frío. Y es día de taller literario en el que se plática sobre libros y textos. Llego y además hay café y pan. Y eso es lo más parecido al lugar ideal de personas que aman la palabra. 2 Este sábado 29 de enero, por ejemplo, por cerca de 4 horas estuvimos dialogando con base a tres textos. Dos cuentos muy distintos. Uno con la magia de duendes. Y otro con el realismo de personajes de los 70s con referencias  músicos y grupos de esos años y una mezcla de imágenes del divo de Juan Gabriel con uno de esos grupos de moda. Además como cereza del pastel un grato Soneto renovado con referencia a una pintura del siglo antepasado. 3 Peo lo singuiar y maravillos: escrito este Soneto por un brillante joven de apenas 17 años. Seguro que su trayecto desde ya en la ruta literaria pinta para bien. Además sus participaciones críticas  son informadas. Es estudiante de preparatoria. Y es su primer sesión al taller. Bienvenido. 3  Este taller literario es un homenaje permanente a Luis Alonso Fernánd

Chéjov. Consejos para escritores.

 Consejos para escritores Anton Chejov Uno no termina con la nariz rota por escribir mal; al contrario, escribimos porque nos hemos roto la nariz y no tenemos ningún lugar al que ir. Cuando escribo no tengo la impresión de que mis historias sean tristes. En cualquier caso, cuando trabajo estoy siempre de buen humor. Cuanto más alegre es mi vida, más sombríos son los relatos que escribo. Dios mío, no permitas que juzgue o hable de lo que no conozco y no comprendo. No pulir, no limar demasiado. Hay que ser desmañado y audaz. La brevedad es hermana del talento. Lo he visto todo. No obstante, ahora no se trata de lo que he visto sino de cómo lo he visto. Es extraño: ahora tengo la manía de la brevedad: nada de lo que leo, mío o ajeno, me parece lo bastante breve. Cuando escribo, confío plenamente en que el lector añadirá por su cuenta los elementos subjetivos que faltan al cuento. Es más fácil escribir de Sócrates que de una señorita o de una cocinera. Guarde el relato en un baúl un año en

Hace frío

Hace frío y me abrazo Tibieza siento  Frío en la piel y el alma si te pienso

Aprendizaje para dummies (tontos)

1 Aprender, es parte de la clave para la felicidad. Aprender de una materia o de otra. Aprender no por obligación, sino por gusto, con alegría. Sea una cosa u otra, para bien. Aprender sobre arte, filosofía. Aprender sobre cosas prácticas, plomería, refrigeración, inglés, ruso, macramé, electricidad, albañilería. Lo que sea. Tener una actitud permanente de aprender, hasta el último aliento. Aprender es sin duda uno de los procesos de desarrollo del pensamiento. Es la vitalidad humana individual que en conjunto logra una sociedad de armonía y por tanto de paz. Se nota en lo individual, se nota en las familias. 2 Ya les he contado de mi manía de bajar libros en e pub o pdf. Entonces me acordé que algunas plantas de mi pequeño jardín no se me desarrollan rápido, o los frutos de las correspondientes no se crecen bien. Y me dije a mí mismo: "busca un libro de jardinería". Y me encontré una de la colección "Para dummies", que significa para tontos. 3 Y sí, vienen todos lo

Tirana

Por la deferencia e indiferencia alternadas Por las sonrisas, algo y nada Y tan de pronto unas palabras   a contraluz de la tarde, noche o mañana. Tirana. Si eres faro que se enciende cuando quiere Tirana. Tibieza escondida tras la máscara Tirana. Agua dulce cuando se necesita salada Tirana. Tantos nombres y por ninguno respondes como si nada Blanquecina, ceniza, absorta o trhuana  Todo en una: cósmica criatura, relevante y tenaz  isla, continente, musa, faro, hada Bien surtida de risas, palabras y alas curvas, mesetas y volcanes Ave de tempestades y calmas En resumen: memoria aferrada, tirana Nostalgia irredimible, tirana Piel calcinante, tirana Memoria alterada, tirana amada

No te sugestiones

1 "No te sugestiones", me ordenó suave mi amigo Roberto Martínez Amaro. Fue su respuesta cuando le  hice notar algo sobre una fotografía donde estamos cuatro amigos a los 18 años, en esa primavera floreciente, donde los sueños son rosa, por la edad, y amarillos como los de Macondo. Y miramos al frente, a la cámara, por supuesto. Pero ese frente son los años por venir, asimismo, el futuro. 2 Era nuestro tercer día de viaje mochilero. Habíamos salido sin permiso de padres un viernes de Matamoros. Cada quien de los cinco con ilusiones viajeras, en esa edad cuando todo se nos hace fácil, hasta hacer la revolución tipo rusa o de perdido como la mexicana, pero una renovada, nueva actualizada. Mirábamos mucha pobreza, no por caminar en la periferia, sino porque vivíamos en la periferia. Estábamos en tercer grado de la Normal, era semana Santa.  Pero sí nos habíamos despedido de la novia. Al menos yo. Un beso más caliente que tibio y el “¡cuídate mucho, mi amor!” 3 Salimos en tren de

Inténtalo

Inténtalo. Prueba. Por las noches entra en el mundo de los sueños vivos. Es fácil. Son esos en los que uno no quiere más despertar. Y en el nuevo día todo es diferente. Hay un silencio alrededor. Allí es. 

Honrar la vida

1 Escribió la argentina Eladia Blazquez una bella canción de jombre Honrar la vida y dice en una parte: " Merecer la vida es erguirse vertical,/  Más allá del mal, de las caídas.../  Es igual que darle a la verdad,/  Y a nuestra propia libertad/  ¡la bienvenida! 2 Pero en fin. Hay que reflexionar sobre los años, la vida, el tiempo. Mientras tanto un nuevo día. Jueves nublado con fresco agradable. Se pronostica lluvia por la tarde para estos rumbos (Villahermosa, Tabasco). Con la muerte reciente de otro amigo me siento como pájaro de una ala. Hoy al despertar pensaba sobre la frontera entre la vida y la muerte. Ese momento no lo determina la edad, religión, cultura o preferencias, ideológía, status civil, económico o nacionalidad. Y reitero siempre sobre la fragilidad de la vida. Basta un segundo o una fracción de este para que todo cambie. Y por supuesto pensaba también en lo agraciado que somos tan solo con el hecho de despertar, abrir los ojos, y este pensar. Y escribir. 2 Estos

De pronto despertamos

De pronto despertamos y escribimos. A veces desde el fondo de un pozo o en lo alto de una loma. Desde el ego y la autoestima, mucha, regular o poca. Porque no sabemos hacer otra cosa o no queremos hacer otras cosas. Escribimos por que sí, ¿por qué no? Lo hacemos desde nuestras filias y fobias, desde nuestras manías. Lo hacemos con lo que podemos: los recuerdos, los anhelos, la nostalgia,  lo que creemos que debe ser, desde nuestros limitados conceptos, con nuestras lecturas o la ausencia de ellas.  Escribimos a cualquier hora, donde sea y como sea. Nos sentimos como que estamos en un risco y nos vamos a lanzar al agua, donde a veces hay poca, y no sabemos si nos vamos a estrellar. Lo hacemos donde nos agarre el tedio o el entusiasmo. Donde tengamos una pluma, un teclado con pantalla o desde el teléfono. Escribimos en sueños y en vigilia. Caudno estamos callados estamos pensando en alguna palabra, en alguna idea. Cuando hablamos tratamos de hacerlo como si nos viéramos ser un personaje

Café

 El café me relaja y motiva sobretodo si andamos huyendo del tedio o flotamos a la deriva Me suliveya o sublima lo cual cuenta me doy  desde el momento en que su olor el área domina y entonces siento  que ya lo saboreo Y con este frío se antoja y más a falta de pan aunque sea con galleta crema A estos glaciares fríos se suma la lluvia tenaz y se siente el desamparo  Entonces vaya y venga el café. ¿Otro? me pregunta la mesera ¿Y en qué otro momento sería mejor? Digo yo Me mira y sonríe a manera de invitación Y yo hago que no me doy cuenta

Con y en paz, Guadalupe

1 Un buen día llega la hora de irnos. A veces tan de repente que nadie lo imagina. No se les vio en cama ni aquejados de dolencia alguna. Y en otras ocasiones tras larga enfermedad. Sea como sea queda el espacio vacío en la familia, en los familiares y en el grupo de amigos. Y no hay de otra mas que resignarnos. Si desde niños sabíamos que era el destino de los seres vivos. Sin embargo duele en el alma, en el corazón, en la piel.   2   Yo estaba, Paz, en una cafetería -La Cabaña- a la que llego una vez por semana, sin día fijo. Y estaba sorbiendo apenas los primeros tragos, cuando de pronto nuestra página de Generación empieza con un texto de Juanita Lino: "Compañeros y amigos con mucha tristeza les informo que..."  y tan solo con ese inicio sabemos que algo doloroso sigue y luego leo tu nombre, amigo Paz, y me desconcierto totalmente. Uno porque siempre te vi fuerte, sano, alegre. Y otra porque fuimos cercanos, aunque ya como egresados anduvimos por rutas y rumbos distintos,

In memoriam José Guadalupe Paz Soto

1 Hoy falleció José Guadalupe Paz Soto, amigo integrante del grupo C de nuestra generación 75- 79 de nuestra Escuela Normal José Guadalupe Mainero, de Matamoros, Tamaulipas. 2 No sé la circunstancia de su fallecimiento. Solo que ha muerto, y duele. Con él se va parte de nuestra memoria como grupo. Paz, como le decíamos, una persona muy sociable, dicharachero y muy solidario. Siempre dispuesto a la charla y a la sonrisa. 3  Él vivió de niño y muchacho en la Colonia 20 de Noviembre, al sur de Matamoros, cuando la ciudad era pequeña y el 20 de Noviembre era parte de la orilla sur. Su familia fue  vecina de mi tía Socorro y de mis primos. Ya lo conocí yo cuando entramos a la Normal. Teníamos 15 años y una mirada al futuro como soñadores  maestros de escuela. 4 Muy sociable, Lupe Paz se llevaba con todos. No había alguno dentro del grupo, o al menos que yo sepa, con quien no se hablara.  5 Se suma a los compañeros que se han adelantado: Sergio Torres (el Pato), Juan José García (Juanjo), Ja

Amores peregrinos

1 Los amores peregrinos están entre los amores imposibles y los que solo parecían inalcanzables. Son los que llegaron, vencieron y se fueron. Dejaron huella endeleble, de seguro. A veces indeleble. Mas su destino era otro. ¿Los recuerdan?   2 Hay un poema qué me gusta mucho del escritor español José María Fonollosa, (Barcelona,1922-ibid,1991) en el que plantea sobre jugar al amor entre uno grande que se fue y el que de seguro vendrá. Y ese sí es un tema aparte. Quizá precisamente se refiere en gran medida a este tipo de amores, de los que hoy escribo: peregrinos. O viajeros. Qué cualquiera de los dos términos cae como anillo al dedo. Fonollosa:  3 "Si se ha ocultado el sol pueden los faros/ del coche iluminar la carretera./ Mientras llega otro amor buscando el nuestro/juguemos, sólo juego, a enamorarnos./ Juguemos a querernos, sin querernos,/ hasta el día en que alguno de los dos vuelva a sentir amor por cualquier otro./  El amor es hermoso aun como juego..."* 4 Lo de peregri

Amores que parecen imposibles

1 Hace días escribí sobre los amores imposibles, esos de la pantalla,  y esos que los dividen por lo que tienen en lo material y los que no. Ahora sobre los que solo lo parecen o lo parecieron. Y son aquellos que estaban al alcance de la mano. Pero no nos atrevimos a dar el primer paso. No nos acercamos. A veces por timidez o por cobardía.Y nunca supimos si eran posibles porque simplemente nos quedamos callados. Ah, verdad. Pero a veces hay otras razones inimaginables. 2 Antes de continuar con los amores que parecían imposibles refiero a dos canciones que exponen la imposibilidad de amores en ese deseo de estar y vivir juntos.  "Yo tengo que decirte la verdad, aunque me parta el alma", dice Consuelo Velázquez en voz de Los Panchos y José Feliciano: "Tal vez mañana sabrás comprender que siempre fui sincero; tal vez mañana llegues a comprender que todavía te quiero". Zaz. Sin exponer la razón solo dice que es una “Verdad amarga”. 3 Y "Escúchame, quiero decirte al

Apuntes

1 Hacía frío y llegué al taller puntual. Las 4 pm, el sábado. Estaba Gibrahm Delfín, un excelente cuentacuentos y Jaime Ruiz, escritor, promotor cultural y político ciudadano, en plática amena. Me senté y Jaime me ofreció un pan. Ya el café estaba en preparación. Luego llegó Paola y enseguida Fidencio. O viceversa, no recuerdo bien. Y luego Joel Taracena. Afuera el frío se sentía acuciante. Calaba hasta los huesos, sin exagerar. Por eso cada quien andaba bien abrigado. Las calles vacías. Y una llovizna que le daba un aspecto a la ciudad como un Londres en la periferia. 2 Llegar a Casa Alebrijes es como Llegar a casa. Se siente acogedor el ambiente. Sí, con esa palabra. Los colores contrastantes y saturados. Los libros de la Sala Teodosio García Ruiz. La mesa amplia. El piso de un mosaico de más de 60 años. La ventana alargada en horizontal con alas de madera y rejas de protección con sus años a cuestas. La casa antigua en lo general. Luego el café y la palabra al centro del corazón, al

Cuentos completos de William Goyen

1   No tengo duda entre el libro físico y el digital. Prefiero el físico porque uno siente la tersura de su papel, la belleza del diseño de la portada, el viento suave al hojear sus hojas, su olor, su peso específico, su formato, el imaginarse la impresión para ser creado, el viaje que ha realizado para estar en nuestras manos. Solo que a veces el digital está allí, en internet, y en físico es libro caro y difícil de encontrar. 2 Ya hace dos años que no compro libros en físico. Y nunca he comprado en digital. En físico porque, modestia aparte, me han ocupado mucho espacio de la casa. Y en algún momento de cinco años para acá decidí comprarme yo mismo mis propios libros. Me explico: entraba al área donde los tengo. Hacía la selección de unos dos o tres. Sacaba mi billetera y hacía el pago a buen precio dejando el dinero en una cajita puesta para ello. No me podía pagar con tarjeta. Fueran así 200 o 400 pesos. A fin de año llegué a tener un ahorro de 30 mil pesos. A mí mismo me parece me

Qué hacer

1 Qué hacer en un día cuando se presenta como todos. Y repetimos la misma dinámica de los quehaceres rutinarios. Y miramos con angustia que las horas se van y llega la noche que nos trasladará al lunes, y así en esa absurda repetición de hechos hacia la fatiga y la angustia. ¿Qué hacer entonces? Dicen por allí que la vida no puede ser solamente este ocuparse en trabajar, dormir, acudir al supermercado para hacer la despensa, comer, ver la televisión y volver a dormir. No, no y no. 2 Se fue ayer. Y este domingo con el paso de las horas igualmente se irá. Y vendrá el lunes, y se irá. Lo mismo los días anteriores se fueron y asimismo se irán los que vendrán. Y completarán semanas, meses, años, decenios, siglos. Y como un tren infinito en ruta nos bajaremos en alguna estación o nos bajaran como los que ya se fueron. Así, igual. 3 Y en ese fluir del tiempo estamos. Y miramos en repetición los dolores, las angustias, las preocupaciones, las quejas. Y sentimos el odio, escuchamos reclamos, co

¿Sirven los cuentos y los poemas para enamorar?

1 Recuerdo  bien la pregunta que me hizo una vez un muchacho en la Universidad Tecnológica del Usumacinta, de Emiliano Zapata, luego de la presentación de mi libro “Señal de humus” en 2015. Ya estábamos en las preguntas y respuestas. Y entre todos él, flaco, moreno y con espinillas en la cara, preguntó si "escribir poemas ayudaba a enamorar mujeres". Todos sus compañeros se rieron, menos yo.    2 Antes de que te diga mi respuesta, permíteme sugerirte que cada vez que tengas oportunidad de escuchar un cuento, hazlo. Son situaciones dialógicas que no se repiten muy seguido. Pero son necesarios dichos actos para mantener la flama de la luminosidad de la palabras. Puede ser un cuentacuentos o en esa función, tus padres abuelos o tíos.  3 Y así como todos (o casi) pensamos, y no todos somos pensadores, así también todos contamos historias, aunque algunos y algunas se dedican como oficio contar cuentos. A emocionar con lo que están contando. A mantener la atención de manera triunfa