Teníamos tiempo

Sí. Teníamos tiempo. Cotejamos nuestro tiempo a fin de que saliera todo exacto. Para escoger el libro de los sueños. Y escribir en él la biografía. De los héroes anónimos que siempre fuimos. As{i también como los otros. Eran penumbras dadas por si acaso. Había necesidad de ocultar los sentimientos. Pasaportes al filo de la tarde. Salvoconducto del tiempo. "Plástico", gritaste confundida. Estabas ebria de juventud que se alejaba. Y yo referí sobre bolsas negras o transparentes. Estabas con espanto ante el espejo por el resultado. Hacías muecas. Gesticulaciones. Y poco a poco fuimos a galope recorriendo los senderos. De esa luz que viene por el flujo de la especie. Girabas manivela. Como timón de barco. Segura que eran los tiempos nuevos. Paraísos del instante. Doble juego contra sencillo, fue la apuesta. Y corrimos en descampado. Parecíamos galgos. Teníamos tiempo, aducen los fantasmas. Para ejemplificar lo de ánima sola. Una escultura de yeso alada. Una pintura antigua de doscientos años. Y alrededor de ellas había coro de centinelas. Y ánimas vivientes solas apretando el pecho y paso. Las culpas vertidas en una olla repleta de dineros. El tiempo fue clave de nuestras emociones. Transcribimos batallas del desierto a plena luz del día. Recorrimos bares y reconocimos nuestras huellas. Dolores de vida, ensoñaciones. Ebrias muchachas cantaban en idiomas extranjeros. Y gritaban a los cuatro vientos de su independencia. Gonzalo Rojas era el tema anoche entre ellas. es mi padrote, dijo la fenicia. Sus blanquisimos poemas piel de nutria. Las sirenas camelot con sus cantos tersos. Y el sueño se iba diluyendo con la madrugada. Era un cielo en obra de teatro, transformado en el infierno.

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