Tenue

Tenue la sonrisa. Bienes en piedras sin encantó. Un amor a la medida. Vienes. Si acaso el guiño y la mirada. Y dar la bienvenida. Tenue el murmullo que nombra el nuevo día. Estamos sin estar porque estaremos. Leves como nube. Semejante a la burbuja que se eleva. El amor es la medida del tiempo que se escapa. Y es a la vez rosa y espina. Es el rito nominal de nuestra especie. La espera detallada del suceso. Que viene en avalancha y se aleja. Oro otro es el destino. De nombrar mocedades a la espera. Somos y seremos. La sirena aquella del pasado. La del canto melodioso que ilumina. Fue falaz postrero rostro. Del amor sin aspavientos. Melodioso. Tiempo. Aquella ve. La tarde. Fue un domingo del pasado. Y otros domingos cantan en presente.

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