Remontar

1

No soy aficionado al fútbol. De muchacho me metían al campo para completar los once cuando faltaban jugadores. Entonces entraba literalmente a patear la pelota cuando me llegaba. Y ocasionalmente metí un gol de cabeza cuando la pelota se estrelló en mi cabeza estando cerca de la portería, y en el momento de mi salto se dió el encuentro casual, tomó un trayecto que el portero no pudo evitar y gritamos gol, como si estuviera en el Azteca o en el Maracaná. Era principalmente en el campo de El Olímpico, en Matamoros. Y acá en Tabasco, en El Mangal, propiedad de la familia Castillo Hernández, a la salida de Jalpa de Méndez, también ocupaba un lugar por la misma circunstancia explicada. No recuerdo haber metido otro gol en mi vida. Ahora que si hablamos de basquetbol, es otra cosa. Pero del fútbol nada de nada. Aunque sí me interesa ver algunos partidos de la liguilla, donde llegan buenos equipos, y algunos colados. 

2

Tomé café el miércoles con dos amigos (previas medidas de seguridad, por supuesto) y entre los temas aparece las semifinales de Futbol. Cruz Azul, Pumas, León y Chivas. Y como no tengo favorito, me da igual ver un partido u otro. Me gusta ver las jugadas espectaculares de gol, o los lances acrobáticos de los porteros para impedir el gol.  Y también, como todos, hacerla de director técnico desde la cómoda sala de casa, o "palco" en una cafetería. Días después me entero que La máquina del Cruz Azul doblegó 4-0 a los Pumas de la UNAM. Un marcador ciertamente abultado, y dentro de la lógica, difícil de remontar, aún que fueran tres goles, pero ya cuatro. Y así les dije a mis amigos vía watsap: muy difícil, tendrían que meter un gol en los primeros minutos, y otro a mediados del primer tiempo. El caso es que deberían Los Pumas ir al descanso con dos y si es posible, tres de ventaja. "Solo recuerdo que el América ha sido capaz de remontar un marcador así de feo", dije. El amigo que le va al América sonrió y se acomodó el cuello, ante el reconocimiento real que hacía al equipo que tiene muchos seguidores y también muchos adversarios.

3

Y anoche buscaba en internet el partido en vivo. Para mi sorpresa el primer tiempo terminó con 3-0 favor Pumas. Y se fueron al descanso ambos equipos con una sensación distinta. Cruz Azul con miedo que cayera otro gol. Y los de Pumas arañando el triunfo, y con ello consiguiendo el ansiado empate del marcador global, que al haber terminado el torneo regular en mejor posición, le daba el pase a la final con León que espera.  El segundo tiempo ya lo pude ver en televisión. Los directores técnicos no variaron su estrategia de inicio. Unos a defender, y los otros a arremeter. Todo iba bien hasta que ya llegando al final del partido, en los minutos extra, el Pumas clavó un buen gol, creo yo con errores de los defensas del Cruz Azul, que dejaron solo al jugador ante el portero. Y zas, el gol del empate de Pumas, y en consecuencia, a la final.  

4

Hay áreas geográficas donde en las escuelas se juega mucho fútbol. Es el caso del poblado sandial, Nacajuca. En el grupo 2o D donde terminé mi labor de docente, había tres muchachos que jugaban excelente.  Carlos, Jesús y Alfonso. Les comenté para motivarlos sobre las pruebas que hacen los equipos  profesionales para reclutar jóvenes futbolistas. Me gusta verlos jugar en los torneos que periódicamente se organizaban. Y en receso los ponía a competir a ver cuántos golpes le daban al balón sin que cayera la pelota al suelo. Y vaya que llegaban fácilmente arriba de las cien dominadas. Era una maravilla ver esas competencias entre ellos. Y en educación física, cuando tocaba práctica de fútbol, los ponía a tirar penales o intentar goles de chilena (donde se patea el balón de espaldas al marco, con un salto, y el balón pasa por encima de la cabeza del tirador).

4

Pero no basta ver juegos de un deporte, si uno no saca lecciones de ello. Ya de antemano uno sabe que practicar un deporte o varios es benéfico para la salud. Dejaron dicho los griegos, "mente sana en cuerpo sano".  Pero también son muy buenas las lecciones de algunas partes del juego, o del total del juego. Uno, el enfoque que se le da a la situación adversa. En todo caso Pumas UNAM tenía para el segundo partido una situación completamente adversa. O entras al segundo juego derrotado de antemano con el 4 goles en contra, o buscas remontar, que fue lo que hicieron. Los jugadores de Cruz Azul entraron con una estrategia que no funcionó, pero, y ¿si hubiera funcionado? Una lección que se debe siempre tener en cuenta: Toda adversidad es remontadle de una forma u otra. Otra lección: solamente el que se asume perdido, es el que realmente lo está. Y otra más, que coincide con el dicho del beisbol (hasta que cae el último out se sabe quién gana el partido), hasta el último minuto luchar como si se fuera perdiendo. Cruz azul jugó el segundo partido como si fueran ganando, como efectivamente lo estaban. Solo que no les funcionó. Y punto.

5

Cambiando de escenario y metiendo cambios, ah, y para remontadas, la de ayer domingo 6 de noviembre, del Checo Pérez, en automovilismo. Leo que se impuso en la carrera de Shakir, Baréin, pero que tuvo que remontar dos veces, sufrió un accidente, se fue al último lugar, para, sin miedo al triunfo, con el esfuerzo, táctica, estrategia, creatividad y belleza, obtener el primer lugar. Fíjese lector que hay una película que fue nominada a los Óscar, en 2019 y creo que ganó dos  estatuillas de oro (edición de sonido y montaje, aunque también tenía la nominación a mejor película) es la de Ford vs Ferrari, en la que se cuenta la historia verídica de confrontación entre los dueños de la Ford y la Ferrari, que aterriza en las pistas de la legendaria carrera de 24 horas de Le Mans de 1966; donde uno como espectador siente el vértigo de la velocidad y la inercia en las curvas, que parece que el auto se va a volcar, y que uno va dentro de él. El triunfo de la Ford sobre Ferrari lo da un conductor terco, caprichoso, violento, pero que disfrutaba correr autos. Los dos actores principales son Christian Bale (Ken Miles) y Matt Damon ( Carroll Shelby)

6

Y sí, exactamente es disfrutar lo que uno hace, lo que le da sentido a la vida, sea cualquier actividad.