Quizá no volvamos
Quizá no volvamos al muro aquel a leer las palabras que escribimos. Tampoco al mar donde la humedad quedó a flor de piel y permanece. Es un lío esto de escribir memorias. A ratos traiciona el olvido. Y volver es jugar a las cartas en partidas donde no hay empate. Lejos de los pronósticos. Cerca en los sueños. Aquí se conjugan todos nuestros anhelos. Todas las imágenes. Todos los proyectos de los modos en lo eterno. Ese de acariciar la bestia para hacerla al modo nuestro. No volver es creer que tenemos una moneda extranjera en el bolsillo. Y nada hay. Más que el olvido. El verdadero olvido.
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