Conversaciones

La tarde se fue. Vinieron otras. Y las palabras hicieron cruzamiento en temporadas de hastío. Motivadas por la emoción de las imágenes. Se construyeron imágenes vitales, sobrias. A partir del ensueño. Y profetizaban otros sueños. Como la vida misma de futuro, se anunciaron, en deseos breves, eternidades. La sonrisa era clave y distintivo. La sonrisa que ahora es mueca en el recuerdo. Y las palabras, fósiles de que algo hubo. Vida en limbo. Para conjeturar otros casos para otro tiempo. Y sin embargo, anuncia Sabina. Como si la vida fuese solo una señal en el tiempo inmemorial. Una prueba de la nada. Seguiremos esperando a Godot, afirmó Becket. El tiempo es un ajedrez perfecto, conjeturó Borges entre dientes.

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