¡Música, maestro!

1

La música nos acompaña desde siempre. Desde el latido del corazón, como percusión de un instrumento de vida. Luego las notas que cantaba mamá, con sus canciones para dormir. Y luego los maestros y maestras de preescolar y primaria. Con sus canciones de rondas infantiles, que nos alegraban los días entre cuatro paredes y un patio. Luego por las tardes en casa nos pasábamos cantando, esas canciones aprendidas en la escuela. Hasta mamá las aprendía. Y llegó el día en que el corazón se acercaba a otro corazón, y encontraba canciones de amor, para la circunstancia que fuera, y llevamos en serenata las que decían lo que no nos atrevíamos en persona. Y quedaron por siempre en nuestros corazones y pensamiento, las canciones de esos momentos, que nos despertaron al amor. 

2

Por eso es preciso, felicitar a quienes nos han alegrado y consolado con su música y canciones, en este día del músico, con su día en el santoral por Cecilia, la protectora de todos ellos. Que tengan salud, alegría y trabajo, que estos meses han sido terribles para las actividades que realizan en fiestas, convivios y cumpleaños, bodas, bautizos y quinceañeras, serenatas y tocadas de ocasión, o presentaciones en vivo en televisión, pero ya pasará, como el clásico, ya parará, cuando decimos de la lluvia. Que pronto pase esta mala racha, que nos tiene confinados a todos, celebremos que tenemos vida y salud (que se recuperen los que andan enfermos). Que al mal tiempo buena cara. Y que apoyemos sus actividades, que algunos organizan vía internet desde su casa, y estamos aprendiendo en esta nueva modalidad, que no es lo mismo, pero son las circunstancias, que nos obligan a eso.

3

Yo les tengo algo de envidia, por mi sueño frustrado de ser músico y medianamente compositor. Busco notas y acordes, que luego se me olvidan y tengo el sueño de aprender a leer y a escribir música, pero no le dedico el tiempo necesario, me falta la disciplina. Yo recuerdo en mi juventud a los Fernández, en Matamoros, a Ray, que fue compañero mío, que desde niños aprendieron, con su padre y tíos, que poco jugaban de niños, pero que aprendieron bien ese lenguaje mágico y maravilloso, para alegrar la vida, más bien, darle sentido a la vida. A veces me pongo a pensar, que si hubiera tenido a escoger, yo hubiera sido músico, solo por alegrar la vida de las demás personas, y claro, la vida mía, dejar a las nuevas generaciones una cauda de canciones que cantaran por doquier, sean de amor y amistad, de dolor por las ausencias, de alegría por las presencias, aunque fueran fugaces, o canciones de despedida en relaciones, o en la muerte, de las que se cantan en el velorio y cementerio, como esa que dice, ni más, ni menos, que Dios nunca muere.

4

Mientras haya vida hay esperanza, de cumplir esos sueños de aprender la música en el papel pautado, con sus notas conocidas de do, re, mi fa, sol, la si, con sus bemoles y sostenidos, donde me trabo mucho, es la verdad, es con el tiempo en las negras, blancas, corcheas y semicorchea, fusas y semifusas. Mientras le dedico tiempo, seguiré de empírico, por ahora aprendiendo requintos de canciones famosas de tríos. Como esas de Luna de octubre, Sin tí, El andariego (yo que fui del amor ave de paso...hoy siento la nostalgia de tus brazos), Ódiame (odio quiero más que indiferencia), Cancionero; por lo pronto seguiré practicando esos requintos para acompañar o acompañarme, a la luz de las estrellas, haya luna o no, sea octubre o no. Para eso tengo mi guitarra, que me acompaña, desde hace muchos años, a donde sea.


5

Felicito a Ksenia Guschina, cantante de ópera y maestra de canto, de origen ruso, radicada en Tabasco, poderosa voz de ángel, generosa y sencilla. A Diosdado Virgilio Fuentes, maestro de guitarra clásica, con una labor de muchos años en la enseñanza de la música; A Ludmila Samodaeva, pianista compositora, que radica en Ucrania, pero que tuve el gusto y honor de conocerla en estas tierras tropicales, generosa y genial;  a su hermana Irina, que ha realizado un trabajo significativo en la enseñanza de la música en Tabasco, y organiza festivales mundiales de piano; a su hija Victoria Fernández, que radica en España, y que es una artista excepcional, maestra y ahora está incursionando en el periodismo de internet con entrevistas amenas, de mucho contenido, por donde han desfilado los más grandes músicos y maestros de música de diversos lugares del mundo; su programa se llama Victoria Talks. Felicito asimismo a Pillin (José Guadalupe Mendoza Olivier), cantautor tabasqueño, que está realizando una carrera ascendente  y que tiene su estudio de grabación Establos, con precios accesibles, a su tío, que es un excelente requintaste de música bohemia,;  a Daniel Valladares, guitarrista, maestro de música y cantante, lo mismo a su hijo Danielito, que sigue sus pasos; a Joaquín Domingo Ochoa Zavala, cantautor, paisano de Tampico, radicado aquí en estas tierras generosas; a Jesús Custodio y su hermana Manuelita, ambos ex alumnos brillantes del insigne maestro de música, Miguel López Cervera; y a todos los alumnos de Cervera, de Cunduacán, cuyos nombres olvido (no a ellos), culpa mía, por la edad, pero que son excelentes músicos. 

6

A Omara Portuondo y Filippa Giordano


Comentarios

Entradas populares de este blog

lecturas 20. Poemas de Carlos Pellicer Cámara

Rigo Tovar y Chico Ché

Max in memoriam