Estrellas
Las estrellas, todas brillantes, visten de fiesta la bóveda nocturna. Y más cuando la oscuridad taladra. Cierto, algunas ya no existen, ¿y qué importa? Su luz sigue viajando para acompañarnos en este tránsito efímero en el Valle. Algunas, fugaces, cruzan como rayo, el firmamento. Su cauda queda grabada, como fuego, en el pensamiento. Cuando cerramos los ojos, son como luciérnagas. Cuando cerremos los ojos, lo seguirán siendo.
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