Me preguntan por ti

Me preguntan por ti. Ocio. Si Dios existe o no. Si hay testimonios y actas circunstanciadas. Pruebas tangibles e irrefutables. Testigos de honor. Y me quedo en pasmo. Pienso en las pirámides de la antigüedad. La enciclopedia. El crepitar del fuego. La luna iridiscente. Y aún preguntan por ti. Y me escabullo en respuestas sin sentido. Atesoro un libro. No capturo a la mariposa. Me desatiendo de las ocupaciones. El trabajo monótono es el tiro lento de gracia.  La rutina de hacer el amor con registro de tarjeta en tiempo y forma. Me preguntan por ti. Y refiero de los pasos Caperucita en el bosque. De Alicia en el país de las maravillas. Y el exacto Borges. Sirve más cerveza. La ocasión del celebre lo amerita. Apenas ayer justificaba. La charla de café para arreglar el mundo. Marabunta del tiempo sucedido. Ocio sin prejucio. Creativo ocio. Pero preguntaban por ti. Y la palabra ocio es una cortina de humo. Por ti, Dios, el de los hechos minúsculos y grandes. Y ese perfecto ulular de las palabras en acomodo. Para referir la crónica de ese Dios de los estanques. Y el agua fluida. El fuego sigue siendo fuego, a pesar de las cenizas.

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