Era si

 Era, sí. El ruido de la tarde, preludio de la noche. Atardeceres diminutos apenas con sol de barrio. Y el esplendor de la oscuridad. Dame pastel, era la clave. Y nos cobijada la noche. Y era crear cuentos. Adivinanzas. Serie de números interminables. Cartas del destino. Que no fueron. Era, sí, la incertidumbre del mañana. El día a día marcaba el paso entre lágrimas y risas. Cuadros alcatraces. Y colibríes ebrios por la tanta miel. Ramo de rosas y canciones. Vino tinto. Biografías en construcción anónimas. Y fuimos en el presente. Paso a paso. Cancion tras canción. Felices por instantes. Una playa. Una carretera. Lotería de esos años. Libros incluidos con dedicatoria. El ruido de la tarde. Las tantas voces y a veces, tantas también. Peceras con peces muertos es el ayer. 

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