No nos debemos acostumbrar

Nos quedamos perplejos ante noticias de muertes. Sean estas de personas sencillas o encumbradas. Cada nueva noticia supera a la anterior. La nota roja iba siempre en la hoja posterior de los diarios. De años acá ocupa portadas muy seguido. Claro, la diferencia a veces es el estatus de la persona que muere.
Hace dos años desapareció un pescador vecino. Silvio. Su lugar de pesca era una laguna cercana. Lo buscaron con buzos por cinco días. Se cree que fue devorado por una lagarta. Se dice que Silvio sabía de sus crías de cada camada. Las capturaba y las vendía. Hasta que sucedió lo que comento.
Otro vecino, Don Frank, falleció a causa de un infarto pasados 30 minutos del año nuevo del 2018. Hombre sencillo, amable. La mañana del 1 de enero de ese año inició su velorio. No sé le escuchó queja días antes. Ningún anuncio de lo que vendría. Dedicado al pequeño comercio, lo saludaba por las mañanas cuando él salía a tirar las bolsas con basura, y yo iba rumbo a mi trabajo.

Este domingo pasado la leyenda del basketbol de la NBA  Kobe Bryant y su hija, además de otras personas, murieron en accidente. Cayó el helicóptero en que viajaban junto con siete personas más. Esto en California,  Estados Unidos. No hubo sobrevivientes. Acudían a un juego del equipo de Gigí, quien heredó el gusto y las facultades de su padre por el basketbol. Viajaba también un amiga de ella, coequipera y sus padres. Una tragedia.
Él jugador era el propietario del helicóptero.  Lo utilizaba muy seguido para evitar el tráfico de esa entidad. Era para su uso, como para nosotros el auto o bicicleta. Seguro que el mantenimiento de dicho aparato lo seguían puntual. Los sensores de los vehículos señalan de fallas para el oportuno cambio de piezas. Es muy probable accidente por fallas. Solo que entonces hay negligencia por parte de la compañía responsable del mantenimiento.
Aquí en Tabasco la artera muerte del director del Tecnologico de Villa La Venta, Carlos Garrido Gular, acaecida el fin de semana pasado, causó conmoción. Se corta de tajo la vida de un representante importante de nivel superior. Y asimismo las investigaciones nos dirán el móvil y los responsables.
El 17 enero pasado en Chilapa, Guerrero, asesinaron a 10 músicos indígenas que regresaban de una fiesta donde tocaron. Fueron emboscados, y luego incineraron los dos vehículos donde viajaban.
Este domingo pasado circuló la noticia del  asesinato del ex jefe de sector de educación primaria, oriundo de San Carlos, el Maestro Edwin Hernández.

Y así las cosas. La muerte, por una razón u otra. Accidentes. Muertes naturales. Víctimas de la delincuencia.
Mientras tanto,  debemos reflexionar que el dinero a ultranza no es la meta humana. Que debemos vivir la vida a plenitud. No postergar indefinidos los cafés pendientes. Recorrer cada día que la vida es única. Es efímera. Y nadie puede vivir la vida de otra persona. Darle sentido a los segundos,  los minutos, las horas.
Rabia. Impotencia. Nunca debemos acostumbrarnos a la violencia. E insistir en la necesidad de mejores contenidos en los medios de comunicación. Mejor comprensión del proceso educativo. Tanto de padres de familia como de maestros. No debemos cerrar los ojos ante lo que sucede.



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