¡Ah qué calor!

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Tabasco no se ubica en los extremos del clima. Solo es que hace calor, mucho calor y exagerado calor, como estos días que estamos pasando. Alrededor de los 40 grados centígrados y con una sensación térmica de 48, que esta sensación alta seguramente es una combinación de factores como el viento y la humedad y altura a nivel del mar (esto último no lo sé, solo lo sospecho). En invierno apenas se asoma el frío, pero nada que ver con los fríos del norte o del centro de la república. 

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Dice el chiste local que cuando el diablo pasó por Tabasco era abril, y se regresó rápidamente  a lo fresco del infierno. No pasa de ser un chiste, pero refleja el ánimo por estos días en esta bellas tierras tropicales. Por eso se dice que el ánimo del tabasqueño es explosivo, exuberante y pasional en exceso. Y se refleja en todos los aspectos de la vida cotidiana. Y en política ni se diga. Yo no lo sé de cierto, pero lo supongo. 

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Si el carro por vender no tiene clima o se vende muy barato o no se vende. Y muchas personas traen como prenda de uso común una toallita  de tela para estarse secando constante el sudor. Y se recomienda hidratarse seguido previendo un daño físico que técnicamente se llama golpe de calor. Así que por dondequiera hay venta de aguas frescas.

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Acá cabe muy bien la expresión de manita sudada, porque en este abril y mayo sucede muy a menudo. Si la mano de uno solo anda muy húmeda, imaginemos cuando los novios se toman de la mano. Pero aún así leía que Mérida, Yucatán estaba mucho más fuerte el calor. Y vi algunos dibujos informativos que aseguraban que la península de Yucatán era la región más calurosa del planeta.

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En Tabasco son muy comunes los incendios en los pastizales. Y son muy comunes sobretodo en mayo las noticias de autos incendiados (unos 5 o algo más) en plenas calles de la ciudad. Para esto se combinan la temperatura ambiente extrema y que el sistema de enfriamiento natural del motor del auto no funcione muy bien. De esto nos damos cuenta en las noticias, vemos las fotos, leemos la nota.

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Asimismo para estos días aumenta en general la venta de refrescos y entre ellos la de cerveza. Las cantinas se mantienen llenas. Y los aires acondicionados o ventiladores están a todo lo que dan en las casas (que tienen), siendo causa de que truenen los transformadores. Y si se tarda la CFE en arreglarlos, que es casi seguro, entonces es una real y verdadera tragedia para las familias.

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Hay muchas madres de familia, sí, que tienen en los refrigeradores jarras llenas de agua fresca (no refrescos), sea de limón o tamarindo, principalmente. Pero también agua fresca de carambola, cacao o melón; de piña, mango y sandía. El agua simple no era muy común que antes se tomara. Pero lo que no falta en las casas tabasqueñas es el pozo, esa bebida llamada de los dioses, muy antigua en tradición, que es mezcla de cacao, maíz y agua. Si va muy concentrado en cacao se le llama chorote. Y también se acostumbra el cacao blanco. 

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A finales de los 70 cuando llegué a Tabasco, específicamente a Jalpa de Méndez, en abril y mayo el calor era intenso, y era la novedad un centro de reunión por lo innovador, de nombre El cuarto frío. Algunos amigos de ese municipio lo han de recordar. No sé si ahora aún siga vigente. Lo que sí sé es que en estos años si esos lugares de recreación no tienen aire acondicionado, se les ve con poca afluencia de clientes.

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Y de broma las personas se preguntan: ¿que prefieres el tiempo de calor o de "norte" (así se le llama cuando viene la temporada de viento con lluvia). Y la mayoría responde que prefiere los días de norte. Y como es un clamor de fe general, entonces llueve tanto que se inunda todo Tabasco.