¿Para qué?

1

Si alguien le pregunta a un niño para qué sirve un martillo, un juguete o el agua, seguramente tendrá respuestas ciertas. Y no nos sorprendamos de sus respuestas, porque en ellos funciona muy bien la lógica de su imaginación. Y así se le pueden seguir planteando preguntas y él ira como docto respondiendo. Los adultos respondemos distintos, creemos que nos la sabemos de todas todas, y entonces para reponed linchamos el pecho y nos ponemos a dar clases improvisadas sobre una pregunta tan simple.

2

Este inicio tan pretencioso me trajo a la memoria un chistecillo que nos lo platicaba el maestro Mauro, de Ciencias Naturales en la Normal, para ejemplificar la etapa por la que atraviesan los niños en esa edad entre los 3 y cinco años, que preguntan de todo y sobre todo. Y de que la respuesta debe ser apropiada a la edad del niño.

3

Estaba un padre de familia muy ocupado en su gran biblioteca, cuando escucha que tocan a la puerta. Era su hija de 4 años. "Entra, hijita", invita a la niña a pasar y que se le acerque. Aquí el padre abraza a su hija. Y esta le pide permiso para hacerle una pregunta. "Díme, hijita preciosa". "Qué es pene, papa?" Aquí el padre se abochorna, su rostro muestra lividez, impávidos, y todo eso que refleja un padre conservador y que tiene a su hija en un colegio de monjas, católico, apostólico y romano. Se quita el nudo de la corbata, se desabotona la camisa de la parte superior. Y piensa: "tan atrasado ando que pensé que las escuelas religiosas no trataban estos temas, en fin, tengo que responder como padre responsable y comprensivo. Y se dispuso a darle una clase a su niña, el iris de sus ojos, lo más preciodo y adorado de su corazón. Tomó material apropiado, buscó unas diapositivas sobre el tema, y empezó su perorata: "el pene es el órgano reproductor masculino, cuyos nombres vulgares son los siguientes (aquí como cinco nombres), estos son los nombres de sus partes, etc, etc. Así por 25 minutos, mostrándoselo en láminas para mayor comprensión. (continúa)

4

Ya más tranquilo y satisfecho por su magna exposición le pregunta a la niña, quien durante todo ese tiempo miraba con los ojos bien abiertos, sorprendida y pasmada, asimismo: "¿y en qué contexto te preguntó la maestra sobre el pene?"  La niña no sabía sobre la palabra contexto. Así que le cambió: ¿"qué estaban tratando en clase cuando la maestra te hizo la pregunta sobre "eso"? Y la niña le dice: "como es viernes, antes de salir, la maestra nos dijo: "antes de dormir recen para que su alma no pene".

5

En la enseñanza uno de los métodos antiguos es la mayéutica, que utilizaba mucho el clásico griego Sócrates.  Su principio se basa es la curiosidad natural del ser humano. Los niños están conociendo y quieren saber. Desarman un juguete como si nada. Quieren saber del funcionamiento todo. Y esta actitud natural muchas veces molesta a sus padres y maestros. Esa curiosidad va muriendo a medida que el niño pasa años en la escuela. Y esa curiosidad es la condición acuciante para que el ser humano mantenga la curiosidad por saber.

6

Las preguntas qué, dónde, cuando, por qué, para qué, son generadoras de conocimiento. Tanto del conocimiento filosófico, y son las generadoras del texto periodístico. Los niños la hacen muy a menudo. Los lectores, de periódicos y libros,  sin mencionarlas las tienen como parte de su estructura de pensamiento. En el periódico va encontrando las respuestas desde el primer párrafo. Los demás párrafos solo complementan. Y en los libros va encontrando las respuestas durante todo el viaje en el libro. 

7  

Una de mis hijas regresó un día de sus clases de kínder, y quitándose la carga de la mochila, toda sudorosa por la caminata de tres cuadras, me comentó: "fíjate papi que la maestra hoy nos habló sobre el primer hombre en la tierra, y nos dijo que se llama Adán. No le pregunté a mi maestra, pero yo me hice la pregunta: ¿Y si fue el primer hombre, ¿quién le daba el biberón con su lechita?"

8

¿Sirve de algo la poesía y la filosofía? Este tema lo dejo para platicarlo mañana. Dios mediante.