A ti

En la espera, en la esperanza, de la luz. Y que aparezca el unicornio azul. A ti. Rompehielos. Canción de madrugada donde estemos. A ti, buenaventura de los torpes, de los sin nada. Que entraste a un camino sin regreso. No hay salida. Corazón roto. El café está a la espera, aún. A ti, generador del viento y del pozo de agua. Viene la corriente. Y los troncos viejos arrastrados. Gusano de seda. Aquí el hazme reír. Hemos firmado contrato por toda la tierra incluida los animales y esclavos. A ti, que has llorado y cantado. la mandolina está rota desde ayer. Escribimos historias para nadie. A ti que eres yo mismo ante el espejo. Me conozco bien, a ti. En el mercado las frutas, en las esquinas las frutas. Y en todos lados la conciencia del que está en todas partes, en todo lugar. Tocan la flauta dulce a lo lejos. Alguien canta. Ese poema de Neruda ha sido la clave cantante de tantos tiempos. Temporadas en el infierno del glamour. Donde andemos, andenes de otro tiempo. A ti. Aquí. En todas partes. Este libro hojeo cada noche como pila de letras benditas.

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