Las carreteras del país
El maestro hizo la pregunta sonriente. En la mano un cigarro encendido. Volutas de humo. Su sombrero juvenil, de palma fina, sobre el escritorio. Que lo usaba porque le gustaba. No tanto para ocultar su ausencia de cabello. ¿Por qué creen que se hacen grandes carreteras? Nosotros en silencio. Estamos en 1985 o 1986. En un salón de clases de Ciencias de la educación. Es el maestro Madrigal el de la pregunta. La clase, de la materia Desarrollo rural. Nosotros teníamos respuestas simples: para facilitar el tránsito humano; para que transiten fácilmente las vehículos. Él nos recomendaba leer el libro Las venas abiertas de América latina, del gran uruguayo Eduardo Galeno.
"Las carreteras las construyen en función de la producción y el comercio. Donde haya recursos naturales, donde haya producción de mercancías en fábricas, por supuesto que habrá mejores carreteras", así lo explicaba, sonriente el maestro Madrigal, que en paz descansa.
Así fui viendo, en un recorrer el país por cuarenta años, la transformación de viejas carreteras en autopistas que ya no pasan por pueblos. Una transformación lenta, según mi temporalidad. Se construyeron puentes, algunos muy largos. Quedaron como piezas de museo, objetos de la "prehistoria", las viejas pangas, o chalanes. Y se fue facilitando nuestro tránsito terrestre. De cuota, sí. Pero en los traslados largos, era preferible, para mí y muchos: menos horas de viaje; menos cansancio; menos accidentes. Pero a la par, el verdadero objetivo: el tránsito de los trailers grandes, con su carga de recursos naturales y mercancías, del Sur al Norte. De la periferia al Centro del país.
Ahora para ir del Sureste al Norte del país, ya no pasas por la Ciudad de México. Ahora tomas el arco Norte, y sigues una carretera cara por el peaje. Muy descansada, para el conductor.
Por eso ahora, me ha dado gusto ver otra forma de ver las cosas, en relación a la construcción de carreteras. Vimos apenas ayer en vídeo un tramo de carretera construida con mano de obra de las comunidades de San Juan Evangelista, Analco; y Santo Domingo, Ixcatlán, Oaxaca. Además el recurso entregado directamente a ellos, y aún sobró dinero, y lo regresaron. Muy bien hecha la carretera de concreto, con un grosor ancho, suficiente para durar muchos años. Mucho más de lo que duran las carreteras asfaltadas o enchapapotadas.
Aquí en Villahermosa se invirtió poco en los últimos treinta y cinco años, en función de carreteras. El distribuidor vial de Indeco tardó muchos años. Para entrar a Villahermosa, viniendo de la carretera a Frontera, se tardaban las personas hasta una o dos horas, con un cuello de botella infernal. Lo que me dicen que está pasando ahora en el periférico, puente que da acceso al parque de la feria. El viejo periférico, bien hecho como laberinto, mal como vía ágil, tardó más de quince años para ser terminado. Las carreteras de acceso a Jonuta, uno de los más pobres, por siempre con baches, hasta ahora que se les hizo justicia.
Uno de los sexenios que más invirtió en obra pública en Tabasco fue el del Gobernador Enrique González Pedrero. Otro el de Leandro Rovirosa Wade. Eran tiempo de bonanza petrolera. Y cabe aclarar que la obra pública, con los consorcios de la construcción, en contubernio con gobernantes, muchas veces, las más, hicieron grandes y jugosos negocios.
Dice una vieja canción: no cambies camino por vereda.
Pendiente la apertura de la vía corta Frontera- aeropuerto de Villahermosa, ya está funcionando la del sentido contrario, aeropuerto- Frontera.
"Las carreteras las construyen en función de la producción y el comercio. Donde haya recursos naturales, donde haya producción de mercancías en fábricas, por supuesto que habrá mejores carreteras", así lo explicaba, sonriente el maestro Madrigal, que en paz descansa.
Así fui viendo, en un recorrer el país por cuarenta años, la transformación de viejas carreteras en autopistas que ya no pasan por pueblos. Una transformación lenta, según mi temporalidad. Se construyeron puentes, algunos muy largos. Quedaron como piezas de museo, objetos de la "prehistoria", las viejas pangas, o chalanes. Y se fue facilitando nuestro tránsito terrestre. De cuota, sí. Pero en los traslados largos, era preferible, para mí y muchos: menos horas de viaje; menos cansancio; menos accidentes. Pero a la par, el verdadero objetivo: el tránsito de los trailers grandes, con su carga de recursos naturales y mercancías, del Sur al Norte. De la periferia al Centro del país.
Ahora para ir del Sureste al Norte del país, ya no pasas por la Ciudad de México. Ahora tomas el arco Norte, y sigues una carretera cara por el peaje. Muy descansada, para el conductor.
Por eso ahora, me ha dado gusto ver otra forma de ver las cosas, en relación a la construcción de carreteras. Vimos apenas ayer en vídeo un tramo de carretera construida con mano de obra de las comunidades de San Juan Evangelista, Analco; y Santo Domingo, Ixcatlán, Oaxaca. Además el recurso entregado directamente a ellos, y aún sobró dinero, y lo regresaron. Muy bien hecha la carretera de concreto, con un grosor ancho, suficiente para durar muchos años. Mucho más de lo que duran las carreteras asfaltadas o enchapapotadas.
Aquí en Villahermosa se invirtió poco en los últimos treinta y cinco años, en función de carreteras. El distribuidor vial de Indeco tardó muchos años. Para entrar a Villahermosa, viniendo de la carretera a Frontera, se tardaban las personas hasta una o dos horas, con un cuello de botella infernal. Lo que me dicen que está pasando ahora en el periférico, puente que da acceso al parque de la feria. El viejo periférico, bien hecho como laberinto, mal como vía ágil, tardó más de quince años para ser terminado. Las carreteras de acceso a Jonuta, uno de los más pobres, por siempre con baches, hasta ahora que se les hizo justicia.
Uno de los sexenios que más invirtió en obra pública en Tabasco fue el del Gobernador Enrique González Pedrero. Otro el de Leandro Rovirosa Wade. Eran tiempo de bonanza petrolera. Y cabe aclarar que la obra pública, con los consorcios de la construcción, en contubernio con gobernantes, muchas veces, las más, hicieron grandes y jugosos negocios.
Dice una vieja canción: no cambies camino por vereda.
Pendiente la apertura de la vía corta Frontera- aeropuerto de Villahermosa, ya está funcionando la del sentido contrario, aeropuerto- Frontera.
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