Leer y escribir en la escuela primaria
La semana pasada tuve la
oportunidad de estar en una graduación de Maestros y Doctores en educación por
la comunidad CIPAC. Es muy grato saber y constatar que muchos licenciados en educación,
asumen compromiso personal de desarrollo en bien de sí mismos. Sea para obtener
mejores resultados en su trabajo; o para generarse mejores oportunidades de
vida, o ambas a la vez. Son ciertamente sacrificios. Pero valen la alegría.
Una pregunta me hice en el evento: ¿Cómo ven
ellos la educación básica del estado? ¿Y cuáles serían sus propuestas?
Esas preguntas están vinculadas con
las que me hago a diario desde hace muchos años y las hago asimismo en los
distintos foros y en reuniones de trabajo: ¿Cómo egresan nuestros niños de la
escuela primaria? Porque esencialmente, en su mayoría estos mismos niños llegan
a la secundaria. ¿Y cómo egresan? Y luego la mayoría llega a preparatoria (bachilleres).
Y de allí a la universidad, donde desde
hace años los maestros se quejan que los alumnos “ni leer y escribir saben bien
cuando llegan a educación superior”.
Echarle la culpa al nivel anterior es
más fácil. Nuestros maestros y doctores en educación esencialmente, cuando
egresan, comprenden mejor la realidad de la educación en nuestro país, porque
en sus aulas de estudio leyeron, analizaron, reflexionaron y discutieron sobre
el estado que guarda la educación, con sus causas históricas, multifactoriales,
dicen, y los correspondientes efectos catastróficos en todos los ámbitos de la
sociedad.
Y tienen –o deben tener- una opinión más
acertada al respecto. En la torre de Babel de las opiniones, es necesario
acotar el tema y referirnos exactamente en la educación básica. Y lo que se
debe hacer desde los distintos ámbitos para alcanzar logros en la calidad de
ese nivel, basamento fundamental en el proceso educativo.
Con los distintos niveles por los
grados en educación primaria, los niños deben de saber leer y escribir
correctamente. Y con la ayuda de los docentes han de encontrar lecturas que les
gusten para ir desarrollando poco a poco el amor por la lectura libre, esa que
ellos mismos buscan o buscarán, y que se convierta en hábito.
Leer correctamente tiene que ver
con ir entendiendo lo que se lee. Y cada grado de primaria tiene su nivel de diferencia.
Pero esencialmente es que lea con fluidez, que no rehúya las palabras
difíciles, que haga las pausas en comas y puntos, y le dé entonación a los
signos ortográficos. Fuerza en el acento en la sílaba tónica, matiz de
admiración o pregunta en los signos respectivos. Y claro, que comprenda lo que
lee. Donde dice oso, se imagine un oso en su magnitud y belleza, y donde lea
manzana, la imagine en su color y en su sabor mismo, si la conoce.
Y que escriba correctamente
significa que domina la ortografía, hay
coherencia lógica, con lo cual se alcanza un texto claro y conciso. Y sepa que
el sujeto, verbo y complemento es la estructura básica de los enunciados. Que
por escrito pueda fijar lo que piensa, lo que anhela, lo que propone, lo que
imagina. Y que lo haga de manera correcta.
Y que aprenda a escuchar. Que
mientras alguien habla, los otros deben callar y pensar en lo que está diciendo
el emisor. Así que cuando a él lo toque hablar lo más seguro es que los demás
guarden silencio para escucharlo.
Leer, escribir y escuchar son
actividades esenciales para el desarrollo del pensamiento en el estudiante,
amplía la cantidad de palabras para comunicarse mejor. Y en síntesis va
alcanzando una mayor posibilidad de adquirir los conocimientos para su vida. Y
para comprender el entorno donde vive.
A semejanza de la construcción de un
edificio. Se construye bien la base, los cimientos, con características de
acuerdo al nivel de peso que vaya a soportar por el número de pisos.
Y efectivamente la construcción del
pensamiento es un proceso lento, debe ser efectivo y es necesario para que el
individuo vaya tomando mejores decisiones en su vida. Y dicha construcción se
efectúa en todos los ámbitos por donde el infante transita: casa, escuela,
iglesia, mercado, juego, etcétera. Entonces la escuela tiene gran
responsabilidad en dicha proceso de desarrollo del pensamiento.
El docente debe hacer un diagnóstico
del nivel de lectura y construcción de textos de los alumnos que recibe, con el
fin de que su ruta de mejora del ciclo escolar, vaya acorde para encausar a los
alumnos en un mejor dominio del lenguaje, condición fundamental para el
aprendizaje. A esta estrategia vamos.
Mediante una alerta temprana por parte de los supervisores y directores, el
maestro tendrá los datos de los alumnos que necesitan de manera constante un
reforzamiento de actividades para egresar, de su grado, más hábiles en estas
competencias básicas: leer bien y redactar mejor.
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