De sueños

Andaba yo por la Universidad. La UJAT. Ya está cocinado, habrá jabón, me dijo un amigo de años, funcionario allí. Se refería a una preocupación que le hice saber sobre mi anhelo de ser maestro universitario. Me alegré y quise gritarlo a los cuatro vientos. Me despedí. Y pasé por donde estaban jugando basquetbol, en espacios que en la realidad no hay cancha para tal deporte. Buscaba yo a un amigo que sabía andaba por allí. El borrego (por su pelo ensortijado). Y precisamente lo vi en la cancha de basquetbol, y me invitó a entrar a la cascarita. Yo tras un maletín con laptop de la marca pera mordida, una cámara de marca y un teléfono de uso rudo. Los dejé a un lado de la cancha sin encargarlos a nadie. Me metí al juego. El caso es que mientras me divertía me los robaron. Literalmente. La angustia se apoderó de mí. Anduve por varias partes de la zona universitaria. Para ver si reconocía mi maletín. Saqué cuentas de lo que me habían robado. Una buena cantidad. Me resigné. Al fin son cosas materiales. Desperté. Por cierto hoy eligen rector.