Come, que la vida es breve

Come, que la vida es breve

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Ya he comentado que por mi casa de infancia pasaba un vendedor de menudo, y mi madre le compraba unas tres órdenes, y él vendedor, que ya nos conocía, le ponía un poco más de caldo, para que alcanzáramos todos una mejor porción. A mi me gustaba salir y ver cuando lo servían en la olla de peltre que mi madre tenía para esos menesteres. El señor metía el cucharón, los acaba lleno con carne y un caldo entre rojo y anaranjado, y se veía la bruma que se formaba con el vapor por lo caliente, y el olor a especies que nosotros, los niños, lo saboreábamos desde antes.

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Todas las ciudades y pueblos tienen sus ventas de comida, entre ellas los tacos, y algunos son más famosos que otros, y casi todo Sun horario se les ve llenos. En Villahermosa está una taquera que se llama Pare y coma, cerca del CERACOM, entre este y la fuente Maya. Los conocí por los amigos que uno tiene, y una vez te invitan y luego va uno solo. Lo atiende una familia. Venden de todo tipo de tacos de guisado, y entre ellos, tacos de camarón, y siempre bien surtidos. Se paga antes de pedir. Y por lo regular están todas las mesas llenas y hay que esperar turno, una cola para pagar, pero vale la pena. Otros tacos muy sabrosos son los de La carcachita, que estaban antes en la salida a Nacajuca, y se identificaban porque a un costado, de allí su nombre, tenían una vieja carcacha Chevrolet de 1942. Los tacos que de allí me gustan son los de papa con chorizo y los de queso ranchero o norteño. También lo atiende una familia. Ahora están en el periférico, a pocos metros del Soriana Sendero. Y tacos de cochinilla, los de los Hermanos carrera en el mercado de La Sierra. Y muy recordados los tacos de Ciro Morales, que  en paz descanse, y creo que dos de sus hijos siguen la tradición con locales independientes. Claro que hay muchas taquerías de muy buenos tacos en Villahermosa. Ya escribiré específicamente sobre el tema.

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Una de las comidas muy apreciadas y degustadas por los tabasqueños es el puchero, conocido en otros lugares como el caldo de res. Esta entidad, quizá todo el sureste, tiene la ventaja natural de producir muy buenas frutas, verduras y legumbres. Entonces de esta virtud hacen gala en el puchero (ya hasta me dieron ganas de comerlo hoy). Para ello seleccionan en compra un buen chambeaste con hueso que tenga tuétano, costilla cargada. Y se le agrega todo lo posible: calabacita, elote, yuca, papa, zanahoria, plátano macho, a veces camote y alguna otra más. Y para saborearse los dedos. Se le acompaña con una salsa con chile amachino y tortilla, de ser posible, gruesa, fresca. Hay familias que periódicamente invitan a sus amigos a comer un puchero. Y lo convierten en tradición. ya tienen sus platos hondos de barro para la ocasión.

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Una de las comidas tradicionales en Tabasco es el uliche, principalmente preparada en noviembre por las festividades a las ánimas de los difuntos. Es un mezcla que da una especie de atole de maíz con especies, y la carne bien puede ser de gallina o pavo (guajolote). La mezcla consiste en caldo elaborado de masa batida y agua,  al que se le adiciona un guiso de cebolla, tomate, chile dulce y ajo, ya servido, se le agregan pepitas de calabaza y chile amashito. es un platillo típicamente originario de Tabasco, y la palabra uliche o huliche significa mole. Muy sabroso, se prepara principalmente en el medio rural, y rara vez en las ciudades.

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Leonor, mi madre, hacía capirotada y tortas de camarón para Semana santa. Era una dicha la llegada de esos días por la alegría de comer con gusto esas dos maneras de saborear lo hecho en la cocina. Ahora refiero sobre la capirotada. Rodajas de pan frito. Luego meterlo en una olla de barro con caldo dulce de piloncillo, mas nuez, queso y canela. Nosotros recibíamos nuestra porción para la urgencia del hambre y gusto de entre diez personas. Luego a escondidas nos escabullíamos para tomar otro tanto. Siempre llevo ese recuerdo de sabor y olor de la cocina cuando lo dulzón del ambiente con la capirotada. A donde ando lo platico. O lo escribo. Hace días me llama una amiga: te consiguió capirotada nuestra amiga común. Te lo entregará hoy si vienes a Villahermosa. Raudo nos pusimos de acuerdo. Y raudo fui. Efectivamente me tenía un platito minúsculo con una buena porción de capirotada. La real y original capirotada. La comí. Recordé mi infancia. Me comenta: "Anoche en palacio. Me dieron un platillo. Pregunté. Era capirotada. No lo podía creer. Me acordé de tu gusto por ese platillo. Lo hizo Antonio Medina. Que tiene un restaurant por el aeropuerto. Le dije que a un amigo le gusta. ¿Qué amigo? me preguntó. Calvillo, le dije. Toño Calvillo. Ah, sí lo conozco. Llévele. Y dígale de mi parte que con gusto. Que bueno que le guste.

Fotos tomadas de internet
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