Usted
El momento preciso de las palabras. El incierto rumbo de los días. Usted barajó las cartas de un modo especial. Era necesario por los datos conocidos. Había dados en la mesa. Y cada jugada representaba una manera distinta de enfrentar las cosas. Balaba bien o bailaba. Perdón error de dedo. Es manera de jugar palabras. Intentaba definir en constancias viejas si era necesario argumentar lo contrario. Hubo momentos de sopor. Cuando el reclamo era la constante. Dos polos. Y era pasar del rojo al negro. De la humedad al seco páramo. De la alegría a la zozobra. Y volvieron los sueños de futuro. A dirigir digeribles como ruleta rusa. El destino es irremdiable, susurró. Era preciso definir la ruta. Y cayó la tromba. Una vorágine, Sentimientos encontrados. No hubo despedidas ni encuentros. Mas al contrario. Sueños de medianoche. Como precisar el dato. La prueba irrefutable del paso del tiempo. La fenicia, dice Rojas. La del templo. No hay ninguna que no diga lo mismo. Ensimismados derrochan el tiempo que se consume. Irremediable. Y el espejo, verdad.
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