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Uvas

Una. Volar con la imaginación. Dos. Imaginar volar como dron. Tres. Que me llegue del cielo una colección de libros de los premios Nobel de literatura. Cuatro. Soñar que aprendo bien a tocar guitarra. Y despertar en la realidad. Cinco. Llegar a la meta en un maratón, aunque sea en sueños. Seis. Amanecer en una ciudad de música y bruma. Siete. Aprender trucos de mago y faquir. Ocho. Conciliar con la sonrisa natural. Nueve. Vivir en el campo, lejos de la falsa sociedad. Diez. Leer el Quijote en verso, de Alexis Diaz Pimienta. Once. Dormir en la playa. Doce. Escribir con horario.

Para el 2020

Para el 2020 deseo que te atrevas. Que cruces la frontera del será o del yo no puedo. Que escojas un sueño, el irrealizable y luces por ello. Que multipliques los sueños posibles. Que aprendas algo nuevo. Que leas algo nuevo. Que rías por algo nuevo. Que saques de ti los monstruos que anidan en tu mente: ira, celos, odio, baja autoestima. No estamos para ser a pedido de otros, para quedar bien con los demás. Domina tu pensamiento y tu lengua. No humille, no hables mal de los demás (en lo posible). Y ama a todo lo que te rodea. Que tengas salud física y mental. Muchas veces Aquello depende de esta. La mayoría de las veces. Toma agua simple. Respira profundo. Aprende una nueva canción. Pronuncia palabras que construyen. No seas repetitivo. Si lo soy en el texto, disculpa. Es la euforia de la fecha.

El Pepe

Imagen
El Pepe, una vida suprema, es un documental de Emir Kusturica, que se puede ver en la plataforma Netflix. Es un retrato en movimiento del ex presidente de la República oriental del Uruguay. Ex convicto de la guerrilla, un viejo adorable que se conecta bien con la gente. Aunque ya hemos visto la vida sencilla de Mujica, es agradable verlo despertar, verlo montado en su volkswagen azul, verlo arriba de maquinaria pesada. Pero sobre todo escucharlo en su versión simple y sabia de la vida. Kustirika supo retratarlo bien. Pero es ante todo un retrato de amor por la vida, y por su pareja de siempre. Mujica es de los personajes que no se van, se quedan por siempre.

Autos

Autos por todos lados. Autos lentos o rápidos. Autos viejos y nuevos. Chicos, medianos y grandes. Ruidosos o silenciosos. Autos de distintos colores. Lavados o limpios. En movimiento o estacionados. Autos desde y hacia todos los puntos cardinales. Autos con una o más personas. Hacia donde mires, autos y más autos. La ciudad organizada para su espacio en estacionamientos o su deslizarse en calles, amplias avenidas y carreteras con mucho espacio. Autos comprados en un solo pago. Autos a crédito. Escenografía motorizada de una ciudad que se muerde a sí misma. Como un apocalipsis ahora. Nuestro presente. Nuestro futuro. Lo que somos. Al servicio del auto. El gran negocio de la industria automotriz. Y de la petrolera. Tomados de las manos. Somos sus esclavos, sus siervos, sus obreros.
No soy partidario del América ni del Monterrey. Más: no soy fanático del fútbol. En el 2006 Antonio Moamhed, a quien apodan "El turco", fue a Alemania a ver el mundial de fútbol celebrado en ese país teutón. Llevó a su hijo Farid de 9 años de smaños. Y en accidente automovilístico falle ió luego de cuatro días en agonía. "El turco", le hizo la promesa a su hijo en su lecho de muerte que llevaría a los rayados Del Monterrey al campeonato de la liga nacional de México. Lo logró en la tercera final. Había fracasado el 2016 ante los Tuzos y en 2017 ante los Tigres. En apretado partidos, casi con resultado de moneda al aire, anoche le ganó al poderoso América. Vi el partidos en el cumpleaños de mi joven sobrino Rigo. Que por cierto escribe poesía y escribe bien.

Ayer fui al cementerio 2

Ayer fui al cementerio. Tumbas de todos los niveles. Ya muertos y enterrados, con categoría. Tumbas de tierra. De discreta cripta. Y santuarios de lujo. Con bancas afuera para descansar mientras se acompaña. Mi madre dejó el dinero para sus funerales. 2001, diciembre 25. Ayer fui al cementerio. Huesos de todos los tiempos. Polvo de todos los tiempos. Romería de almas en su andar sin tiempo y con rumbo. Penar de los vivos por la ausencia de sus seres queridos. Pensar de los vivos sobre el destino final del hombre. La nada entre la nada. Minúsculo ser en el vasto universo. Ayeris padres a sobre vuelo me e haron sus bendiciones. Nada más efectivo que la bendición sagrada de la madre. Nos cubre en su manto de realidad con misericordia. Ayer en lo posible y deseable sabernos uno. S. Brindar la compañía. Escudriñar en el pensamiento con la nostalgia. Que solos quedan los muertos. Nosotros cubrimos la agenda del viaje. La cita acordada y cumplida. Mi madre toca mi hombro. Me llama. Y nos a

Ayer fui al cementerio

Ayer fui al cementerio a visitar la tumba  de mis padres. Era mediodía y hacía sol intenso. Llevé mandarinas y refresco para sobrellevar el clima. Y llevé también pintura y brochas para darle un nuevo rostro a la cripta. Flores de plástico. Viento. Polvo sobre ella. Viento. Y cerca de ella tumbas sin nombre abandonadas. Y tres pinos grandes parecidos a los de la casa. Ayer visité los huesos de mis padres. La nostalgia es buena. Previene del alzheimer. Déjome llevar por los recuerdos. La cripta tiene sus nombres. Las fechas. Un Cristo pequeño de piedra. Dos maceteros. Se detiene el tiempo. Se congela la imagen. Nueva pintura blanca sobre las lozas resecas. Todo fue en su tiempo. Todo tuvo sus momentos. Risas. Regaños. Canciones. Ningún suceso vuelve al oresente. Vienen cosas diferentes. Yo, por ejemplo, cuando llegue su momento. No estaré más. Sin prisas. Ayer visité el polvo de mis padres.

Pimienta

De Don Alexis Diaz Pimienta, una de sus obras finas, que al acecho van, como alegres golondrinas, para leer en el desván, en la sala o en la cocina, a ningún lector discrimina, en su forma de escribir, porque tanto hace gozar, como hace reír, y es bueno compartir sus palabras, que vuelan por todo el mundo, con un sentir profundo, desde la Habana hasta España, pasando por toda la América latina, y ya con traducciones para entender en Babel. Así que bienvenida siempre ha sido la obra de Alexis Diaz aderezada con Pimienta y sal, que es lo mejor para decir y contar. Un abrazo fuerte Don Alexis, desde Tabasco, México.

Pasa rápido el amor eterno

Pasa rápido y termina el amor eterno. Dicen. Y que querer no es igual. Dicen. Y que amar no es lo mismo que ser amado. Dicen. Fácil el apego, difícil el desapego. Dicen. Y no hay mal que dure cien años. Dicen. Y que la espina del amor clavada en el corazón duele. Y quitada más. Dicen.

Nadie va rezagado

Nadie va rezagado en la vida. Cada quien en su ruta y a su paso. Con sus palabras y anhelos. Con sus sueños y desvelos. No es competencia la vida. Es un transitar llano y simple. El inicio es el mismo. El final es igual. Si es un sueño o paréntesis, bien lo dijeron otros. Ogro tierno es despertar. Vislumbrar follaje y cerezas. La flor nenúfar está a la espera. El pez su destino no es precisamente pescado. El hombre, ah, el hombre. Filosofa cómo el burro que se encuentra una flauta y la toca. Vamos a nuestro ritmo. Sin prisa ni pausa. Ames o ko. La vida termina. Solo el gato tiene seis oportunidades más. Es un decir.

Dale sentido a tu vida

Dale sentido a tu vida. Ignora todo si ya lo haces. Ir por la vida con quejumbres, no es lo deseable. A menos que sea la muerte quien dicta. Sea cualquier punto cardinal. No hay garantía. La ruta que tomes que sea la más propicia. Y esta da señales el corazón. Y la razón. Darle sentido no es otra cosa que gozar con lo que se hace. Sea esto sencillo o no. Es escribir páginas del propio libro. Con hechos. Es andar se sqltinbanque entre las horas. Faquir entre los días.

Ir y venir

El lugar es ninguna parte. Y tú estás en el ir y venir. Es la constante. En prisas y vacíos malgasta la vida. La paz no está en ninguna parte si no la armas dentro de ti. Ir por el bosquejo de sombra y de rumbo. Ir por si al caso. Venir es todo parsimonia. Es entrar al tobogán. Que si vienes o vas. Yo me voy. No tardo. Porque el alma es del camino. Me voy porque las crisálida diurnas despiertan en el devenir del tiempo. Nada hay fijo. Y regresaréientras tanto se ocupé mi nombre. Aun sea como abajo firmante.

Amen

Amen siempre. A lo móvil e inmóvil. El amor mueve y conmueve. Es buena medicina para los solitarios y tristes. Amar es gozar y sufrir. Es sentir la herida y sonreír. Es cicatrizar y abrazar. Es una luz que alumbra en la oscuridad. Es el terror del odio. Amen. La vida se vive distinta. Con gozo y alborozo. Amen lento y de prisa. Amen hasta el soliloquio. Hasta la luna de ida y vuelta. Sin razones o con ellas. Sin justificaciones ni pretextos. Conscientes de ser efímeros. Amen mirada y palabras. Piel y frente. Amen todo lo amable y lo odiable. Amen sin medida y sen mediadores. Amen todo y siempre. La vida es un viaje. Es un visaje. Y sin amar total o parcialmente no tiene sentido vivirla. Amar y querer no es igual. Querer es la ruta. Amar es el sentido.
Las anécdotas brotaron de manera natural. La nostalgia por ese tiempo. Y el reconocimiento de que fue parte de nuestra formación. Así transcurrió el desayuno entre amigos que en su época de normalistas se agruparon políticamente en la Planilla Verde, que en 1979 obtuvo un contundente triu fó sobre la Negra, la oficial, la que siempre ganaba. El pasado domingo 22 en el restaurant Los Portales fue la reunión. Acordada semanas qntes, convocada por Joel Zuñiga Castillo, en nombre del comité organizador. Yo tuve la oportunidad de llegar desde Tabasco, en un viaje largo por carretera, con salida el sábado de madrugada, pernocte en Tula, Tamaulipas, y salida a las 4 am, para llegar puntual a las 9: 30. En la entrada del salón rentado para la ocasión, estaba Raúl Paredes y Joel Zuñiga. Adentro ya varios amigos. Con un reacomodo para estar todos de frente, en modo herradura. La bienvenida la dio Joel Zuñiga, luego habló Fidencio Santillan Flores, quien fue Presidente del Comité ganador en 1979.

Canta

Llámale terapia o hobby, pero canta. Algo sucede en el universo, por lo tanto, en ti y a tu alrededor. Que la vida o la muerte te encuentre cantando, sea que esta no te lleve por temor a que sigas cantando en el feretro y luego en el cementerio. Aunque desafines. Aunque se te olvide parte de la letra. Aunque musites o murmulles entre labios la melodia. Al cantar suceden milagros. El corazón sigue el ritmo. Por algo la palabra en inglés play es tocar un instrumento instrumento. Es jugar. Sea solo, canta, o acompañado. En grupo. La música, cierto, la llevamos dentro. Pero canta. Nuestra madre o abuelita cantaban costurando en la máquina Singer, que significa precisamente cantante. A los maestros que más recordamos son a los que nos ponían a cantar o bailar. Pero bailar va con música. Aunque alguien se levante y se vaya porque iniciaste a cantar. Con razón, motivo o por nada.

Palabras en evento de amigos

Amigos y amigas, entrañables todos Muy buenos días. Les Saludo y abrazo con mucha alegría a todos.  Difícil expresar mejor lo que otros ya dijeron. Así que exagerando siendo muy breve, podría decir que estoy de acuerdo con quienes me antecedieron en la palabra, y que no me resta más que decir gracias. Pero permítanme dentro de esta brevedad pretendida, decir unas palabras, por el regocijo que tengo de estar aquí, en mi Matamoros querido, y en unión de ustedes.  ¿Qué significa esta reunión? Que seguimos teniendo el mismo gozo por la amistad. Que a pesar del tiempo, decenas de años, en algunos casos, y la distancia de cientos de kilómetros, en mi caso, nos siguen uniendo -junto con el mismo origen normalista- las inmensas ganas de vivir a plenitud. Pero en ese origen normalista al que aludo, el elemento sustantivo de la convocatoria, es nuestra asociación identificada con el color verde de la planilla, que hizo historia en la vida de nuestra escuela Normal. Que en esos venturo

Tere Segura Azueta

Tere cumple años. Que alegría verla bien. Con salud y con sonrisas. Originaria de Yucatán, vino a Tabasco en el 79, como yo y muchos maestros de primaria. Muchachos todos. Veinte años de edad o menos. Lo que hemos vivido acá, más bueno que malo. Yo a ella la vi. Todos la veían. Ella a nadie. Cuando la saludaban extraños ella por educación respondía de frente, sin voltear a ver al susodicho. Dejé de verla. Años. Pasaron inundaciones. Y tanto. Luego la volví a ver en Conalmex Unesco. Fuimos compañeros de trabajo. Siempre diligente y colaborativa. De carácter, sí. De trabajo. De opinión. Y hoy me entero que cumple años. Sea feliz. Tenga salud. Al igual que su familia.

La vida efímera

Se cuenta de un maestro ingeniero que su hijo saliendo de prepa le dijo que quería estudiar licenciatura en artes. Nooo. Fue su respuesta. Eso es para afeminados. Tienes que estudiar una carrera como la mía. Ingeniería. Y cuando traigas el título y lo cuelgues en la pared de la sala, entonces sigues estudiando lo que se te de tu gana. Cuentan que el muchacho se fue a estudiar cinco años a Monterrey. Obtuvo el título. Regresó y lo colgó donde su padre dijo. Y e ser e, contento le regaló un auto. A los dos meses el hijo murió en accidente. Dicen que en el velorio el papá llorando se arrepintió no de regalarle el quto, sino de no haberlo dejado estudiar lo que él quería. Cuendo menos hubiera sido feliz estos últimos cinco años.

Reflexiona

Escribe tus propósitos para año nuevo. Ser feliz. No preguntes cómo. La clave está dentro de ti. La felicidad no está en ninguna parte. Ni es tesoro enterrado o joya escondida. Ni es estado permanente. Es el de vibrar tus cuerdas internas. Por eso está dentro de ti. Si tienes madre y padre. Si no los tienes. Si el recuerdo te ata. Lastre. Si el futuro te causa ansiedad. Lastre. Reflexiona en tus propósitos. Sean de gozo cumplirlos. No sacrificio. No sea una larga lista de buenas intenciones. Bastaría uno si fuera solo el ser feliz. Mira la luna. Lee. Todo cabe en un jarrito, bien acomodada la felicidad.

Otro testamento

Dejar algo de aire y arena a los gatos. Oro en alhajas para los ladrones. Poemas a los desahuciados. Los libros al vende papel y cartón. Una orquídea a la musa. El método de solfeo a las sirenas. El bisturí al carnicero. La lluvia para la hojarasca. Salmos  para tranquilizar al verdugo. Bienaventuranzas para los descorazonados. Para los ateos un punto de apoyo. Para los creyentes algo más que la fe. Tan necesarios, en ambos casos. Manual de paz para el guerrero. Un pez para el viejo pescador de mar.  Una utopía para el pragmático. Un amor para todos. Tengo fotos en sepia, guitarras afinadas. Cuaderno para notas. Un brocal para noria. Una flauta para el pastor. Un jardín para la flor. Quede todo escrito. Para evitar desacuerdos.

Los 60

Desperté hace días con los 60 a lomo de mula.  60 de caminar polvo en los caminos. De divagar en discursos por las derrotas. Justificando caídas y dolores. A veces mar o desierto. Sin postre. O solo postre para el alma. Escribiendo mi nombre y apellidos en papel de sal. Sangre del bajío. 60 de amar la luz y lo oscuro. Para jugar a las escondidas y nunca encontrarnos. Jugando vencidas con la muerte. En guiño como trampa. 60 donde me he encontrado dolientes brujos del poema. Y versadores alegres. Años de no verte. Y llegado el tiempo de visitar los frescos  cementerios donde robamos flores para poner a los muertos solitarios. 60 y sigue la cuenta de cuentos en el limbo. Lluvia bajo el puente. 60 panes multiplicados. 60 dagas sin filo. Planes sin ruta. Proyectos sin destino. 60 indescifrables notas musicales. Nudos. Palabras. Piedras. Sonrisas en cascada. 60 uvas frescas y manzanas rojas. 60 años de baile con pies de plomo. Cereza sin pastel. 60 rosas libertarias. 60 de aprendizaje para s

No desistas

No desistas, es la clave. Todo sueño vuelve como realidad. Si la noche se despide una vez más. Y el día se anuncia ya. Acomete prudente al día. Y ve de ir por tu sueño. Anda por la utopía inalcanzable. No desistas. Cada día es ya de por sí la fiesta. Si es infierno, sea teatro, son algo común las pastorelas. Afina puntería. Y salga la flecha hacia lo bello. Todo lo es. No desistas. Con plan o sin él. Disfruta tus oportunidades. Despertar ya es común ganancia. Práctica el vuelo, el canto, la magia. No demores tiempo. El miércoles también tiene veinticuatro horas. Lee los hechos por venir. Libro. Y suspira libre.

Antes del olvido

Antes del olvido, que hable la memoria. Y que hable de todos los recuerdos. Sin olvidar alguno. Luces y sombras de la vida. Lo que hemos sido. Lo que somos. El olvido es improrrogable. Llega y se queda. Acompaña al polvo. Fragmentos de lo inerte. Aún con vida, el olvido es ausencia y sanación. La memoria, en cambio, es destreza de vida. Es reverberar de recuerdos que bullen en la mente. Y ocurre vida.

Buen domingo

Buen domingo a todos. Qué van hacer. Qué van a ser. Antes, dar gracias por un nuevo día. Ya domingo de diciembre. Pronto estaremos en el 2020. Si el gran Arquitecto, el de tu creencia, lo permite. Donde está la raya, como nuestro límite de abrir los ojos.  Pero volvamos a este domingo. El del presente. Que lo que hagas hoy sea en paz y tranquilidad. Que no sea de infierno. Y si lo es, que sea solo una experiencia más. Este domingo tiene todos los colores, todos los climas, todas las razones, para tu bien. Si tienes familia o no. Si vas a viajar o no. Que todo sea dentro de los límites de tranquilidad y paz. De infierno es perder el tiempo. Gritos y reclamos. Culpas por lo de ayer o antier. El ambiente de infierno te roba energía y vida. Sea de paz. De mucha paz. Riega las plantas, pinta, haz ejercicio. Escucha música. Limpia tu casa. Acude a la iglesia o templo. Mira la belleza de las flores. Saluda con sonrisa. Y contesta el saludo de buenos días con énfasis de gusto. En paz toda comi

Horarios

Cuarenta años de horarios. De ocho a una. Y otros tiempos de ocho a dos y de seis a tres de la madrugada. Un ritmo de corazón agitado. Montado en caballo de carreras. Entradas por salidas. Y a veces el mérito de detenerte a un bocadillo. Y vaso de agua. Y así en el día a día. Sin más fin que el cambio de mes. De años. Sin brida ni freno. Más llega el día en que falta aire. Es cuando te das cuenta que la vida es eso que se escapa a cada instante. Ahora miro solo adelante. El presente tiene un ritmo lento. En el que los días se van rápido. En un tren que anuncia ruta hacia la penúltima estación. Cae las hojas en cámara lenta. Nos vamos. Se van. Adiós.

La fiesta

La fiesta es nuestra. Desde todas las direcciones hacia todos los puntos cardinales. Si mi madre sonríe y me abraza. Si mi padre me lleva de la mano. Fiesta es el estallido de colores. Es la suma de voces. Es el silencio y la mirada. Si todo está por escribirse. Si todo por nombrarse de nuevo. Fiesta es el biombo y la mirada. La fotografía de viento y movimiento. La pared que reta. El no hay camino. Fiesta es el estallido de sonrisas.

Llueve

Llueve esta noche. Tomó café y escucho estruendos por celebración. La vida misma es una celebración. Y la sonrisa anuncia fiesta. Cantemos. Viaja el pensamiento hacia otros ayeres. De cuando caminamos bajo la lluvia. Íbamos al frente de batalla perdidas. Todas lo son. Y también cantamos. Este fue nuestro triunfo.

Todo tiempo presente es mejor

Todo tiempo presente es mejor. Porque es el de la bella vida. Aquí decides si puedes o no. Y tienes razón. Aquí es cuando caes y te levantas. Cuando avanzas o retrocedes. El presente es de sonrisas, guiños y palabras. Es la única manera de estar. Todo verbo conjugado es movimiento solo en presente.

A la utopía invité un café

A utopía invité un café. No hay motivo o razón. Me dijo, con prisa. Hay aflicción general. Me puedes seguir. Sin esperanza de alcanzar. Yo caminaba detrás. Al frente ella avanzaba cada vez más.

Llegará

Llegará el día, la tarde o noche. Llegará la palabra precisa. La carta esperada llegará con letra antigua. Toda fecha, todo plazo. Tarde que temprano se hace presente. Imponderable. La madrugada parece eterna. No termina el invierno. Parece historia sin fin. La palabra encarna. La nube viaja. El guiño viene con imán. Llegará el futuro. La guerra. El fin del mundo. Llegará quien no esperas. Y se firmará el acuerdo correcto de paz. Entonces llegará la hora de partir. Suena el silbato del tren. Llega la claridad. La luz. Revela la paz.  Se oye la canción . El café soñado. El libro alado. Ni antes ni después.

Los de entonces

Esos melenudos de los 70s; de mezclilla tubo; de dientes fríos; de siempre adelante. ¿Dónde andan? Caminaban sin prisa con garbo por calles y callejones. Polvo en los ojos y los labios. Libros prestados de la 6 y Bravo. Y pan de la buena suerte. Cabalgaban briosos potros para alcanzar la utopía. Que veían cercana. Muy cercana. ¿Dónde andan? Sus luces relampagueaban por las tardes en barrios de Matamoros. Irrumpían en estructuras con escamas. Y daban rienda suelta a la palabra en cartas de amor, poemas y discursos. Yo los sorprendía en bares donde ilustraban a la concurrencia. Exhortaban a putas rieran por el oficio revolucionario. Nunca más sin ustedes. El mar era muy chico desde la playa Lauro Villar. El río Bravo apenas una culebrilla de agua dulce serpenteando la frontera. ¿Dónde están ahora? ¿Alcanzaron los sueños? Esos de entonces contestaban sí, de la tierra de Rigo, al preguntarles su origen. De Javier. De la altiva y heroica. Trotaban en el Olímpico, frente al Pronaf. Jugaban e

Campo traviesa

A campo traviesa las palabras. En la vida toda, acompañadas de polvo. Y en ruta al oído. A veces caen cansadas. O quedan mudas. Respiran profundo. Avanzan o retroceden en el campo amplio de la vida. Viven y mueren. Flores con color y perfume. llegado su tiempo, se secan.

Savia de domingo

Savia de domingo es la liquidez de la sonrisa. La que viaja entre nosotros de corazón en corazón. De mirada en mirada. Si miras las hojas secas. Las ramas de los árboles aue mueve el viento. Si el mismo tiempo gira en 24 horas y hace remolinos gozosos en los sentimientos. Domingo es su nombre hoy. Mas cada día es domingo. Si alberga savia de vida tu vida misma.

Caricias

Al amanecer el sol te brinda la caricia más tibia. El viento suave, caricia total. Es la vida una caricia toda. La lluvia. La música.

Ahora que diciembre

Ahora que diciembre vuelve. Trae esperanzas y sonrisas. De paz por sobre todo

Leía sobre los resultados PISA en educación

Leía sobre los resultados PISA 2019 en educación, en el cual cada dos años se evalúa el aprendizaje escolar de países a través de una muestra representativa de alumnos en su tránsito de secundaria a preparatoria. Otra de las pruebas estandarizadas es PLANEA. Pero el reciente resultado se refiere a la primera. Los resultados nos dicen que México es de los últimos entre los países miembros de la OCDE (los más ricos). Y cuatro regiones o provincias de China obtienen los primeros lugares. Lugares que últimamente había ocupado Singapur. Finlandia entre los primeros. ¿Cual es la realidad? y ¿cuál es el sentir de los docentes y directivos escolares ante estos resultados? A reserva de estar equivocado en poco o en mucho en mis opiniones, externo lo siguiente: a.-  La escuela es el reflejo de nuestra sociedad. El entorno es determinante para que en la escuela pueda realizarse un buen o regular trabajo de enseñanza aprendizaje. Padres responsables y con valores junto con maestros responsables

Me faltaba Vargas Llosa

Ahora hacia mi jubilación, por el tiempo libre, a organizar mi tiempo. El que queda. Y un buen tanto ha de ser de lecturas. Tantos libros pendientes. En esas andaba cuando recordé de las ediciones conmemorativas de la Real Academia de la lengua Española (RAE, por sus siglas). Empezaron con la edición por los 500 años de El Quijote, de Cervantes. Libro que masivamente regaló el gobierno en el Día del maestro quizá el 2003 o el 2004. El caso es que luego siguieron llegando vía comercial otros a Villahermosa, y fui comprando algunos, otros no. Publicaron a Gabriela Mistral, Pablo Neruda, Mario Vargas Llosa, Jorge Luis Borges, Carlos Fuentes, Julio Cortázar, Augusto Roa Bastos, Gabriel García Márquez, Rubén Darío y Camilo José Cela. Son libros preciosos, con pasta dura, ensayos académicos, glosarios, etc. El caso es que se me dificultaba conseguir dos: el Cien años de soledad, de Gabriel García Márquez, y el La ciudad y los perros, de Mario Vargas Llosa. Agotados en las librerías, los busq

Has lo tuyo

En el día has lo tuyo. Lo que te corresponde hacer. Cabe en ello todo lo de tus días. Las esperas, las prisas, las nostalgias. Las ansias, los desvelos. Has. Si a veces te corresponde solo soñar, sin hacer. Solo imaginar, sin escribir. Has. Nadie te exige más. Tampoco menos. Otros harán, esclavos, lo que es ganancia para otros. Eso les corresponde en la historia. No hay miopía. Por eso has lo tuyo. Lo que te corresponde en destino. Ese es el deseado camino. Si has de mover una piedra, saltar un obstáculo, o quedarte dormido. Esa es la magia de la vida. Hacernos sentir que andamos mal. O que somos genios incomprendidos. Creer que somos arquitectos de nuestro destino. Y no hay mucho error en eso. Solo que derrotas o triunfos. Agujas perdidas y por buscar en pajares. Un final feliz. Un retorno al origen. Las vueltas a la noria. Has lo que te corresponda. Un café caliente y pan.

Nueva venta de garage

Un unicornio de peluche. Un libro de la poeta Dulce María Loynaz (tengo dos).  Un conjunto de fotografías en sepia que compréa un viejo ciego fotógrafo en un mercado. Un cajón de bolero que usé de vez en cuando. Unas botas con pasos que recorrí en veredas a veces con piedra o lodo. Un recuerdo o dos que hacen bien a la tarde. Pero la tarde se ha ido. El famoso teléfono descompuesto que nadie ha podido reparar. Una grabación de la llorona, original. A la venta. O al cambio. Queden las ilusiones rotas, para nuevos tiempos.  Queden las hojas blancas a la espera de sueños. de emociones. Y de anhelos. Unos cancioneros, ajados y amarillentos. Un afinador de aire con la nota la. .
Cada colonia de Matamoros tiene sus características, y las añoranzas de sus habitantes. En mi caso y de muchos, porque allí crecimos, son tres las colonias: la Praxedis Balboa, la Treviño Zapata y la Popular. A las tres las atravesaba el canal Soliseño, que ahora es avenida Cantinflas,  y la calle Augusto Sandino, que luego le cambiaron el nombre a Roberto Guerra.  Empezaba la Praxedis con el estadio que tenía construída solo la parte oriente con sus gradas. Ahora me dicen que ya lo derrumbaron. Tenía pista de tartán. Entre la Praxedis y la Treviño Zapata, estaba la zona roja, la llamada de tolerancia, donde se ejercía la prostitución y venta de licor y cerveza. En la Treviño Zapata teníamos La terraza Marys, de la familia Charles. En la Colonia Popular estaba el cine del mismo nombre. Al aire libre. Y bancas largas como de iglesia, pero rústicas. Mi padre me llevaba de niño. Era una alegría grandísima ir de su mano, saliendo del callejón 6, y caminar por toda la calle Bernardo Gutiérr

No corrí para alcanzar algo

No corrí para alcanzar algo. Todo fue en tiempo y forma. Cada momento me dio lo correspondiente. Mi madre el abrazo. Mi novia el abrazo. Mi amigo el abrazo. No hubo prisa en adelantar tiempo. Si mi nombre era destino. Y el futuro venía a su paso. No corrí. No adelanté. En el camino fui a pie o en bicicleta. Había bifurcaciones. Y a cara o cruz decidí la ruta. El viento del norte empujaba. Y el sur me esperó con las ramas abiertas. Subí y bajé escaleras. Paso a paso. Hay atajos, me dijeron. El canto de sirena es sublime. No tenía carnet.

Venta de garage

A garaje por falta de espacio del corazón. Unas hojas y pétalos secos. Estaban en un libro de Sabines. Son poemas. Una guitarra rota. Tiene aprecio. Más de mil canciones se tocaron. Y acompaña siempre a donde sea. Requiere reparación. Cuerdas extra. Una carta en pedacitos. Estaba borrosa y ya sin nombre. Con acentos propios. Y sus puntos en las íes. Una luna que bajé sin plan. Un pan seco para el hambre de justicia. Una bicicleta para rutina de ejercicio con llantas sin aire. Un lapicero que escribe en rima canciones y poemas. Un vaso de agua que no acepta desahogo. Una jaula abierta de donde escapó un canto. Un cuaderno para anotar notas musicales de melancolía. Un gotero de lágrimas seco. Una taza blanca para el café negro. Un rehilete y cometas de la infancia. Se cambian por palabras.

Calla

Si tienes la razón, calla. Si no la tienes, lo mismo, calla. Si crees que la tienes, puede ser que no. Si crees que no la tienes, es probable, muy probable, que realmente no la tengas. El silencio es el mejor cómplice.

Grita

Grita para que te vean. Habla para que te escuchen. Se breve para que te entiendan. Sea así. De otro modo no eres. No existes. Es una locura todo por las prisas. Los conceptos de éxito. Fama. Muestra el puño. Sepan que tienes hacha. Sonríe. Abraza. Ama. Aprende. Nunca será suficiente. Ninguna palabra abarca el todo. La vida va rauda. El tiempo es rudo. Por eso grita. Canta, baila. Que no quede ni un minuto sin ponerle un toque de alegría.

Conmemorativos

Acometo la reelectura. Ahora con la bella colección de libros conmemorativos editados por la Real Academia de la lengua española. Ahora con Cien años de soledad, del gran Gabriel García Márquez. Volverse a sumergir en Macundo, saludar a los Aurelianos y Arcadios. A Ursula y a Pilar Ternera. Esta colección es  de libros muy bien cuidados. Pasta gruesa. Pulcritud en el diseño. Sobrios. Y cada uno viene con respectivos estudios de académicos y ensayos de amigos del autor, que da un toque de familiaridad. Entre otros autores consignó a Jorge Luis Borges, Julio Cortázar, Mario Vargas Llosa, Pablo Neruda, Rubén Darío, Augusto Roa Bastos, Camilo José Cela. Pará darnos un banquete de lecturas.

Plan

Nuevo día. De madrugada. Haz tu plan. Sencillo sea. Hazlo. Objetivo. Ser feliz. Las preguntas de dónde, cuándo, por qué son distintivas a la filosofía. Y de siglos hace no han tenido respuestas contundentes. Bordéalas.

Jueves por la tarde

Todo jueves me alegra. Me asumo simple y polvo. Lápiz que escribe. Hoja que cae. El viento me ha extendido mi boleto. Y me lleva y trae. Yo me ocupo de deberes simples. Preparo mi café, Quito polvo a los libros. Quito pétalos de rosa secos, de años, con letras que ya no identifico. La tarde tiene su ritmo. La luz de sol en retirada se mete en las grietas de la pared, en lo rugoso de los árboles. Y me dejo al azar para constatar si las palabras duermen o vigilan. El orden de las cosas queda a la espera de botón para flor. De taza para café. La tarde se estira. Monólogos en Torre de Babel. Transparencia de almas que vagan al exilio. Cada día me alegra. Este jueves tiene algo raro. Sonrisas y palabras. Vamos.

Cancion segunda

Olvida el olvido Es un decir de esperanza Es un fuego con lanza Directo al corazon Olvida el olvido Esa manera de extrañarse Esa manera de darse Lo pide el corazón Hay un tiempo de vida solamente Un tiempo solo para amar Un tiempo que se pasa y no vuelve más Olvida el olvido deja atrás la sin razón

Olvida

Olvida mi nombre. Rompe mis fotos. Quema mis libros. Lo que soy no está aquí. Ha partido. Los recuerdos andan de viaje. Se ha impuesto el olvido. Echa atrás la cinta y corta el desdén, la humillaciones. Sella el pasado con ladrillos duros. Soy un tranvía sin vía. Mi nombre fue una referencia por años. Las fotos, química en sepia de lo inmediato. Los libros una prueba de que todo pasa, una trampa de la razón. Estrella diletante en el ser y no ser. Me perdí en el laberinto del tiempo. En la nada de la vida. Llegué. Vi. Y quedé invicto. Mi destino no fue competir. Ni combatir. En la moneda de dos soles escogí a sabiendas cruz. No soy de triunfos. Ni derrotas.

Charla sobre Juan José Arreola en la telesecundaria del Fraccionamiento ISSET

Ayer acompañé al escritor Hilario Feria Pérez en su conferencia sobre vida y obra de Juan José Arreola en la telesecundaria Asunción Alamilla, en ISSET-Ocuiltzapotlán, ante cerca de 200 alumnos. Allí el director es el amigo Erixs Feria Morales, a quien me dio gusto saludar, recordar otros tiempos de cuando estudiantes en Ciencias de la Educación, y sobre el presente educativo y sindical. Es importante que las escuelas se abran a las colaboraciones de distintas personas en distintos campos. Hilario expuso ante los muchachos y muchachas atentos; tenían su cuaderno a la mano y su lápiz, donde iban haciendo anotaciones. Se leyó algún fragmento de obra de Arreola, se dio a conocer información sobre su productiva vida y sus pocos libros. Qué alegría constatar dicha actividad. De la amistad, por un lado, del trabajo de grupo de la Sociedad de Escritores, a las que pertenecemos Hilario y yo (un poco inactivo yo), y de compartir ideas. En dicha telesecundaria desde su fundación, que me tocó ver

Hambre

Sentí la punzada del hambre. Me dije: huevos, queso, tortilla, tomate, cebolla y chile. Y procedí en consecuencia. Saqué del refrigerador. Y la tabla piqué lo picable. Hice pedacitos las cuatro frías tortillas. Puse el sartén en rl fuego. Y le puse poco aceite. Empezó a chirriar. En seguida metí los pedazos de tortilla. Y con la cuchara los movía. Me dije: le falta aceite. Tomé rápido la botella y le puse suficiente. Al instante hizo espuma. Se me hizo extraño el efecto del nuevo aceite. Le había puesto Salva lavatrastes, quita manchas y disuelve la grasa. Y a iniciar de nuevo.

Hoy

La llegada del nuevo día da nueva perspectiva. De agradecer la oportunidad. De una nueva derrota. De una nueva caída. No hay triunfo sin derrotas. El mar alza la misma ola siendo otra desde siempre. El río cambia a cada instante. Y el tiempo abre sus pétalos para tí con otro amanecer. La puesta en escena de ayer hoy no más es. Cursi el amor. Cursi la esperanza. La utopía no. Es el nivel del sueño del hombre. Alto, alto. Solo así. Hoy es una canción que se canta con las alas. Es un cometa que elevo desde las nubes. Es la sonrisa que me piensa desde lejos. De tiempo. De espacio. De universo. Una paz que está instalada desde ayer en el puente hacia el hoy. De martes, hoy.

Neblina

Puede ser que no te vea. Hay neblina en la ciudad. Hay un tramo corto de visión. Puede ser que estés allí. Aquí. En cualquier parte. Uno camina a tientas. Como con ojos cerrados. Hay neblina. Densa capa de humedad. Nos rodea. Precisamente por eso. Así cruzamos en la vida. Entró a la biblioteca o salgo. Lo mismo en el parque. Solo cruzan luces en la carretera. La densa neblina del tiempo impide verte. Más densa neblina impide ver futuro. Todo tiempo es nuestro. La neblina está instalada inmemorial dentro de nosotros.

La terraza Marys

Yo era asiduo a los bailes de la Terraza Marys. Estaba ubicada en donde hoy creo es un Oxxo y otros comercios. Calles Roberto Guerra antes Sandino y Marte R. Gómez. Se llenaba de público. Era el lugar sano de diversión más cercano. Tocaban grupos locales. En la entrada previo pago te sellaban en la muñeca. Sus propietarios muy trabajadores era la familia Charles. Yo no tenía dinero para entrar. Entonces me la ingeniaba para ayudar a cargar equipo e instrumentos de algunos grupos. Que poco a poco me iban conociendo. Un rato tocaba yo el güiro o pandereta. Y ya luego me metía a bailar. El checador cobrador  alguna vez me quería obstaculizar la entrada, aún que me veía cargar equipo. Los del grupo musical me defendían y pasaba. Era de las mayores alegrías de mi vida. Yo tendría quince años. Atrás de la Terraza estaba el río Soliseño, desde hace años ya cubierto por la calle Cantinflas. A un costado la escuela primaria Cuauhtémoc, donde estudié lo básico . A la salida del baile a eso de la

Dos niños

Dos niños en una ventana. De frente. Uno dentro, el otro fuera. Dos mundos que se buscan. Dos que se enfrentan. Aprenden sobre la paz y la guerra. Mientras juegan divertidos. Adentro y fuera. El de adentro descalzo. Hay alfombra. El de afuera tirita de frío, descalzo.

Este día

Este día. No otro. Mezclas risa con canto de pájaros. Algo se escribe. Si mi madre no para de volar. Es domingo. Me echo clavado en el pasado o futuro. Es lo mismo. Mi padre no para de soñar. Yo me propongo. Soñar. Jugar. Aprender. Y es domingo. Sé hacer cometas y chocolate. Escribo mi nombre en hoja blanca o fuego. Mi padre me toma de la mano. Mi madre me abotona la camisa. Este día y no otro es asunto de la vida. El escándalo de ser feliz. De escribir domingo. De mirar de aquel lado de la ventana.

Sin título

Una casa. De visita. Un como si nada. Un saludo grato te recuerdo. Una sonrisa es otoño. Bienvenido. Un salir al caminoHay agua. Riachuelos y laguna. Bicicleta en agua. Yo camino sobre su superficie. Hay niños. Hace hambre. Yo le miro desde la caverna. Desde el pasado. Desde el corazón. Y me acerco. La dueña de la casa hace tortilla a mano. Le unta mantequilla. En una viene escrito como en penca de maguey mi nombre. Yo miro. Admiro. Suspiro. Y despierto. .

Dicen que el asesino vuelve

El asesino vuelve al lugar del crimen. Deja pasar un tiempo con esperanza de olvido. Luego gira 180 grados en sus talones. Y paso a paso vuelve. Volver es escuchar una voz sorda. La propia. El cadáver del pasado esta allí. De una infancia rota o esperanzadora. Una juventud de vuelos sin retorno. Un torcerle el cuello al cisne de lo autoritario. De lo cómodo. Es el intento de romper el molde impuesto. Vuelve el asesino al lugar del manantial sereno. A la banca del parque aquel. Donde penas y sueños de futuro eran los temas. Palomas revoloteaban entre los árboles.Vuelve al callejón de las peleas con besos improbables. La mirada fija en la rosa de los vientos. Los cementerios de autos. El osario de perros callejeros. La tumba de padres y abuelos. Y recorre las calles. Por donde sudor y sangre dejaron huella de esperanzas rotas. Lo miro desde lejos. Yo también he vuelto. Y veo que vuelve el asesino.

Canta

Canta. Para No qconsultar sicólogo ni siquiatra. Ni siquiera en crisis de tirarlo todo. Ni gastar en píldoras o pastillas. Cantar es evitar la fatiga del alma. Es ascender como de bajada. Es emprender el vuelo con sonrisas. Cantar es una llave que te abre el paraíso. Es sentirte dios Sabiéndo tesimple mortal.

Somos cadáver exquisito

Somos cadáver exquisito. Se nos mira bien. Más el perfume natural del bosque. Se nos trata bien. Y engarzamos versos para justificar los momentos. Para ocultar con máscara de palabras los desatinos. Y cabalgamos tiempo. Todo cadáver preocupa. Porque no somos eternos. Ni estamos quietos. Por nuestra mente de cadáver pasan guerras, pasiones y furias contenidas o desatadas. Por nuestra mente habitan monstruos, duendes, sirenas que cantan. Todo escrito y previsto. No hay improvisaciones. Todo a ritmo. Toda tuerca gira en lo previsto. Habitamos el cementerio de cadáveres. O morgue inmaculada. En la que se tiene nuestro registro. Los cadáveres cantan. Escriben. Aman.

Esperas

Esperas de noche que amanezca y sea día. Y luego esperas sea noche. En la mañana la tarde. El botón abra a flor. De la semilla  rote la nueva planta. Esperas diciembre desde abril. La semana santa desde el inicio de enero. Esperas y esperas. La vida va tan rápido. A la velocidad de objeto en caída mi re. Ya no digamos velocidad de luz. Mañas carta y esperas respuesta. Cael las hojas en otoño. Y sientes ya el viento suave de la primavera. Empieza el juejo de ajedrez. Y esperas saber si es la reina blanca o negra la mejor o cula rey va a jaque. Esperas una noticia que no llega. Aún no. Esperas un ko del sí. Ver el ascenso del agua cuando la lluvia. La resurrección en la muerte. La seducción en la indiferencia. Se espera la felicidad. El qué llega es el tren de la ausencia. Es el que menos esperas.

Para qué sirve todo ello

El rocío. Por la mañana te miras al espejo. Y te reconoces. Con historia y nombre. Te sabes allí. Nadie te engaña. Y para qué sirve reconocerse. El color del polvo es lo de menos. Para qué sirve el rocío. Y el alba. Si vamos de paso y de prisa. Si no estaremos más del tiempo suficiente. No deshicimos el nudo giordano. No cambiamos el cauce del río que al instante es otro. Ni pudimos hacer que remonte. Pará qué sirve la filosofía, la poesía y la ciencia. Te acostumbras a mirar cabizbajo. No pensar. No alertar. Si cada instante somos otros. Y repetimos cómo loro las palabras libertad, justicia y verbo. Nos han dado un molde social. Cómodo. Encajas bien allí. Vas bien por el camino. El martirio es solo un rostro. Vas. O vienes. Da igual. Somos como la cebolla. Por sus capas y nuestras máscaras. A semejanza.

Como barca

Como barca que se aleja del puerto. Dejando atrás la playa. Y el adiós de la nostalgia en tierra. Atrás los recuerdos de un presente mítico y volcánico. Así siento este instantes previo al amanecer. Que deja de serlo para dar paso al nuevo día. A otros instantes que al igual se deslizan en el tobogán de lo efímero. Existes porque estás y eres. Y ya tan pronto en despedidas. Si acaso el ocaso tardará y el olvido fuera un mito. Poderoso, si. Pero al final mito. Solo. Ahora la barca ha desaparecido al campo visual. En los sueños todo es posible. Incluye boletos para el retorno azul pintado de azul.

Canción primera

Tienes en tus manos mi dicha. Tienes en tu mirada mi luz. Y tienes en tus labios mi aliento, alimento de amor. Tienes la nostalgia del recuerdo Tienes la dulzura de tu miel Y tienes

Soñar

Sueño que sueño. Y en esa vida irreal suceden tantas cosas. Desde la fiesta locuaz. El discurso fiel. Hasta el premio mayor de lotería. Sueño una cartera con dinero. Sueño una ciudad roja con luz.

Corte de pelo (3)

De los cortes de pelo que más me han gustado, y no precisamente por el resultado, aunque me quedó muy bien las tres veces que fui, fue en una peluquería que estaba en la calle Rovirosa, la que inicia por la plazuela del Águila, la de los músicos, adelantito del bar El submarino, y sale por el Tribunal de la injusticia, en Villaherlosal peluquero era un señor grande de edad, mediana estatura. Discreto y amable. Era un verdadero espectáculo ver sus dedos con las tijeras. Rapidez y belleza plástica y dinámica. Se movían como a cinco tijerazos por segundo. Sin descansar como por tres minutos. Solo para cambiar de ruta en el corte. No lo hacía por prisa o acabar rápido. Y yo me imaginaba como el batir de alas de colibrí o mariposa con prisa. Se lo dije y sonrío agregando un Gracias.

Corte de pelo 2

Había una estética por Samarkanda, que era mi ruta. Allí fui cliente. El estilista era muy profesional y fino. Tenía de ayudante a su hermana. Ella era hábil también. Conocedora del oficio. Pero una vez estaba ella sola. Entró me empieza a cortar el pelo y estaba con una inspiración distinta. Mal, pues. Las tijeras iban de un lado a otro, in orden. El caso es que el corte fue un desastre. Le quedaba más largo de un lado y trataba de emparejar. Se le pasaba y trataba de emparejar del otro lado. Terminó. Le pagué y nunca más volví. Pero al mes me urgía corte. Pasé indiferente por esa estética. Y más adelante había otra.e detuve. No habían clientes. Buenaaas. Así tres veces. Entra un campesino con machete en mano. Que busca. Corte de pelo, digo. Ahorita mismo. Entra a la parte de atrás y sale de nuevo. Con tijeras. Y ras, ras, ras. Yo no podía respirar casi por el olor penetrante de sudor de días. Termina. Saca una vasija con agua y espuma chocolatosa de jabón. Y con navaja usada corta el

Corte de pelo

De niño me cortaban el pelo en la peluquería El veracruzano, que estaba cerca de la calle Voz de la frontera, y cerca de la panadería de Don Lucio. No sé el nombre del peluquero, pero le decían así, veracruzano. Quizá era de Alvarado. Echaba madre por todo. Mal hablado. Solo dos o tres palabras de diez eran palabras que yo podía decir. Me cortaba el pelo casi al casquete, con un copetín distintivo infantil. Eso fue en Matamoros. Ya en Tabasco me lo llegaba a cortar en mi colonia cuando el peluquero, Don Rolando, no tenía pendientes. A la lamentable muerte de este empecé a llegar a un local en Bastar Sozaya. Ya la señora me conoce bien. Usted es el que sale en la tele. Me dice. Uo le respondo que si. Nomás. El caso es que si tiene ya varios a la espera no me quedo y voy a uno de los locales más adelante, casi llegando a Castillo. Todo bien siempre. Pero ayer entré un local. Estética profesional, dice un letrero. Me dio confianza. Una chica me recibe. Con qué numero de la maquina. Del 3.

En La jarochita

Puntual mi padre llegaba todas las mañanas al café La Jarochita, frente a la plaza Allende. Hiciera frío o calor, no faltaba. Allí se reunía antes del amanecer con sus amigos. Y luego ya a eso de las 7 30 cada quien a sus trabajos u ocupaciones. Él se iba caminando toda la sexta hacia donde le tocaba trabajar. En tiempos de congelacion lo mismo. Mi madre le preguntaba que a dónde iba, si trabajo no había. En invierno el pasto casi no crece. Amarillea. Él como quiera se iba luego de la respuesta. Aquí no hago nada. En la calle cuando menos algo debe pasar. Y así era. Lo veía alguno de sus patrones. Se detenía, lo saludaba y le daba un billete. Quizá de 50 de ahora. O se encontraba un dólar tirado. O pesetas. Lo que sí es que durante todo el año juntaba pedacería de cobre. Principalmente en alambre. Y en invierno lo encendía para que se quemara el plástico y venderlo por kilo. Nosotros, niños, nos maravillábamos con los colores de las llamas, azules, verdes y naranja. Por las tardes siem

Alegría acumulada

Alegría acumulada. Por la esperanza que no muere. Por la utopía. Por el beso, el guiño y la mirada. Por el dulce de camote y el de calabaza. Por el vuelo. Por el anhelo de alcanzar la utopía. Por los corazones que se vuelcan en ayudas. Por la mente abierta que lee, aprende y tolera. Por el viejo libro de poemas. Por la guitarra. La palabra. El camino. Por mi destino que deletrear mil nombres. Por el dado. Los recuerdos. Una tarde en una nave. Por el muñeco de nieve. Por dos o tres atardeceres.

Tristeza acumulada

Por la guerra interminable. Por las muertes estúpidas. Se acumula la tristeza. Por las tantas ambiciones. La gula y avaricia de tener cada día más. Por las prisas de ir a ninguna parte. Por los peces asfixiados en su agua. Por la moda de la inanición. Por la felonía y traición. Por el hambre de millones. Por la tala irracional. Por la calumnia mendaz. Por la envidia. Por el fanatismo medieval. Tristeza acumulada. Por el animal destazado. Por la sangre derramada en las plazas. Por los que nada tienen para que otros tengan de mucho más. Por buscar puestos para robar. Por los clishes como modo de pensar y vivir. Por el agua turbia. Por el abandono de la ética. Por el analfabetismo orgulloso y vanidoso. Por Auzchitz y el muro de Berlín. Por los muertos inmigrantes en cajas sin ventilación. Por la prensa al mejor postor. Por Gregorio Samsa convertido en escarabajo. Por las niñas cazadas a los 9. Por los viejos abandonados como deshecho. Por la crucifixión de Jesús. Por la cicuta a Sócrates.

Ganaremos

La flor no compite. Esta allí el botón. Y abre sus pétalos a la vida. No espera adjetivos de valor. No espera sol, sombra ni humedad. Todo llega en cita natural. La luna tampoco compite contra el sol, día o noche. Esta allí. No para deleite. Ni para poemas de trasnochados o temblorosos amantes. Esta porque sí. En la cita atemporal. Ganaremos. Los sencillos. Porque no competimos.

Todos los días

Todos los días tiro a la calle el reloj de arena. Y más tarde el reloj aparece de nuevo en la mesa. Es un ritual de repeticiones. Sin manual ni garantía del abismo. Todos los días cuento la arena y vuelve a iniciar el conteo a causa del olvido. Acudo al pozo de los deseos y sin lanzar moneda sueño en el bosque, la nube y el cielo. Todos los días acudo puntual a la cita con la muerte. He salido quizá antes o después. No hemos coincidido. No tengo prisa. Ella tampoco. Por ahora.

Todas las noches

Todas las noches practico la muerte. Me acuesto y duermo. Un silencio total. Fantasmal. Un silencio de la nada. Y se puede caer la noche, el mundo, interrumpir el tiempo. A reserva de los sueños. Que me sostienen. Lo demás no existe. Yo duermo muero. Yo no existo. Quedo a despensas de la daga, La traición. La soga en el cuello. Luego despierto. Y contemplo el día. Doy gracias. La práctica hace al maestro. Hacia el buen fin.

Dulce

Allá en mi infancia, ya lejana, los dulces de camote y calabaza eran mis preferidos. Por la casa pasaba un vendedor de dulces de camote. Y a veces mi mamá en su pobreza hacía un esfuerzo y compraba. Era en almíbar. Y nos compartía un pedazo chico a cada quien. Me parecíamos chico de lo que era. Y mi madre quizá por preferencia. No lo creo. Quizá porque veía mi cara de hambre. Me daba otra pequeña ración. Lo mismo con el dulce de calabaza. Por eso ya un poco más grande hacía mi esfuerzo con el dinero que me daban para comprar u pedazo y por cierto a nadie compartía. Cuando estaba en la Normal y pasaba por Cristóbal para irnos juntos a la escuela, a veces su mami Doña Petra  me invitaba una empanada de calabaza. Y luego quizá miraba en el rostro mi hambre que me preguntaba que si quería Otra. Y yo le decía que no, por pena. Y ella como si escuchara que sí ponía junto al atole co café con leche otra. Yo me saboreaba. Eran los momentos más lindos de mi vida. Dulce. Siempre dulce. Ahora. En

Parte 39

Parte 39. Mis cuarenta años en educación El docente no solo lo es en el aula, en el patio de recreo o en el campo de deportes. Lo es en todas partes. Por decir, en la asamblea de padres de familia. En las juntas de vecinos. Nuestra responsabilidad laboral, sí, está en la escuela. Pero por razones inherentes a nuestras actividades producto de inquietudes, nos corresponde explicar, por la experiencia de nuestro trabajo. Como dirigente del PRD en el municipio más grande de Tabasco, Centro, tenía qué tener cuidado en mis palabras al hablar en las comunidades, o en los discursos de oposición o cuando gobierno. Uno de los temas que me gustaba comentar en las comunidades, era el de el concepto de ciudadano. Preguntaba a cuántos años la persona es ciudadano. E invariablemente la respuesta era que a los 18 años. Yo les decía que a los 18 años nos entregan una credencial del INE (antes IFE), que nos acredita que efectivamente somos mayores de edad y responsables de nuestros actos ante la Ley. P

Creí verte en vigilia

Creí verte en vigilia. Canto de pájaros. Luz de luciérnaga. Gruñidos. Es necesario dinamitar barreras. Cortar con sierra el delgado metal que separa sueños. Somos materia soluble y disponible. Materia líquida que fluye en las venas de América. Qué plan susurras entre sueños. Di. Que objeto pregonas en los mercados. Nada justifica silencio ni penas. Nada ese picor rasposo donde se hace nido de piojos. Laberinto de sueños. Viejas ideas que parecen nuevas. Creo verte. Es el fantasma de un polvo de ayer cuando mañana se escribe la verdadera historia. Vigilia es tener los ojos abiertos. Tratar de ver donde nadie mira. Y lanzar la red. Para ver si atrapamos nuevos sueños. Nuevos cantos. Y queda atrapada la misma utopía de siempre. Creí verte. Y eras. Del tiempo. Eras.

Vigilia

De madrugada el pensamiento es un barco. Sin timón en mar calmo o proceloso. A donde lo imprevisible lo lleve o arrastre. De pronto en Itaca un poema. Y las sirenas que no cantan para mi. O la China milenaria con las hijas del mandarín. O montar el unicornio rojo. En vigilia los barcos chocan entre sí. El águila espera desde un risco. Mojo mis pies en la playa. Y viene la espada directo al lado izquierdo del corazón. A veces un suspiro. Y cuento tiernos borregos rumbo al matadero. Para dormir. Sin timón. Sin vela a desplegar para darle dirección. Pensamiento mío. Mi razón. Mi aliento.

Crei verte en sueños

Crei verte en sueños esta madrugada. Desperté en el sueño. Se oía un viento ululante. Como noche de duendes y brujas. Era noviembre o abril. Noche sin luna. Yo andaba de viaje. Había recorrido un periplo quejumbrosos. Calles derrotadas. Postes con alambres caídos. De vez en cuando luces de autos sin brillo. Creí verte en sueños, luciérnaga. Desperté en el sueño a otro sueño. Estaba dentro de un castillo medieval. Laberinto del tiempo. Despierto de nuevo y escribo.

Viento

El viento golpea las ventanas. Y hace suave música. Me acompaña desde la infancia. Me contiene o me empuja. Mueve las cartas del destino. Y cambia las que debieron ser mías. Un número o un durazno. Un desatino de ruta constantemente equivocada. Tanto en forma como en fondo. El viento acaba la rutina. Rompe brújulas y corazones. Es un disparate fino. Es de fiar, no anda con tanto cuento.

Los 60

Si dijera una sola palabra, sería gracias. Pero me da por soltar palabras. Así que luego del gracias, me extiendo. Por la oportunidad sideral de estar, de mi cuenta y responsabilidad ha corrido lo del ser. Por haber venido de Leonor y Juan, y tener los hermanos y hermanas que tengo. Por el trayecto único que me ha correspondido recorrer. Por las olas del mar. Por el café y la cerveza. Sí, me olvido del agua, ya me lo dijo el doctor. Por la sonrisa y la flor. Por mis cinco sentidos. Que a veces alguno no responde bien. Un músculo se duerme. Uso lentes. A veces no oigo bien, pero compongo. Por la música. Una guitarra a semejanza del destino. ¿Y Cómo no buscar dominarla mejor? Bueno, no dominarla, entendernos mejor. Es lo correcto. Me acompaña a donde sea desde la secundaria. Gracias, Maestro Juan Pablo Fuente. Gracias por los libros de texto gratuitos. Luego pedí prestado alguno y no lo regresé. Alguno robé. Pero fue por hambre. Je je. Ha sido la lectura la llave. Me ha abierto puertas.

Parte 38. Mis cuarenta años en educación

Parte 38. Mis cuarenta años en educación Estaba yo en Matamoros, precisamente este día, en el 2014. Había dado dos charlas con maestros el 12 en Valle Hermoso y el 13 en Matamoros. Gracias a Letty Chavarria e Isabel García Loredo. Estábamos en la comida, cuando recibí una llamada. Era el Maestro Rodolfo Lara, Secretario de Educación en Tabasco. "Necesito hablar contigo. ¿Por dónde andas?". Le dije que estaba fuera de Villahermosa, pero que para el domingo 15 estaría por allá. Ese día nos vimos en un café. "Voy hacer cambios, y te pregunto si me quieres apoyar en la Dirección de secundarias. Le dije que sí. "De allí salen enfermos o con trombosis, pero estoy en un momento de mi vida que todo lo tomo con calma". Nos reímos. "Luego te llamo. Mas o menos dentro de un mes". El 24 de diciembre en la mañana me llamó: "Te espero a las 6 en la oficina", dijo escueto. En la tarde, puntual en su oficina yo estaba. Cabe destacar que aparte de muchos a

Libro

Hoy es el Día nacional del libro. Gracias a ellos soy. Gracias a los libros de texto gratuito supe que el mundo era más grande que mi barrio. Pero que al ser gratuitos los pude tener. Gracias a ellos supe que tengo derechos y obligaciones. Que antes de mí otros y después de mí otros. Gracias a ellos supe que la belleza está en todas partes. Y que somos una construcción. Y que Dios existe como una abstracción. Supe que hay un conjunto de ideas que son la filosofía y tratan de responder las clásicas preguntas: qué somos, de dónde venimos y cuál es el destino del hombre. Supe que él infinito es inimaginable. Que el amor existe. El amor eterno también y que este dura poco. Supe que no sólo de pan vive el hombre. Que hay que tener café o té también. Supe que puedo escribir los versos más tristes esta noche.

Cartero

Hoy es Día del cartero. No escribo carta con nostalgia. Y de hacerlo la enviaría por Internet. Yo soy de los que esperaban una carta con ansia juvenil. De la novia. De algún familiar. El conocido sonido del silbato  frente a mi casa era en todo caso lo mejor del día. Ahora el cartero solo entrega cartas de la usura y el comercio.

Parte 38 Mis cuarenta años en educación

El viernes 8 de noviembre salí de casa con tiempo ajustado, minutos ya algo tarde. Así que cuando llegué la puerta de acceso a la escuela estaba cerrada. Toqué el claxon. Salió la directora para decirme que estacionara el carro afuera. Un viejo Ford 67 (es broma).  Un maestro se me acercó, me pidió las llaves. Él lo metería más de rato. Tan solo entrar, había valla de alumnos, música de bienvenida y aplausos. Caminé impactado y a punto del llanto. En el micrófono el maestro Héctor resaltaba la llegada y el hecho: mi jubilación. El teatro estaba bien adornado y con las letras explicativas del motivo: Jubilación del Profr. Antonio Solís Calvillo. Al centro de la cancha una mesa para presídium. Estuvo la ex directora de la telesecundaria de Lomitas. El caso es que el personal preparó una cultural muy emotiva. Humo en los ojos. Consigno el programa: coplas alusivas al ser maestro y la jubilación. Un poema al maestro jubilado, la canción Gracias a ti, por el grupo que dejé ( Hoy qu

Buenos días

Buenos días. Me roba ojo la noche. Me roba oído la tarde. Me roba carne el día. Por eso despierto en la zozobra de no tener mañana. Sin resquicios por donde asomarme. Sin asombro por todo lo que pasa. Anunciado sin bombos ni platillo. Se escribió nombre con tinta de sangre. Me falta aliento. Me roba palabras el silencio. Me roba suspiros el mar calmo. Cómplice la noche.

Parte 37. Mis cuarenta años en educación

Parte 38. Mis cuarenta años en educación A los maestros les pido que tengan consideración al pedir material. Que bien es cierto que son necesarios en la mayoría de veces para el cumplir con las actividades señaladas en los libros, también es cierto la pobreza general de las comunidades mexicanas y de las colonias de la periferia de las ciudades. Entonces que el material que pidan, lo hagan en función de los alumnos que menos tienen. Porque ellos, los niños de familias pobres, o bien no lo llevan por no poder, son calificados mal en esa actividad, también en el interior de ellos van recibiendo golpes emocionales que tienen como consecuencia baja autoestima. Lo viví. Y siempre debe haber promoción a la lectura libre. Es la que el maestro acerca a los alumnos, son de diversos temas, de preferencia cuento, poesía y novelas. Asimismo de deporte, cocina, historia de la cienencia, biografías, acertijos, leyendas, adivinanzas. No se les piden resúmenes.si acaso informen de manera verbal sob

No tardes

Si has de ir, no tardes. La vida se va en un santiamén. No hay tiempo de recuperar lo perdido. Al vino, vino y al pan, pan. Ir es atreverse a unir las coordenadas. Punto de encuentro. Es decisión de llevar en manos rosa y espina. Salir a mar abierto sin timón ni velas. De todas maneras el viento arrastra. De todas maneras las circunstancias.

Parte 36. Mis 40 años en educación

Parte 36. Mis 40 años en educación Días antes de mi despedida de escuela. Días antes de mi licencia prejubilatoria, me dice una maestra: le envidio, ya quisiera jubilarme. Le digo yo: le envidio a usted su edad. Yo le cambiaría mi jubilación por su edad. Y reímos en evidente broma. Otra me dice: lo bueno que ya se va a liberar de tanta documentación. Sí, le respondo. El sistema educativo lo hemos burocratizado mucho. Nos piden muchos documentos. Tanto al maestro de grupo como a los s directores. Pero no le echemos la culpa a la Sep. Le digo. Me mira incrédula. Le agrego: la fuerza está en la escuela. La condición única es que haya responsabilidad. Es decir a mayor responsabilidad corresponde mayor libertad para trabajar. Nos despedimos.

Aludiendo a Sócrates

¿Acaso preferirías que muriera culpable? Responde Sócrates ante el clamor de su alumno ante su inminente muerte - por condena- al beber la cicuta. Su alumno le decía: maestro, ¡lo que más duele es que morirá siendo inocente! Hasta aquí la alusión al maestro griego, con respeto. A mi: es que tienes el ojo alegre. Yo: ¿acaso preferirías lo tuviera triste?

Recordando este noviembre a Macario

Frijoles, le respondia la esposa, madre de 10 hijos, a Macario, a la pregunta qué a diario la hacía al regresar del monte con su carga de leña, cansado, sudoroso y feliz. La pregunta ¿que vamos a comer hoy?  El anhelo de él era comerse un guajolote entero. Es la historia de la novela Macario, de B. Traven. Este noviembre es algo semejante en México. ¿Qué voy a desayunar, comer y cenar hoy? La respuesta : tamales.
Hoy reflexionaba. En este trayecto laboral. De 40 años en educación. Cero riqueza. La fortuna de trabajar con niños en el inicio. Y luego con adolescentes. Una casa pobre de mis padres. Una casa sencilla, la mía. Total si nada me llevaré cuando me marche. Me agrada esta última expresión. Nada me llevaré. Es buen tema para poema o canción. Y que me la diga a mi mismo. Nada te llevarás cuando te marches. Lo comento con un buen amigo. Se burla de mi. Risas. Ya es una canción, me dice. De un tal Napoleón.

CV

Antonio Solis Calvillo nació en H. Matamoros, Tamaulipas, el año de 1959. Es profesor normalista, y licenciado en Ciencias de la Educación. Radica en Tabasco desde hace 40 años. Fue coordinador de talleres literarios, director del diario tabasqueño La Verdad Del Sureste, presidente de la Sociedad de Escritores Tabasqueños, director del IV Comité regional Sur Sureste de la Conalmex Unesco y Subsecretario de Educación básica de Tabasco. Ha publicado libros de narrativa y poesía. El último Señal de humus. Recientemente se jubiló con su plaza de maestro de telesecundaria.

Toma café

Toma café. O leche con polvo de café. O té. El día lo ves distinto. Otro matiz los colores. Otro tono las palabras. Los gestos adustos los digieres y valoras. Y sigues. Un líquido alucinante son esas bebidas. Te sacan o meten a cavilaciones. Viene el recuerdo. Palpita el corazón. Si. Un poco más rápido. La edad atrae presión. Pero un café en el día no hace daño. Y si es de mañana mejor. Toma un líquido tibio. Y siéntelo. Sea gris. Lluviosa. O de mucho sol. La mañana valoras. La vida va. Salta. Brinca. Ríe. Abraza.

No es poco

No es poco si miras el amanecer. Muchos otros ya no. Un día tú ya no, tampoco. Así que al buen tiempo de la vida, la mejor cara. No es poco el tiempo que te queda, si le das sentido. Si ves la flor. Incluso silvestre. O pequeña. O lánguida ya en su tiempo de vida, o seca. No es poco. Muchos otros ya no. Incluso. Sentir su aroma. No es poco. La vida es la conciencia del tiempo. Y el libro allí, con sus historias o versos, casi justifica todo. Ver el amanecer. Imaginar bosque. Asomarte a través de la ventana. Y saludar con el buenos días de viernes. Caminar. No es poco. Soñar no es poco. Que me leas. No es poco.

El ser

Ser hoja o flor. Y no por eso sentirse menos o más. Ser mar. Arroyo o río. Es por demás. Buscaras pasar el camello por el ojo de la aguja. Y pase o ko. Ya tienes la ruta.

Parte 35. Mis 40 años en educación

Parte 35. Mis 40 años en educación Un lunes del 2016 fui de visita en homenaje a dos escuelas. La primaria Tabasco Avanza y la telesecundaria Alvaro Gálvez y Fuentes, en la Colonia Casablanca, de Villahermosa. En esta entré a los salones para saludar a los maestros y alumnos. Me habían dicho: en esa escuela aceptan muchos alumnos de educación especial. En un salón estaban ensayando en coro la canción El barzón. Esa que dice "se me reventó el barzón, y sigue la yunta andando...". La maestra les dirigía y se acompañaban con una pista. Cuando terminaron les expliqué el contexto histórico de esa canción, de lo que cuenta, de los trabajadores en las haciendas de antes de la revolución, y de las famosas tiendas de raya. "Vendré en tres meses, pero les dejo una tarea. Escriban una canción con la música de El barzón, pero con situaciones actuales. Levante la mano quienes van a traer la tarea". Y la primera en levantarla con mucho entusiasmo y vitalidad fue una niña sonri

No estar

No estar es el destino. Habitar la nada. Vivir es accidente de un plan meditado en otros confines. No ser. Aliterar en el espacio por tiempo definido. No estar en la espera. Ni en la desesperación. Aquí pasa un río. Allá se apaga una estrella. Hile algodón. Hile palabras. Lo mismo. Si el destino es no ser. Me conoces. Te conozco. Es lo de mas, menos. El tiempo. La circunstancia. Coincidir es real. No tiene importancia.

Admira

Admira al viento. Pasa y sigue de frente. A la montaña la rodea. No la enfrenta. Barre rescoldos del amor y el consumo. Admira al fuego. Blande flama para poner a punto el té, la coraza, el acero. Y en el devenir de los tiempos se reconoce su aporte. Admira al pasado. Allí radica la memoria del hombre. En ella nada es. El pasado es la estación donde el perro doblega la mirada. De nombre nunca más. Admira al hombre que enffe ta adversidades. Poco es el hambre ante la indiferencia. No de otro hombre. No. De Dios. Admira al perro. Su bruma difusa. Su lealtad a prueba del hambre.

Mira

Mira la flor. Y guarda su imagen. Nunca más será la misma. Al instante siguiente hay una revolución. Un olvido. Una zafra. Y que esa imagen por siempre te acompañe. Mira al pájaro en su vuelo. La imagen que guardes será borrosa. Pasa todo tan rápido. Mira al hombre  en su peregrinar o en su sueño. Ya es otro. Confluyen visiones del instante. Otros amores. Escucha la palabra. Va cambiando de sentido en el reverberar del viento. Mira. Es el instante de la vida que pasa. Sin darte cuenta. Un niño te mira. Y en ti, el que fuiste, tiene referencia del viejo.

Parte 34. Mis 40 años en educación

Parte 34. Mis 40 años en educación Ahora que llega la jubilación, comentó que nunca pensé en ella. Hasta ahora. Será una parte importante de la vida. Hacer un recorrido en el recuerdo. Fijar por escrito la memoria. Ese pensar futuro en el inicio. Ese asomar nos al pasado en el final. Y sacar conclusiones. Recordar que todo lo aprendido en la escuela Normal nos fue necesario para el trabajo escolar. La danza folclórica. La poesía coral. La elaboración de material didáctico. La música. El teatro. Que nos dieron un bajage esencial para armar la estrategia en el día a día de la escuela. Y fundamental el hábito de la lectura. Sin este ha de ser difícil el trabajo escolar. Empecé en 1979 con un grupo de 3er grado. En Benito Juárez, Jalpa de Méndez. Mi final oficial en la telesecundaria Mi Patria. En Sandial, Nacajuca. Con un grupo de adolescentes de 2o grado. De los dos grupos, el del ciclo pasado y este que conocí por un poco más de dos meses, llevo el recuerdo de cada uno de ellos.y en su

Por la mañana

Por la mañana toma un vaso de agua. Come una fruta. Y lee poesía. Quita de tu camino la espina, el risco y la mano que te sujeta del cuello. Cumple el horario de la prisa. Y haz lo que el momento pida. El agua transparente es el anhelo de fluir. Con ritmo. La fruta no es buscar la rima. Es su majestad naturaleza. Y poesía eres tú.

Escribo

Hay días en que no. Las palabras se alejan. Ponen distancia a la relación entre ellas y uno. Y es por demás insistir. Está lo noche. La luna. No bastan. Consigno el hecho. Hay una rendija a la vida por donde me asomo. Para escribir lo que se vea de aquel lado. Humo. Muerte. Este es un día de tantos. En el obsesivo circular del tiempo. Hemos de irnos. La musa nos abandona. Las palabras andan de fiesta. Sueltas. Alborotadas. Se miran al espejo. Se reflejan al revés. Escribo.
Mi barca no tiene timón ni velas. Por tanto el viento la arrastra aquí o allá. Sin consideración. Al proceloso mar o al calmo río. Sin importar calor o frío. Y entre tanto pasa el paisaje. El cantar de las sirenas. Y el guiño. De las escurridizas palabras.

La vida

La vida es un conejo y una víbora de cascabel. La vida es un colibrí. Un huracán. Un cometa al volar. Es un pan de dulce y de sal. Es una gelatina. Es suave brisa de mar. La vida es un abanico al girar. Es gritar. Es musitar. Es gracia. Desgracia. Feligresía. El vendedor se anuncia con cláxon. La radio suena con noticias de antier. El café vuelve a la mesa. La vida es alegría. Fe. Reacción. La vida es cambio. Rutina. Rezo. Es el anuncio perenne de algo que vendrá. Es la poesía que se vive y la que se escribe. Es el peon que no sabe que lo es. Es la usura que gobierna el pensamiento. Es la mezcla de bobos y despreocupados. Es bolsa de plástico. Pensamientos en celofán. Cepa de sentimientos encontrados. La vida tiene sentido. Hacia todos lados y ninguno. Es una noria. Si peleas la zanahoria. Es la medalla por no saber. Es la sonrisa y el guiño. Es el hola y el adiós.

El paso de los dias

El paso de los días. Lento. Suave. Dejando cicatrices en el alma.

La vida sigue igual

Amanace. Y qué razón hay para sentir distinto, si la vida es igual. De bella, si. Con sus amaneceres abigarrados. Y la hora precisa. O de incendio. Los gallos cantan. Si. El ventero pasa. El aire pasa. La vida pasa. Y ese tiempo gira como rueda de molino. Y tú estás aún allí. Si la vida es un sueño. A dónde despertamos. Al sueño o la vida del sueño. Buen día. Que lo siento distinto. Quizá por la sonrisa. La carta. O el guiño. No te despiertes todavía. Desnuda tu alma.

Despierto

Despierto asustado. Soñaba que la vida es un sueño. Y despierto otra vez. Soñaba que la vida es un sueño...

Mides tu luna con los días

Mides tu luna con los días. Con los hechos concretos. Por donde pasan las palabras y las imágenes. No vuelve el tiempo. En aquella ventana se recorta clara la luna. La oscuridad de la noche bajo un arbol la destaca. O esas tardes luminosas adornadas con el claro de luna. La mides enorme. Desde la caverna ritual. Hasta nuestros días.

Calaveras 2019 (2)

Buscaba dónde, la flaca hacer su trabajo mejor y se bajó de la hamaca para buscar un buen postor. México para eso está bien mi guadaña está afilada a muchos mexicanos los cargará la tostada. A los corruptos primero están arriba y abajo son muchos, un madreral los cargará el carajo. Se han burlado de la gente sin pena ni compasión dinero para hospitales y escuelas, sin corazón. Las siglas son lo de menos son los mismos los colores no respetan ni el panteón se roban hasta las flores. Dinero de medicinas dinero para salones dinero para caminos lo roban sin compasiones. Así que cargo parejo cantemos una canción ningún humano les dejo México es un gran panteón. Con Peña lo mismo se diga y más cuando Fox o Calderón muertos y muertos y muertos, a diario en la televisión Esa es la herencia maldita que le dejaron sin pena al gobierno de Obrador Merecen una condena. Los banqueros son la usura esos la muerte merecen sangran a todo el pueblo con el c

Mis amados muertos

Leonor y Juan, mis padres, de quienes tengo su mirada, y su forma de hablar. Ernesto, mi cuñado mayor, hermano, quien me contó y escuchó, y escuchamos juntos a los Alegres de Terán. Don Guillermo Morelos, doctor, que fue de mi familia en Tabasco, con quien acudí cuando mis cuitas, a su consultorio y su casa. Miguel López Cervera, que recién se fue, lagarto mayor. No olvido Miguel, tu manera directa de ser, y cuando en mi cumpleaños 45, en Casa de la Cultura de Cunduacán, me cantaron el Himno a la alegría en alemán. El Gordo Jacinto Villela, con quien canté corridos en la escuela Normal, y en los camiones también. Maldita diabetes, lo atracó. Ciprián Cabrera Jasso, poeta tabasqueño, quien me distinguió con su amistad, y cuyo nombre lleva mi andador, en su honor. Lupe Morín y los hermanos Jorge y Manolo Castillo, mis amigos y hermanos de antes de los veinte años, con quienes pasé compañía tantos momentos. He sabido de los golpes de la vida. Donde te quedas sin hablar, ni aliento. Solo pe

Calaveras 2019

Calaveras 2019 Llegó la muerte discreta  a concretar su trabajo  traía para ello libretas  de los muertos de Tabasco.  Y sin nombres, sólo razones  para ovbiar alusiones  cargó con políticos tramposos aunque sin rima sea redundancia.  Y eran de todos los partidos  no encontró la diferencia  todos fueron iguales  todos lumpen sin conciencia.  Cargó igual con profesores  y sus líderes sindicales  todos ellos represores  de alumnos conflictivos o especiales.  Cargó con farsantes e hipócritas  de todas las clases sociales  con ladrones comerciantes  a quienes unen sus vidas banales.  Con brillantes sabios de café  Con gobernantes del derroche feministas de salón  con contratistas del moche.  Con escritores que no escriben  revolucionarios que no revolucionan  deportistas que no hacen deporte  y maestros que no enseñan.  Todo es fraude por eso me llevaré  a doctores no doctos  enfermeras guapas enfermas