Cementerios
No me gustan los cementerios. Creo que a nadie. No estoy seguro. No creo que haya quien diga "voy a pasear al cementerio", voy a echar un roll. Lo que sí es que llegamos por solidaridad por memoria. "Es a la cita donde me gustaría no cumplir", decía mi padre. Pero imposible.
Cuando he ido me entretengo en ver nombres y fechas. A veces algún epitafio. Veo las criptas. Sencillas en algunos cementerios. Lujosas en otros. Algunos panteones muy abandonados.
Veo algunos nombres homónimos de conocidos. Y algunas tumbas que son las verdaderas de personas y personajes conocidos.
Eso sí, creo que es bueno reflexionar de todo. O hacer recordatorio de lo efímero que somos. Para ello hay letreros en internet, uno de ellos dice a la entrada de un cementerio: "aquí se acaba todo odio, toda envidia, todo egoísmo". O ese otro con dibujo donde se ve que el finado llega al cementerio con un montón de cosas, y el esqueleto con guadaña, que simboliza la muerte, le dice: "eso déjalo a un lado aquí no lo vas a necesitar".
De jóvenes no pensamos en la muerte. Por lo tanto tampoco en los cementerios. Y a mí me parecía terrorífico que algunas personas vivieran junto al cementerio. Imaginaba a los muertos levantándose a las 12 de la noche para espantar a los vecinos o a quienes por necesidad caminaban por allí a esa hora.
Decía mi amigo Emilio hace ya varios años: "de niños nos enterábamos que morían los abuelitos. De muchachos que morían los padres. Y ahora de adultos mayores mueren los compañeros de generación". Así va la vida, acompañándonos unos a otros.
En casi todos los panteones tienen el letrero SILENCIO a la entrada. De seguro es para no molestar a los difuntos. En el panteón de Ocuiltzapotlán por las noches se ponen junto a este letrero unos maricahis. Cuando los vi por primera vez recordé el verso de José Alfredo Jiménez "Los marchas callaron", de la canción Ella.
Hay epitafios cómicos, aquí uno de ellos: "Así yace Inocente García, quien con un cerillo fue a ver si gas había, y había" "Un amigo y yo apostamos a ver quién aguantaba más bajo del agua. ¡Gané!" "Aquí descansa Pancrazio Juvenales; buen padre, buen esposo, pero mal electricista casero". "Solo le pido Dios que perdone a este ateo". Y muchos otros.
No me gustan los cementerios. Sufro cuando he ido. No sé las palabras que se dicen en los velorios. Temo decir algunas palabras que sean imprudentes. Solo digo: "te acompaño en tu gran dolor". Y doy un abrazo.
A veces nuestro pensamiento se aboca al tema personal. De qué sucederá en nuestro velorio. Y lo empezamos a esbozar un diseño. Como si nos fueran a hacer caso. Que si babrá música continua de Sabina, Serrat y Silvio Rodríguez. Especulamos sobre quién llegará. Quien se alegrará. Y más, si nos van a enterrar o si preferimos dejar dicho que nos incineren. E imaginar el calor intenso del fuego en nuestra carne inerte.
La canción de Charlez Aznavour, cantante francés: "Quien?/ Borrará mis huellas/y encendiendo estrellas en la oscuridad/abrirá balcones/romperá crespones/y pondrá canciones en tu soledad..."
La de Joan Manuel Serrat: "¿Quién será ese buen amigo que morirá conmigo, aunque sea un tanto así? ¿Quién mentirá un padrenuestro y a rey muerto, rey puesto... pensará para sí? ¿Quién cuidará de mi perro? ¿quién pagará mi entierro y una cruz de metal?"
Y en la poesía la muerte ha sido un tema recurrente. Como el amor.
"Aquí descansa Calvillo..." Buscad palabras que rimen, que no sea pillo, por favor.
P.d. Mi pésame a Sergio Alfaro, por la muerte ayer de su muy apreciada esposa.
Cuando he ido me entretengo en ver nombres y fechas. A veces algún epitafio. Veo las criptas. Sencillas en algunos cementerios. Lujosas en otros. Algunos panteones muy abandonados.
Veo algunos nombres homónimos de conocidos. Y algunas tumbas que son las verdaderas de personas y personajes conocidos.
Eso sí, creo que es bueno reflexionar de todo. O hacer recordatorio de lo efímero que somos. Para ello hay letreros en internet, uno de ellos dice a la entrada de un cementerio: "aquí se acaba todo odio, toda envidia, todo egoísmo". O ese otro con dibujo donde se ve que el finado llega al cementerio con un montón de cosas, y el esqueleto con guadaña, que simboliza la muerte, le dice: "eso déjalo a un lado aquí no lo vas a necesitar".
De jóvenes no pensamos en la muerte. Por lo tanto tampoco en los cementerios. Y a mí me parecía terrorífico que algunas personas vivieran junto al cementerio. Imaginaba a los muertos levantándose a las 12 de la noche para espantar a los vecinos o a quienes por necesidad caminaban por allí a esa hora.
Decía mi amigo Emilio hace ya varios años: "de niños nos enterábamos que morían los abuelitos. De muchachos que morían los padres. Y ahora de adultos mayores mueren los compañeros de generación". Así va la vida, acompañándonos unos a otros.
En casi todos los panteones tienen el letrero SILENCIO a la entrada. De seguro es para no molestar a los difuntos. En el panteón de Ocuiltzapotlán por las noches se ponen junto a este letrero unos maricahis. Cuando los vi por primera vez recordé el verso de José Alfredo Jiménez "Los marchas callaron", de la canción Ella.
Hay epitafios cómicos, aquí uno de ellos: "Así yace Inocente García, quien con un cerillo fue a ver si gas había, y había" "Un amigo y yo apostamos a ver quién aguantaba más bajo del agua. ¡Gané!" "Aquí descansa Pancrazio Juvenales; buen padre, buen esposo, pero mal electricista casero". "Solo le pido Dios que perdone a este ateo". Y muchos otros.
No me gustan los cementerios. Sufro cuando he ido. No sé las palabras que se dicen en los velorios. Temo decir algunas palabras que sean imprudentes. Solo digo: "te acompaño en tu gran dolor". Y doy un abrazo.
A veces nuestro pensamiento se aboca al tema personal. De qué sucederá en nuestro velorio. Y lo empezamos a esbozar un diseño. Como si nos fueran a hacer caso. Que si babrá música continua de Sabina, Serrat y Silvio Rodríguez. Especulamos sobre quién llegará. Quien se alegrará. Y más, si nos van a enterrar o si preferimos dejar dicho que nos incineren. E imaginar el calor intenso del fuego en nuestra carne inerte.
La canción de Charlez Aznavour, cantante francés: "Quien?/ Borrará mis huellas/y encendiendo estrellas en la oscuridad/abrirá balcones/romperá crespones/y pondrá canciones en tu soledad..."
La de Joan Manuel Serrat: "¿Quién será ese buen amigo que morirá conmigo, aunque sea un tanto así? ¿Quién mentirá un padrenuestro y a rey muerto, rey puesto... pensará para sí? ¿Quién cuidará de mi perro? ¿quién pagará mi entierro y una cruz de metal?"
Y en la poesía la muerte ha sido un tema recurrente. Como el amor.
"Aquí descansa Calvillo..." Buscad palabras que rimen, que no sea pillo, por favor.
P.d. Mi pésame a Sergio Alfaro, por la muerte ayer de su muy apreciada esposa.
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