Basura

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Uno de los males de nuestros tiempos es la producción de basura. Mucha y por todos lados. Se suma y se acumula. Y genera un caos cuando los servicios municipales no pasan un día a recoger la que se genera en nuestra casa. Y peor cuando el olor a comida atrae moscas, gatos, perros y en ocasiones buitres. Mucha de ella queda regada. El viento la arrastra. Y llega a las alcantarillas. Sea arrastrada por el viento o las corrientes de agua de lluvia. Y se tapan. Y no es nostalgia, vaya que no lo es,  el hecho de recordar que hace cincuenta años se reciclaba mucho, y por lo tanto se generaba menos. Pero la basura es una industria y generadora de muchas ganancias tanto en su producción, como en su separación para comercializarla. Hay toda una industria del manejo de los deshechos.

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Urge reflexionar, por salud y sobrevivencia.  Pensar no solo en nosotros como individuos específicos que habitamos una casa, efímeros en la vida. Sino como especie humana parte de la naturaleza. y qué podemos hacer al respecto. Y si la suma de los pequeños actos individuales es algo grande y significativo o si solo nos estamos haciendo tontos por lo ingenuo que puedan parecer las iniciativas ciudadanas. ¿Que tanta basura pagamos en el supermercado cuando compramos nuestros víveres. Y cómo podemos reducir esa compra de basura integrada por bolsas, cajas, envases, etc.

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Ayer fui a un supermercado. Y revisé en la cajuela del auto a ver si por casualidad estaban bolsas yute o tela para uso de ese tipo de menesteres. Y al no haber, para mi contrariedad, porque no las subí, pensé solo echar las cosas al carrito, y de allí, luego de pagar,  trasladarlas en el carrito y directamente al auto. Antes de pagar me pregunta la sonriente cajera: ¿va a comprar una bolsa para el mandado? Y en lugar de decirle que no, pregunté por el precio. "Un peso", dijo con una sonrisa agradable. "Sí", fue mi respuesta automática. Es decir, se prohibió el uso de las clásicas bolsas de plástico para para el mandado, y me parece bien, solo que ahora las venden.  

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Ahora que el Instituto del consumidor está desnudando a muchas empresas que nos han vendido cosas que no son, como si dijéramos que nos dan gato por liebre, sea queso que no es, leche que no es, jamón que no es, y hasta hay documentales donde aseguran que los huevos de gallina que de por sí son producto de químicos que en las grandes granjas impulsan a la gallina a que ponga más, pues ahora dice dicho estudio que esos huevos son clon a base de plásticos, y que cierto tipo de arroz, lo mismo. No para uno de sorpresa en sorpresa. Pero todos vamos en el mismo tren. Y hasta parece muy inconsciente que entre los productos de la lista que se solicitan para ayudar a damnificados, se pidan pañales, que supongo no son los de tela de antes, sino que han de ser, aunque no se dice, pañales desechables. Ver para creer. Ya no sé ni qué, ni cómo comprar.

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Carlos Castillo Peraza (Mérida 1947- Bonn, 2000) fue dirigente del PAN, y candidato en 1997 a Jefe de Gobierno del Distrito Federal. Apasionado académico, en esos días de candidato o un poco antes, escribió un ensayo sobre el uso del condón, y con precisión matemática, sacó números, de personas, sus relaciones sexuales, su periodicidad de los actos sexuales, y la cantidad de condones que luego de su uso se desechan en el cesto de la basura, y sacó de conclusión que el uso del látex en el condón, en el futuro sería un problema de basura, inmenso. Eso le generó animadversión entre los votantes. A pregunta expresa si no se arrepentía de haber escrito ese artículo, dijo que no, que el problema de la basura era un problema real.


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Ahora más se evidencia el mal tratamiento de la basura, una de las varias causas de las inundaciones en Tabasco, sobretodo cuando es inundación por lluvias, que lo sabemos bien. A veces es una lluvia torrencial de tres horas, y varias colonias se inundan, y sale a relucir entre que tardaron en echar andar los cargamos, o el cargamento estaba sonriente acompañado de una amiga y se olvidó del mundo, pero también que no se ha invertido en drenaje pluvial, y asimismo las toneladas de basura que generan las grandes empresas, las que compramos en los supermercados, y la que no recoge a tiempo los servicios municipales del ayuntamiento (no solo el de Villahermosa, sino el de todos los lugares), y la que tiramos o dejamos que pase días frente a nuestra casa. Siendo esta la que arrastra el viento y la lluvia.

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Por cierto uno de los últimos libros, muy conocido, del filósofo y sociólogo humanista,  Zigmunt Beauman es el de Vidas desperdiciadas. La modernidad y sus parias (Paidos 2005). Así como referimos de manera directa el concepto de basura a todos los deshechos materiales que no se utilizan, y que cubren, protegen, los productos que consumimos, así Bauman va mucho más alla, y como producto de un sistema económico neoliberal, fase aún más salvaje del capitalismo de por sí salvaje, enfoca a los pobres, a los que no consumen, a los migrantes, como deshechos humanos así tratados por los barones del capital y del dinero. Es decir, no solo el modo de producción capitalista asesina en gran medida a la naturaleza, que somos todo lo viviente y no, a través de los deshechos industriales y toda la basura de consumo, sino que también considera basura a todos los seres humanos desplazados hacia la margen no productiva, y por tanto no consumista, de la sociedad. Terrible realidad. 

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La basura se nos acumula por todas partes, nos rodea. Literal y metaforicamente. Y en esta metáfora quiero referirme a quienes transitan por la vida sin la ética de la responsabilidad, haciendo desmanes en la sociedad y metiéndole mano al presupuesto público, sin medida y sin límite; y que con sus actividades de lucro desmedido y esquizofrénico, condena a la miseria a millones de personas, y a quienes consideran desperdicio humano, lo cual señala Zigmunt Bauman.


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Bien lo dice Serrat en "Algo personal"

Hombres de paja que usan la colonia y el honor/para ocultar oscuras intenciones:/ tienen doble vida, son sicarios del mal./ Entre esos tipos y yo hay algo personal.

Rodeados de protocolo, comitiva y seguridad,/ viajan de incógnito en autos blindados/ a sembrar calumnias, a mentir con naturalidad,/a colgar en las escuelas su retrato./

Se gastan más de lo que tienen en coleccionar/espías, listas negras y arsenales;/ resulta bochornoso verles fanfarronear/ a ver quién es el que la tiene más grande.

Se arman hasta los dientes en el nombre de la paz,/ juegan con cosas que no tienen repuesto/ y la culpa es del otro si algo les sale mal./ Entre esos tipos y yo hay algo personal.



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