Salutación

La extraña salutación de la tarde. Con los protocolos signados por las generaciones anteriores. Para la posteridad los mismos ritos. Levantar la mano simple para el hola y el adiós. las visitas a las casas de conocidos. para reconocerse antes y después de la muerte. para que las huellas dactilares sean exactamente el pasaporte del tránsito entre las flores secas.  La extraña manera de entenderse. Una a una las manifestaciones interesadas para el grupo. Recuerdo por ejemplo las cartas bien escritas. Con detalle en el garigoleo de las letras para la belleza caligráfica. Y esos amarres sentimentales con fotografía en la cartera. Para llevar la esencia de las rosas. Pétalos además, por el perfume. Y un libro. El rito de regalar codornices y libros. pajaritos del amor. Loro de las repetidas palabras. La extraña manera de decirse todo con palabras. Mirando el cielo que no es el cielo, sino la tarde en la semioscuridad y el techo.

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